OBAMA EN CHILE: OPINION DE CEDECH

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Publicado el 01/04/2011

El mandatario de EEUU alcanza la Casa Blanca con el lema: "¡Hope!". Significa esperanza. Hombre de color, joven, de clase media, carismático promete enmendar errores y horrores de su antecesor. Sin embargo, hasta ahora, al menos en política exterior, incumple.


 
El campo de concentración de Guatánamo continúa vigente y en sus lóbregos recintos -sin debido proceso- languidecen prisioneros de guerra acusados de "terroristas".
 
Irak aun padece  la ocupación de EEUU. Jamás se encontraron las armas de destrucción masiva que, según Bush, almacenaba el Presidente Sadam Hussein. Bombardeos, muertos y mutilados. Incluso el museo de Bagdad objeto de pillaje. Esa violación de los DDHH perdura.


 
No conforme con ello Obama activa la intervención en Afganistán. Pretexto Bin Laden y el fundamentalismo islámico. Ello supone incremento de presencia de tropas yanquis en Pakistán.


 
Irán es objeto de chantajes por desarrollar la energía nuclear y Libia amedrentada por la US Navy y Washington apoya a la OTAN en  intervención de ese país árabe norafricano.
 
En suma, Obama ratifica la política imperialista de EEUU. Discrepamos de quienes, en el III mundo y, específicamente, en nuestra América, se engolosinan con la "globalización". Se contrargumenta: perdura la dicotomía Centro-Periferia.
 
La presencia del Presidente Obama es deplorable. Supone la sombra de quienes, apenas ayer, en 1989, invaden Panamá y encarcelan a su Presidente. Los que intervienen en nuestra política interna. Ahora mismo nos imponen una contaminante central termoeléctrica  así como ayer empujaron el pronunciamiento del Once y después envenenan nuestra uva de exportación.


 
Reiterando  nuestra tesis nacionalista  se manifesta que el líder de "¡Hope!" hoy es el representante el viejo y vigente "Big stick". Aplaudirlo implica complicidad con una megapotencia cuyo afán de tutoría supone la práctica del terrorismo vulnerador de los DDHH y de la soberanía de los Estados de la humanidad sumergida.