LAS ESPERANZAS DEL VICEPRESIDENTE

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Publicado el 01/10/2010

Este domingo el vicepresidente Álvaro García Linera, en ese momento Presidente en Ejercicio, destacó las virtudes del proyecto económico del Gobierno.

La exposición ante medios estatales tuvo un aire festivo. García Linera señaló grandes cualidades en los planes y un contexto altamente favorable para el país. Elogió, por ejemplo, el hecho de que Bolivia no haya sido afectada por la crisis económica internacional.

La presentación incidió en los planes de industrialización que serían puestos en marcha en las empresas que el Gobierno ha creado o logrado mayor presencia, tras las nacionalizaciones. El Vicepresidente entró en detalles en temas como el litio, los hidrocarburos, la electricidad y hasta el lavado de narcodólares. Anunció inversiones en el orden de los 17 mil millones de dólares durante el lustro que corre. Al día siguiente, en Nueva York, el presidente Evo Morales pareció complementar los anuncios demandando al mundo la creación del Banco del Sur.

Las palabras de García Linera y Morales quedan entre las esperanzas y la polémica. La política de industrialización de hidrocarburos volvió casi exactamente a la cuestionada visión de Gonzalo Sánchez de Lozada, es decir al “exportar o morir”. Los proyectos de industrialización lanzados en los primeros años de la actual administración se redujeron a su mínima proyección. La dependencia de Petrobras y la política brasileña es muy clara. Incluso en el tema de la oferta de plantas de fertilizantes como parte de la industrialización. Correrán prácticamente diez años en que procesos relativamente elementales como la separación de licuables del gas que se va al coloso sudamericano no se concretarán.

Sobre el litio, García Linera enunció las condiciones que el país exigirá a las transnacionales que hoy coquetean con Bolivia: “Que el Estado obligatoriamente sea mayor accionista de la empresa y el proceso de la industrialización”. Prácticamente la fórmula usada con el gas, que suena bien, pero, sin duda, se aplica mal. ¿Será el Gobierno más eficiente frente a la Sumitomo, la Belloré, etc que frente a Repsol, Petrobras, Ashmore, etc.?

Esperemos que la termoelectricidad, los proyectos agropecuarios, los lácteos, etc. sean dentro de unos años ejemplo de gestión. Lo propio de la minería que ya ha dado dolores de cabeza. ¿Seguiremos viendo empresas transnacionales que exportan 1.000 millones de dólares, tributan algo más de 20 y dejan un polémico pasivo ambiental? ¿Cuáles los planes para que la Empresa Boliviana del Oro aproveche esta coyuntura sin precedentes?

Sería bueno saber las fórmulas de estimación del monto de los narcodólares. Parte de la transparencia gubernamental implicaría mostrar esos cálculos.

En cuanto al Banco del Sur, propuesto en la ONU por Evo Morales, suena extraño que no tenga un correlato con el Banco Central de Bolivia. Esta entidad hasta parece una antítesis de aquella idea a la hora de hablar del uso de las Reservas Internacionales en beneficio del país.

Por ahora la gestión económica del Gobierno no ha sido efectiva. Ya más de una voz la ha comparado con la del tiempo del primer gobierno de Hugo Banzer. Un formidable contexto externo sin ser aprovechado en lo mínimo para construir las bases de una economía de base ancha y anticíclica.

Mientras, la ciudadanía fue beneficiada por la creación de bonos. Éstos, si bien dinamizan el movimiento económico, poco hacen por generar nuevos recursos. En general, van destinados a al actividad comercial, con énfasis en la informalidad.

En ese marco, no aparece el ansiado despegue económico nacional. Peor aún, a momentos la situación se muestra conflictiva y confusa. Mientras el Gobierno ve el futuro con optimismo, buena parte de la ciudadanía se lamenta por el incremento de precios en los artículos de primera necesidad.

Esperemos que el optimismo de nuestros mandatarios no tenga el mismo eco que el de sus antecesores. Hace 17 años Sánchez de Lozada pintaba un país subido al tren de la globalización. Pero Bolivia acabó sólo viviendo de sus “exportaciones de gas y personas”. Así lo dijo, en el Foro de Porto Alegre un entonces dirigente cocalero llamado Evo Morales Ayma.