La semana anterior, 60 maestros de
La Paz participaron en el curso-taller: “Las manos en la masa” en el colegio
Franco Boliviano. Las capacitadoras de este curso-taller fueron las expertas
colombianas Virginia Quiroga y Margarita Gómez, encargadas del programa
“Pequeños Científicos” de Colombia. El objetivo del curso-taller fue permitir
dar a los maestros de escuelas bolivianas instrumentos de análisis para que
puedan ser aplicados en los alumnos, en temas como ciencia y ciudadanía, a
través de métodos rigurosos, pero en los que se utilizarán objetos cotidianos y
baratos que cada docente y estudiante puede adquirir, como papel, madera o
piedras.
Esta noticia es excelente, porque los expertos sabemos que en realidad, todos
los niños son “científicos naturales”, porque no solamente son muy inquisitivos
y llenos de energía, sino que poseen un instinto natural para realizar
experimentos a manera de juegos. Preguntas como: ¿qué es esto?, ¿para qué es?,
¿por qué es así?, y ¿para quién es? son muy comunes que los niños y niñas de
corta edad hacen a sus padres; y generalmente son hechas con un solo fin:
¡comprender la naturaleza en acción! Estas mismas preguntas son muy comunes en
un investigador maduro, y la respuesta que se dé a ellas permite que la ciencia
avance. Aprovechando estas cualidades, la meta de un entrenamiento en
investigación a una edad temprana debe ser para alentar y refinar el amor
innato que tienen los niños de explorar el mundo que los rodea y ayudarles a
crecer como individuos con capacidad de pensamiento crítico, que tanto necesita
la sociedad boliviana.
Importancia de un Entrenamiento Temprano en Investigación Científica
“La excelencia en la educación en actividades científicas debe comenzar en el
nivel de kindergarten”, así se expresa Mariette DiChristina, Editora de la
revista Scientific American, marzo 2010. En efecto, un buen entrenamiento en
tareas de investigación y aplicación de la ciencia desde el ciclo primario del
sistema educativo es muy importante para lograr individuos con pensamiento
crítico de alto nivel que sean un aporte importante a la sociedad boliviana; en
vez de los individuos comunes que hoy en día tenemos como producto de una
educación humanística caduca que impulsó a Mariano Baptista Gumucio a escribir
su famoso libro “Salvemos a Bolivia de la Escuela”.
En el libro de mi autoría “Técnicas de I+D en Ciencias y Tecnología” (Edición
2006 Los Amigos del Libro) sostengo: “Debemos entrenar a nuestros alumnos en
tareas de investigación en forma temprana, utilizando el paradigma educativo:
Aprendizaje Basado en Proyectos Introductorios de Investigación, utilizando la
nueva filosofía educativa conocida por sus siglas en Inglés SFAL, desarrollada
por París & Ayres (Universidad de Cornell, 1994) y que en Castellano quiere
decir: “Aprendizaje Activo Enfocado al Alumno”. Es que la ciencia parte de
hechos observables por los cinco sentidos del individuo y su rol principal es
describirlos por medio de leyes universalmente inmutables.
El enfoque central debe introducir a los niños y niñas a la idea más
fundamental – ciencia es una actividad cuidadosamente realizada para aprender
acerca del mundo que nos rodea – y de paso mostrar que cualquier niño o niña
puede aprender ciencia jugando. Un grupo de la Universidad de Chicago está
desarrollando un enfoque similar llamado Integrated Science-Literacy Enactments
(www.uic.edu/educ.ISLE/) para los niveles kindergarten a 6º de primaria y como
resultado final se ha observado que los niños y niñas participantes del
proyecto independientemente de su nivel social y raza, por lo general muestran
un elevado índice de aprendizaje comparado con aquellos que tienen una
educación formal tradicional.
