
“Se van como
héroes. Quiero que vuelvan a casa con orgullo en sus corazones,” dijo el
coronel John Norris, jefe de una brigada del ejército de EE.UU. en Iraq. (1)
Basta para cubrir de lágrimas el rostro de un estadounidense, para hacer que se
atore.
Basta para hacer que olvide.
Pero no se debería permitir que ningún estadounidense olvide que la nación de
Iraq, la sociedad de Iraq, han sido destruidas, arruinadas: un Estado fallido.
Los estadounidenses, desde comienzos de 1991, bombardearon durante 12 años, con
una u otra excusa; luego invadieron, ocuparon, derrocaron al gobierno, mataron
desenfrenadamente, torturaron… el pueblo de ese país infeliz lo ha perdido todo
–sus casas, sus escuelas, su electricidad, su agua potable, su entorno, sus
vecindarios, sus mezquitas, su arqueología, sus puestos de trabajo, sus
carreras, sus profesionales, sus empresas estatales, su salud física, su salud
mental, su atención sanitaria, su Estado de bienestar, los derechos de sus
mujeres, su tolerancia religiosa, su seguridad, sus hijos, sus padres, su
pasado, su presente, su futuro, sus vidas… Más de la mitad de la población
muerta, herida, traumatizada, encarcelada, desplazada en el interior, o en el
exilio extranjero… El aire, el suelo, el agua, la sangre y los genes
contaminados con uranio empobrecido… los más horrendos defectos al nacer…
bombas de racimo sin estallar esperan que los niños las recojan… un ejército de
jóvenes islámicos fueron a Iraq a combatir a los invasores estadounidenses;
abandonaron el país más militantes, más endurecidos por la guerra para
repartirse por todo Oriente Próximo, Europa y Asia Central… un río de sangre
corre a lo largo del Éufrates y del Tigris… por un país que posiblemente jamás
será reconstituido.
“Es un refrán común entre iraquíes cansados de la guerra que las cosas eran
mejores antes de la invasión dirigida por EE.UU. en 2003”, informó el Washington
Post el 5 de mayo de 2007.
No importa… que resuenen los tambores… ¡Con la frente en alto, soldado héroe
estadounidense! Y ni pienses en pedir disculpas. Iraq es obligado por EE.UU. a
seguir pagando reparaciones por su propia invasión de Kuwait en 1990. ¿Cuánto
pagarán los héroes estadounidenses al pueblo de Iraq?
“Infeliz el pueblo
que no tiene héroes…
No. Infeliz el pueblo que necesita héroes.”
– Bertolt Brecht, Vida de Galileo
“Lo que tenemos que descubrir en el campo social es el equivalente moral de la guerra; algo heroico que hable al corazón de los hombres de un modo tan universal como la guerra, y que no obstante sea tan compatible con sus egos espirituales como la guerra ha probado ser incompatible.”
–William James, Las variedades de la experiencia religiosa
Es posible que la
base para ese heroísmo ya exista… el 15 de febrero de 2003, un mes antes de la
invasión estadounidense de Iraq, tuvo lugar lo que es probablemente la mayor
manifestación de protesta en la historia humana, entre seis y diez millones de
manifestantes salieron a las calles en unas 800 ciudades en casi sesenta países
en todo el globo.
PanAm 103
El gobierno británico advirtió recientemente a Libia contra la celebración del
primer aniversario de la liberación por Escocia de Abdel Baset al-Megrahi, el
libio es la única persona condenada por el atentado de 1988 sobre Escocia
contra el vuelo 103 de PanAm que costó la vida a 270 personas en su mayoría
estadounidenses y británicos. El Foreign Office [Ministerio de Exteriores
británico] declaró: “En este aniversario comprendemos la continua angustia que
la liberación de al-Megrahi ha causado a sus víctimas en el Reino Unido y en
EE.UU. Fue condenado por el peor acto de terrorismo en la historia británica.
Toda celebración de la liberación al-Megrahi sería de mal gusto, ofensiva y
profundamente cruel hacia las familias de las víctimas.”
John Brennan, el consejero para contraterrorismo del presidente Obama, declaró
que EE.UU. ha “expresado nuestra fuerte convicción” a funcionarios escoceses de
que Megrahi no debería seguir en libertad. Brennan criticó lo que calificó de
“decisión infortunada e inapropiada y errónea” que se haya permitido el retorno
de Megrahi a Libia por motivos humanitarios el 20 de agosto de 2009 porque
tenía cáncer y no se esperaba que viviera más de unos tres meses. La secretaria
de Estado Hillary Clinton emitió una declaración diciendo que EE.UU. “mantiene
su categórico desacuerdo” con la decisión de Escocia de liberar a Megrahi hace
un año. “Como hemos expresado repetidamente a las autoridades escocesas,
mantenemos que Megrahi debería cumplir la totalidad de su sentencia en prisión
en Escocia” (2). El Senado de EE.UU. ha pedido una investigación y miembros de
la familia de las víctimas del atentado han exigido que los antecedentes
médicos de Megrahi se publiquen. El hecho de que el libio no haya muerto como
habían afirmado ha molestado a muchas personas.
