CUIDADO CON LOS TRANSGENICOS

Por:
"El Nacional", de Tarija

Publicado el 01/06/2011

Estábamos terminando de leer un alarmante material sobre los peligros que tienen los alimentos transgénicos y el por qué en muchos países, principalmente de Europa, millones de personas se resisten a consumirlos, cuando nos tropezamos con esta novedad: El Gobierno confirmó que impulsa una nueva ley para permitir la producción y comercialización de alimentos transgénicos, pese a que el gobernante había rechazado varias veces de plano esos productos.
El argumento, que nosotros llamaríamos mejor “pretexto” es que “la producción orgánica no es suficiente para garantizar el abastecimiento interno y los excedentes de exportación de alimentos”.
Para colmo de males, quien esgrime el pretexto es el ministro de Autonomías, Carlos Romero, de quien nos habían asegurado que es un profesional serio. Si defiende los transgénicos, eso queda en duda.
Una profesional seria, que ha dado muchas muestras de su compromiso con las causas ecológicas, sin ser fanática ni intolerante, es Silvia Ribeiro, cuyo material solemos publicar en estas páginas. Pues bien, ella en un trabajo muy reciente sobre la agresiva aparición de bacterias E.Coli, y acerca de los transgénicos afirma esto:
“En el caso de las bacterias E.coli, de las que hay muchas diferentes cepas, éstas son usadas y manipuladas en forma intensiva y masiva por la industria, por lo que están favoreciendo todo el tiempo la creación de nuevas cepas. Por ejemplo, son un elemento importante en la construcción de transgénicos (agro-alimentarios, farmacéuticos y veterinarios), son el vector de fermentación de la biología sintética (manipulando con genes artificiales bacterias E. coli y levaduras, porque son rápidas y fáciles de usar), son el vector para fabricar hormonas transgénicas (hormona de crecimiento bovino) para que las vacas produzcan absurdas cantidades de leche que las enferman y nos enferman. En la mayoría de los casos, para probar si la transgenia fue exitosa, les aplican antibióticos, por lo que además de la transferencia horizontal de material genético entre diferentes bacterias (que de por sí promueven los transgénicos), aumentan también la resistencia a antibióticos”.
Eso es argumentar en forma convincente y mientras no estudien a fondo, de verdad, los riesgos a los cuales nos estaríamos sometiendo los bolivianos, es mejor que no se pongan a manipular leyes relacionadas con los transgénicos.
Además, de sobra se ha demostrado que los problemas se seguridad alimentaria no están en la dificultades para producir alimentos, ni en supuestos incrementos desmesurados del consumo, sino en la especulación mercantil que está haciendo con los alimentos gente que no tienen nada que ver con producción, sino solamente con el “negocio”.
Tampoco tienen que ver con la crisis alimentaria los “fenómenos naturales”, que si bien afectan la producción y la productividad, no lo hacen tanto como la especulación mercantil.
Ahora que el tema está todavía “en veremos”, es hora de alertarnos y de que se alerten nuestros representantes en el aparato legislativo (la Pluri”) para que no vayamos a embarcarnos en algo de lo cual vayamos a arrepentirnos no solamente en ésta generación, sino históricamente. Algo supimos de resistencias a esta intención de “transgenizar” nuestro alimento. Aplaudimos esa resistencia.