Es importante decir que este tipo de lecciones no depende de tener equipos
caros con lo último de juegos computarizados. Es suficiente tener a mano
instrumentos y métodos de baja tecnología, incluyendo experimentos tan simples
como observar cómo la sal se disuelve en agua; poner nombre a una figura o
fotografía en una lámina de objetos. Por ello, el taller conducido en La Paz
utilizó papel, piedra y tierra; donde los alumnos tocan la materia de manera
concreta e interrogan la realidad de manera directa. Los alumnos elaboran sus
preguntas: ¿es el papel más sólido que la madera?, ¿cómo podemos saberlo?; con
estas preguntas inician su tarea de investigadores explicaba el agregado
cultural francés Eric Rousseau.
Es obvio que de esta manera, los niños y niñas desarrollan rápidamente una
capacidad de observación y experimentación acuciosa, hacer preguntas, sacar
conclusiones y compartir sus conocimientos con sus coleguitas; y lo que es más
interesante se elimina la brecha en actitudes de género. Y cuando llegan a su
casa, comentan y comparten orgullosamente con sus padres y hermanos lo que han
aprendido.
Además, la ciencia se basa en valores cotidianos de cada época y en la mayoría
de sus aspectos son un resultado de la aplicación sistemática de algunos
valores humanos, tales como la diligencia, la duda, la curiosidad, la abertura
para nuevas ideas, la imaginación y la perseverancia, que necesitan ser
despertados en todos los seres humanos. No debemos pensar mucho en usar la
ciencia como instrumento de poder, sino mucho más en el de desarrollo humano.
Luego, el joven alumno merece aprender a ver y entender, para esto debe ser
asesorado en la escuela en el desarrollo de su capacidad de pensamiento crítico
y consistente, para lograr el bienestar de la sociedad.
Cómo Introducir en el Programa Curricular Actual
En la actualidad, los sistemas educativos ya no tienen el monopolio de la
formación, porque se aprende tanto fuera de la escuela, como en los hogares,
los espacios diversos y novedosos de socialización, e incluso en la actividad
cotidiana. Por lo tanto, los sistemas educativos deben ser cada vez más
abiertos y más flexibles, para permitir a los profesores y docentes que
practiquen ideas creativas en el proceso enseñanza – aprendizaje, y no sigan
ciegamente las recetas dictadas por el Ministerio de Educación del Gobierno
central en un denominado Programa Oficial.
Pero también existe el problema del tiempo; debido a la carga horaria pesada
que tienen en las escuelas para enseñar humanidades, un maestro que desee
programar actividades de investigación para sus alumnos, se vería ante la
dificultad de decidir si el Director de Escuela le gustaría que haga un trueque
de enseñar historia por uno de actividad científica. Si se decidiera enseñar
más ciencia en el kinder o en primaria, ¿por cuál materia sería reemplazada?
Probablemente ninguna, dice un estudio realizado en la Universidad de Purdue de
EEUU bajo el nombre de Proyecto de Alfabetización Científica
(www.purduescientificliteracyproject.org), donde los investigadores han desarrollado
un abordaje práctico para enseñar ciencia en kindergarten que se integra bien
con el lenguaje que aprenden.
Finalmente, al margen de las buenas intenciones que haya tenido el Taller de La
Paz, los directores y los profesores de colegios e institutos educativos
deberán comprometerse a aplicar las nuevas técnicas aprendidas; porque casi
siempre ocurre que los bolivianos somos buenos para comprender un cambio, pero
somos muy reacios para cambiar nuestras viejas costumbres. Deben pensar más en
que no se trata de mantener a los niños ocupados en la escuela, sino que de
todos ellos alcancen objetivos educativos, de manera tal que puedan integrarse
a la sociedad como ciudadanos con capacidad de pensamiento crítico que sean un
verdadero aporte a la sociedad. Bolivia toda les agradecerá.
El Dr. Escalera es Ph.D. en Ingeniería de USA, Profesor Emerito UMSS y experto
en el área de I&D para generar C&T, con sede en Cochabamba.
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ENTRENAMIENTO CIENTIFICO EN FORMA TEMPRANA PARA LA NIÑEZ BOLIVIANA