¿Pero cuántos de nuestros maravillosos dirigentes están molestos por el hecho
de que Abdel Baset al-Megrahi haya pasado ocho años en prisión a pesar del
hecho de que no hubo, ni existe, evidencia alguna de que haya tenido algo que
ver con el atentado contra el vuelo 103? El tribunal escocés que lo condenó sabía
que era inocente. Para comprenderlo basta con leer su “Opinión del Tribunal” de
2001, o mi análisis de ese documento [en inglés] en www.killinghope.org/bblum6/panam.htm
En cuanto a que el gobierno británico esté tan molesto por la celebración de la
liberación de Megrahi en Libia –considerando que es muy probable que acuerdos
petroleros del Reino Unido con Libia hayan jugado un papel más importante en su
liberación que su condición médica– deberíamos recordar que en julio de 1988 el
Vincennes, un barco de la
Armada de EE.UU. derribó en el Golfo Pérsico un avión de
pasajeros iraní, cobrando las vidas de 290 personas, es decir más que las
muertas en el vuelo 103. Y mientras el pueblo iraní lloraba la muerte de sus
seres queridos, EE.UU. celebraba, distribuyendo medallas y galones al capitán y
a la tripulación del Vincennes (3). El derribo tuvo otra consecuencia: Inspiró
a Irán a vengarse, lo que hizo en diciembre de ese año, financiando la
operación para derribar el vuelo PanAm 103 (realizada por el Frente Popular por
la Liberación
de Palestina – Comando General).
¿Por qué nos odian?
Las pasiones se excitan por todas partes por la propuesta de construir un
centro cultural islámico y una mezquita a dos manzanas de la Zona Cero del 11-S en
Nueva York. Incluso gente que no es particularmente antimusulmana piensa que
sería de mal gusto, ofensiva. Pero implícita en toda la hostilidad está la idea
de que lo que sucedió en ese aciago día en 2001 fue un acto religioso,
musulmanes fanáticos actuando como musulmanes atacando a infieles. Sin embargo
–incluso si uno acepta la versión oficial del gobierno de 19 musulmanes que
secuestraron cuatro aviones comerciales– sigue existiendo la pregunta: ¿Por qué
eligieron los objetivos que eligieron? Si querían matar a muchos infieles
estadounidenses ¿por qué no dirigieron los aviones contra las tribunas repletas
de estadios de football o béisbol en la región central de EE.UU. o el
sur? Ciertamente mucho menos protegidas que el Pentágono o el centro financiero
del centro de Manhattan. ¿Por qué eligieron símbolos del poder militar y del
imperialismo de EE.UU.? Porque no fue un acto religioso, fue un acto político.
Fue una venganza por décadas de abuso político y militar estadounidense en
Oriente Próximo (4). Es lo mismo en todo el mundo. En el período de los años
cincuenta a los ochenta en Latinoamérica, como reacción a las continuas
políticas odiosas de Washington, hubo innumerables actos de terrorismo contra objetivos
diplomáticos y militares estadounidenses así como contra oficinas de
corporaciones de EE.UU.; no tuvo nada que ver con la religión.
De alguna manera, los dirigentes estadounidenses tienen que aprender que su
país no está eximido de la historia, que sus acciones tienen consecuencias.
