
Bolivia es gigantesco emporio energético. Sin embargo, la
exigencia boliviana de un puerto soberano sobre el Pacífico es un factor que
anula aquella ecuación -en su momento luminosa- "mar por gas, petróleo y
agua dulce". Por otro lado, la inestabilidad política de esa república
fronteriza es argumento que permite a nuestros
aislacionistas excluir del debate tal estrategia.
Argentina posee centrales hidroeléctricas en la Patagonia con ríos que
desembocan en el Atlántico. El proyecto de HidroAysen para abaratar costos y
evitar el deterioro del paisaje a través de 4 mil kilómetros podría usar el
tendido eléctrico trasandino con las debidas derivaciones a las regiones. Esto
es visualizado una torpeza comparable con la restricción del gas ordenado por
la Casa Rosada.
Es frecuente en diversos círculos aludir a la "globalización" y se
promueven TLCs con "n" países. Se escogen los que estén ubicados lo
más lejos posible, por ejemplo Corea o EEUU. Sin embargo, quien propone
complementaciones con los vecinos entra en colisión con las hipótesis de
conflicto derivadas de la
Geopolítica oficial. Se presume, al instante, que dañarían al
país.
Por otro lado, resulta extraño que Pascua Lama -la explotación aurífera de la Barrick Gold- que
deteriorá la III Región
y que también se relaciona con la
Provincia de San Juan no registre oposición masiva como
HidroAysén. No es misterio para nadie que las ONGs ambientalistas del I mundo
financian la oposición a las represas en la Patagonia
chilena.
El país es pobre en energía y se empeña en crecer, carece de petróleo y gas. Se
cuestiona la electricidad derivada de la quemazón de material fósil porque
envenena la atmósfera con smog contribuyendo al efecto invernadero. La
ciudadanía las rechaza y se verifica que el CO2 es factor que genera el
calentamiento global. En suma, se está en un
"zapato chino".
El país empeñado en crecer económicamente exige energía. En los 40 –a
horcajadas del Frente Popular, Pedro Aguirre Cerda y la CORFO- se hace el elogio de
la "hulla blanca", es decir, de las caídas de agua como nueva matriz
energética. Así nace la nace la
ENDESA y una cadena de centrales. La última -Ralco- sobre el
Bio Bio la resisten ecologistas e indigenistas.
Se alude a las energías alternativas que son "limpias", renovables y
no alteran el ecosistema. Hay referencias a la eólica, a la solar, a la biomasa
o a la geotérmica. No obstante, no son viables por lo menguado del suministro o
por el costo que implica instalarlas. El cataclismo que efectara a Japón - y
también nuestra catástrofe del 27
de febrero- pospone el proyecto nuclear. La IN (*) en toda nuestra América
comenzando por Argentina posee pasión desarrollista. En Chile se deplora el
fracaso del plan industrial del Presidente Balmaceda, se aplaude la política de
sustitución de importaciones que conlleva la expansión fabril. La preservación
del paisaje -la verdad sea dicha- carece de relevancia en las ideas-fuerzas de
esta tendencia.
Siempre se alude a la
Independencia económica y al desarrollo industrial como base
e una soberanía sólida. Esta postura -nos guste o no- son vigorizadas por la CEPAL de los 60 representada
por Julio Antonio Mayobre, Carlos Sánz de Santa María, Raúl Prebisch y Felipe
Herrera. La desconfianza respecto a los vecinos y la urgencia de
energía son el problema.
Es importante, desde otro ángulo, indagar la presencia de las trasnacionales en
HidroAysen así como el rol que desempeña el magnate Tompkins que es dueño de
una segmento importante de la X Región colindante con nuestra Patagonia. Es
importante también inquietarse por tácitos planes del sionismo en orden a
generar enclaves israelíes
en la gigantesca comarca austral.
Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECH
www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com
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(*) IN es la Izquierda Nacional
tendencia adscrita al peronismo. Funde
-en la línea de Manuel Ugarte- el socialismo con el nacionalismo. En
los decenios recientes la representó Jorge Abelardo Ramos y Jorge Enea
Spilimbergo. Uno de sus actuales dirigentes es el geografo Nestor
Gorojovski quien sugiere el empalme de la eventual electridad de
Hidroaysen con el tendido trasandino.