¿POLITICA EXTERIOR DEL MAS O SOMETIMIENTO?

Por:
Layda Núñez del Prado G.

Publicado el 01/08/2010

Como un gran logro el Gobierno del señor Evo Morales se anunció la inauguración, junto con el Gobierno de Chile, de servicios públicos compartidos en la frontera de Tambo Quemado.

Con una Aduana deficiente, una burocracia intolerante, un sistema obsoleto, personal que no sabe atender al público y no cumple horarios de trabajo, ¿podremos compartir un centro con los chilenos que, en primer lugar, tienen un sistema de alta generación, rapidez en sus despachos y un personal que deja muy lejos a los funcionarios de Aduana, Migración y Policía boliviana?

Como muchas veces en las reuniones bilaterales, por la incapacidad de sus autoridades, el desconocimiento de leyes, acuerdos y sobre todo historia, Bolivia siempre ha llevado las de perder ante Chile.

Y sucederá lo mismo que en Arica, los bolivianos estaremos a merced de los chilenos porque no tenemos autoridades que hagan prevalecer nuestros derechos, que defiendan nuestra soberanía y sobre todo que hagan respetar los tratados y acuerdos bilaterales a favor de nuestro país.

Soy testigo de cómo los que van a representarnos en reuniones bilaterales, seminarios y encuentros bajan la cabeza por temor y por ignorancia. Poco a poco durante estos últimos años Bolivia ha perdido espacios que fueron ganados y peleados y ha cedido ante las imposiciones de Chile.

No otra cosa significa la Agenda de 13 puntos, en la que Chile nos impone sus condiciones, no otra cosa significa haber aceptado una remuneración miserable por la apropiación de las aguas del Silala.

El gobierno del MAS no es diferente a otros respecto a las políticas internacionales, especialmente en temas bilaterales con Chile. Soy testigo de las muchas veces en las que pudiendo hablar, no lo hicieron, pudiendo sentar soberanía en los puertos chilenos, no lo hicieron.

No podemos permitir que ciertos movimientos sociales afines al Gobierno sean los que determinen las condiciones de entrega del Silala y la renuncia a nuestra soberanía. Somos millones de bolivianos que tenemos más derechos que esas organizaciones que sólo dicen y hacen lo que el caudillo manda.

Bolivia es de todos... como boliviana defendí en varios foros y seminarios la soberanía de mi país. Quizás cayeron en saco roto mis palabras, mis intervenciones, pero no me callaré ante semejante atropello, una traición a miles de bolivianos que derrocaron dos gobiernos por evitar que el gas se venda a través de puertos chilenos.