Afganistán
Ante la necesidad de defender la ocupación estadounidense de Afganistán, muchos
estadounidenses han citado la severa opresión de las mujeres en ese país
desesperado y quisieran que se creyera que EE.UU. es la última gran esperanza
para esas pobres mujeres. Sin embargo, en los años ochenta EE.UU. jugó un papel
indispensable en el derrocamiento de un gobierno afgano secular y relativamente
progresista, que se había esforzado por otorgar a las mujeres mucha más libertad
que la que llegarán a tener algún día bajo el actual gobierno, más
probablemente que la que nunca jamás lleguen a obtener. Lo que sigue son
algunos pasajes de un manual del ejército de EE.UU. de 1986 sobre Afganistán
que se refieren a las políticas de ese gobierno respecto a las mujeres:
“provisiones de libertad total en la elección de la pareja de matrimonio, y
fijación de una edad mínima de matrimonio de 16 para mujeres y 18 para
hombres”; “abolición de los matrimonios forzados”; “sacar [a las mujeres] de la
reclusión e iniciar programas sociales”; “amplios programas de alfabetización,
especialmente para mujeres”; “colocación de niñas y niños en la misma sala de
clases”; “preocupación por el cambio de los roles de género y asegurar a las
mujeres un papel más activo en la política”. (5)
El derrocamiento de ese gobierno allanó el camino para la llegada al poder de
un régimen fundamentalista islámico, seguido por los horrendos talibanes. ¿Y
por qué decidió EE.UU., en su infinita sabiduría, hacer algo semejante? Sobre
todo porque el gobierno afgano estaba aliado con la Unión Soviética y
Washington quería atraer a los rusos a un cenagal militar irremediable “Ahora
tenemos la oportunidad de dar a la Unión Soviética su Guerra de Vietnam” dijo
Zbigniew Brzezinski, consejero nacional de seguridad del presidente Carter. (6)
Las mujeres de Afganistán nunca sabrán qué resultados habría tenido la campaña
para elevarlas al estatus de seres humanos por parte entera, pero hay quienes
argumentarán que es sólo un pequeño precio a pagar por una maravillosa victoria
en la Guerra Fría.
Cuba
¿Por qué se refieren rutinariamente los medios dominantes a Cuba como
dictadura? ¿Por qué no es poco común que incluso gente de izquierdas haga lo
mismo? Pienso que muchos de estos últimos lo hacen porque creen que si no lo
hicieran correrían riesgo de no ser tomados en serio, en gran parte un vestigio
de la Guerra Fría
cuando comunistas de todo el mundo eran ridiculizados por seguir la línea del
partido de Moscú. ¿Pero qué hace o de qué carece Cuba para convertirla en una
dictadura? ¿Ninguna “prensa libre”? Aparte del tema de cuán libres son los
medios occidentales, si ése ha de ser el estándar, ¿qué pasaría si Cuba
anunciara que de ahora en adelante cualquiera en el país podría ser propietario
de cualquier tipo de medio de información? ¿Cuánto tardaría antes de el que
dinero de la CIA
–dinero secreto e ilimitado de la
CIA financiando todo tipo de fachadas en Cuba– fuera dueño o
controlara la mayor parte de los medios dignos de ser apropiados o controlados?
¿Lo que le faltan a Cuba son “elecciones libres”? Tiene regularmente elecciones
libres en los ámbitos municipal, regional y nacional. El dinero no juega
virtualmente ningún papel en esas elecciones; tampoco la política partidaria, incluido
el Partido Comunista, ya que los candidatos se presentan como individuos (7).
De nuevo, ¿cuál es el estándar según el cual hay que juzgar las elecciones
cubanas? La mayoría de los estadounidenses, si pensaran en ello, podrían tener
dificultades para llegar a imaginar lo que sería una elección libre y
democrática, sin grandes concentraciones de dinero corporativo, o cómo
funcionaría. ¿Lograría finalmente Ralph Nader aparecer en todas las papeletas
de votación en los 50 Estados, participar en los debates nacionales en la
televisión, poder equipararse a los dos partidos monopolistas en la publicidad
en los medios? Si ése fuera el caso, creo que es probable que ganara; y es el
motivo para que no sea el caso. O tal vez Cuba carece de nuestro maravilloso sistema
de “colegio electoral”, en el cual el candidato presidencial con más votos no
es necesariamente el vencedor. Si pensamos realmente que este sistema es un
buen ejemplo de democracia, ¿por qué no lo utilizamos también para elecciones
locales y estatales?
¿Es Cuba una dictadura porque arresta a disidentes? Miles de manifestantes
contra la guerra y otros temas han sido arrestados en EE.UU. en los últimos
años, como en cada período en la historia de EE.UU. Y recordad: EE.UU. es para
el gobierno cubano lo que al Qaida es para Washington, sólo mucho más poderoso
y más cercano. Desde la revolución cubana, EE.UU. y exiliados cubanos
anticastristas en EE.UU. han infligido a Cuba más daño y más pérdida de vidas
que lo que ocurrió en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.
(Esto ha sido documentado por Cuba en un juicio de 1999 contra EE.UU, en el que
detalla 181.100 millones de dólares en compensación para las víctimas: la
muerte de 3.478 cubanos y las heridas o mutilaciones de otros 2.099. El juicio
cubano ha estado en manos del Comité de Contraterrorismo de la ONU desde 2001, un comité
compuesto por todos los 15 miembros del Consejo de Seguridad, que por cierto
incluyen a EE.UU., lo que puede explicar la falta de acción al respecto.)
