AL MENOS TRES MAFIAS TRAFICAN MADERA EN LA TCO MOSETEN
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Publicado el 01/09/2010
Empresarios madereros,
funcionarios públicos y algunos caudillos indígenas conformaron al menos tres
grupos mafiosos que se dedican al tráfico de madera en la Tierra Comunitaria
de Origen (TCO) del pueblo Mosetén ubicada al norte del departamento de La Paz, confirmaron funcionarios
de la Dirección
de Desarrollo Forestal y de la
Autoridad de Bosques y Tierra (ABT).
En junio, el ex presidente de la Organización del
Pueblo Indígena Mosetén (OPIM) Daniel Gigasi envió una carta a la ministra de
Medio Ambiente María Esther Udaeta denunciando un monumental tráfico de
aproximadamente 500 mil pies madera en el Bloque B de la TCO.
El cacique indígena identificó a los cabecillas del negocio
ilegal Efraín Loza, Federico Villa real, Humberto Vásquez y algunos dirigentes
indígenas, quienes instalaron dos parqueterias y una carpintería al interior de
la TCO OPIM,
un área protegida por Ley.
Gigasi pidió que una comisión interinstitucional integrada por representantes
del Defensor del Pueblo, ABT La
Paz, Ministerio de Medio Ambiente y Agua, Viceministerio de
Medio Ambiente, Dirección General de Gestión y Desarrollo Forestal y de otras
instancias públicas visite la zona para verificar la denuncia.
A finales de julio funcionarios de la
ABT constataron en una inspección ocular que cada día salen
de la zona hasta ocho mil pies de madera y que es difícil combatir a la red de
traficantes, indígenas y algunos funcionarios encargados del control de
trancas.
El director de Desarrollo Forestal Weimar Becerra reveló que en Palos Blancos y
en otras áreas operan decenas de barracas, pero sólo una es legal. “Nosotros
hemos podido identificar a tres grupos que operan en estas regiones y que
dirigen y financian estas actividades desde lejos”, informó el funcionario al
Servicio de Noticias Ambientales (SENA).
Los inspectores evidenciaron que al menos siete barracas y parqueterías
instaladas en Covendo y Tucupí transforman la madera en parquet y luego la
trasladan en vehículos pequeños; “de 20 a 30 camiones salen cada día desde esa zona
trasladando entre seis y ocho mil pies de madera, tanto cortada como en
bloques, de los que sólo 30 por ciento tiene papeles otorgados por la ABT; camuflan la madera ilegal
con la madera con autorización de aprovechamiento”, explicó Becerra.
Según el inspector forestal Fernando Altamirano, mucha gente está involucrada
en la extracción ilegal de madera, incluidos funcionarios públicos e indígenas.
“Son grandes mafias que trabajan de manera organizada”, precisó Becerra.
Los traficantes asociados con algunos indígenas derrocaron al presidente de la OPIM Daniel Gigasi por
haber denunciado el negociado; tomaron el control de la zona, no permiten el
tránsito de vehículos extraños y evitaron que los inspectores de la ABT ingresen a la población de
Covendo. “Esperamos dos horas para que abran la tranca y vimos que entraron
seis camiones cargados de madera”, presenció Altamirano.
Los traficantes abrieron caminos clandestinos en la TCO para transportar madera en
movilidades pequeñas y corrompieron a los empleados públicos encargados de las
trancas de control. A veces la policía forestal decomisa madera sin permiso de
explotación, luego la remata y en muchos casos la madera es comprada por los
mismos contrabandistas, denunció Altamirano.
En la TCO
alrededor de 3.000 familias indígenas se dedican a la comercialización de
productos agrícolas y forestales en pequeña escala. Gigasi aclaró que no todos
los mosetenes están involucrados en la explotación ilegal, sino pequeños grupos
que “se dejaron convencer por madereros que les han financiado el bloqueo de la
comisión gubernamental”.
Los grupos mafiosos golpearon a varios dirigentes indígenas que se oponían a la
actividad ilícita y amenazaron en repetidas oportunidades al cacique Daniel
Gigasi, quien teme que los madereros contraten sicarios para dañar a su
familia.
Gigasi alertó que “no hay una determinación que prohíba la tala indiscriminada
de madera, y ellos (los traficantes) continúan deforestando; si las autoridades
no se pronuncian esto no se va a frenar; si el gobierno está a favor del medio
ambiente ahora es su oportunidad de demostrar que se frene la tala de árboles,
porque de lo contrario se convertiría en cómplice de estos madereros”