Los disidentes cubanos han tenido generalmente conexiones muy cercanas, por
cierto íntimas, políticas y financieras, con agentes del gobierno de EE.UU.
¿Ignoraría el gobierno de EE.UU. a un grupo de estadounidenses que recibiera
fondos de al Qaida y se dedicara a repetidas reuniones con miembros conocidos
de esa organización? En los últimos años EE.UU. ha arrestado a muchísima gente
en EE.UU. y en el exterior sólo sobre la base de presuntos vínculos con al
Qaida, con mucha menos evidencia que la que Cuba ha tenido sobre los vínculos
de sus disidentes con EE.UU. Virtualmente todos los “prisioneros políticos” de
Cuba son semejantes disidentes. Mientras otros podrán calificar de dictadura
las políticas de seguridad de Cuba, yo las llamo autodefensa. (8)
La lista de terroristas
De un modo tan casual como rutinario como el de calificar a Cuba de dictadura,
los medios dominantes lo utilizan en informaciones de que “Hizbulá [o Hamás, o
las FARC, etc.] es considerado un grupo terrorista por EE.UU.”, declarado con
tanta naturalidad como decir que Hizbulá se encuentra en el Líbano. La
inclusión en la lista limita a una organización de diversas maneras, como su
capacidad de reunir fondos y de viajar internacionalmente. Y la inclusión es
apenas más que una decisión política hecha por el gobierno de EE.UU. Quién sea
colocado o no en la lista terrorista del Departamento de Estado tiene mucho que
ver con la medida en que el grupo apoye las políticas de EE.UU. o de Israel. La
lista, por ejemplo, nunca incluye a ninguno de los grupos o individuos
anticastristas en Florida, aunque esa gente ha realizado literalmente cientos
de actos terroristas en las últimas décadas, en Latinoamérica, en EE.UU. y en
Europa. Y mientras leéis esto, los dos hombres responsables por hacer volar un
avión comercial cubano en 1976, cobrando 73 vidas, Orlando Bosch y Luis
Posada, caminan libres bajo el sol de la Florida. Imaginad
que Osama bin Laden caminara libremente por las calles de una ciudad afgana o
paquistaní, participando en manifestaciones políticas como lo hace Posada en
Florida. Venezuela solicitó a EE.UU. que extraditara a Posada hace cinco años y
todavía espera.
Bosch y Posada son sólo dos de cientos de terroristas latinoamericanos que han
recibido refugio en EE.UU. con el pasar de los años (9). Varios gobiernos,
demócratas y republicanos, también han suministrado un apoyo cercano a
terroristas en Kosovo, Bosnia, Irán, Iraq, Chechenia, Afganistán, Pakistán y
otros sitios, incluidos los que tienen conexiones conocidas con al Qaida. Sin
embargo, en las grandiosas oficinas del Departamento de Estado hay hombres
expertos que mencionan a Cuba como “patrocinadora estatal de terrorismo”, junto
con Siria, Sudán e Irán (10). Es la lista completa.
Mientras tanto, los cinco cubanos enviados a Miami para monitorear a los
terroristas anticastristas pasan su duodécimo año en prisiones de EE.UU. El
gobierno cubano cometió el error extremadamente imprudente de entregar al FBI
la evidencia sobre las actividades terroristas reunida por los cinco cubanos.
En lugar de arrestar a los terroristas, el FBI arrestó a los cinco cubanos
(sic).
Notas
1. Washington Post, 19 de agosto de 2010
2. Associated Press, 21 de agosto de 2010
3. Newsweek, 13 de julio de 1992
4. Véase capítulo uno del libro de Blum Rogue State: A Guide to the Worlds Only Superpower
5. US Department of the Army, Afghanistan, A Country Study (1986), pp.121, 128, 130, 223, 232
6. Véase la anotación sobre Brzezinski en Wikipedia
7. Véase Anti-Empire Report del 25 de septiembre de 2006, Tercer ítem, para más información sobre el proceso electoral cubano.
8. Para una discusión detallado de los presuntos prisioneros políticos de Cuba véase el artículo Cuba and the Number of "Political Prisoners", Huffington Post, 24 de agosto de 2010
9. Rogue State, capítulo 9
10. Véase State Department: www.state.gov/s/ct/c14151.htm
11. The Examiner (Washington, DC), 20 de agosto de 2010
William Blum es autor de:
* Killing Hope: US Military and CIA Interventions Since World War 2
* Rogue State: A Guide to the Worlds Only Superpower
* West-Bloc Dissident: A Cold War Memoir
* Freeing the World to Death: Essays on the American Empire
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article26280.htm