ARGENTINA: EL VOTO DE LA DERECHA ES RESISTENTE AL DISCURSO DESARROLLISTA

Por:
Héctor Menéndez

Publicado el 01/07/2011

Días pasados, comentando las relaciones contradictorias del FpV y el PJ cordobés que candidatea a De la Sota, decíamos que toda la especulación está referida a como evitar que el voto “del campo” vaya a Juez ó a los radicales en las elecciones provinciales. Si el PJ de Schiaretti – De la Sota se alineara con el gobierno nacional quizás perdería las elecciones y entonces no le serviría a nadie. La oposición agraria es un problema de mediano plazo. La base pequeñoburguesa, de algunos obreros y desposeídos, los numerosos votos que arrastra este bloque reaccionario de gente  con bajos ingresos –no todos los que votan a la SRA tienen campo ó cobran arrendamientos - solamente podrán ser ganados a una política de industrialización antiimperialista si el gobierno deja de hablar al pedo contra la soja que desertifica y plantea una solución a la exclusión social de la nueva agricultura con un plan agrario, con empresas cooperativas y estatales que mantengan gente en el campo, utilizando la nuevas tecnologías. Incluida la siembra directa y para ello la transgénesis. La solución fácil de la agricultura familiar de Lula en Brasil, que llegó a crear un mercado protegido para la comercialización de los productos de esa agricultura que, sin esa protección, solo podrían ser para autoconsumo ya que no pueden competir con la nueva agricultura, tecnológicamente más productiva y de mayor escala, es sin decirlo una manera de apostar al gran capital y subsidiar el derecho al pataleo. Es como el programa de hambre cero de Brasil ó el plan Jefes y Jefas de Argentina, una justificación para no reestructurar la nueva economía agropecuaria y subsidiar con ingresos miserables la desocupación. La nueva economía agraria choca con los muros de la economía capitalista. Sin una propuesta audaz de un nuevo plan agrario que le de escala a la producción cooperativa y estatal en el campo no se podrá quitarle la base social al sector de la gran burguesía agraria, nacional y extranjera, que está lanzada al nuevo negocio de las materias primas agropecuarias y que se oponen a una industrialización autónoma del país.

Pocos días después ocurrió otro episodio de crisis en la ingeniería electoral destinada a desviar el voto “agrario”, esta vez en la provincia de La Pampa. El cambio de las candidaturas a legisladores nacionales por otros más fieles produjo la renuncia a su candidatura como gobernador del senador Verna. Otro “panqueque”, como De la Sota.

 

¿Qué votaron los porteños que votaron a Macri? Sí, qué, con acento. Se entiende el voto de Retiro/Recoleta con el 65,64 % para Macri, o el de Barrio Norte que le dio el 56,90 %, voto que, más allá de la intencionada propaganda confusa y populachera de Macri, tiene la conciencia de clase de un concentrado voto burgués. Pero, ¿Qué carajo vota la pequeño burguesía dominante en todos los demás barrios de la Capital Federal y los núcleos obreros dominados por la influencia de esa pequeña burguesía?  ....................

¿Macri puede tomarse como una promesa de mejores ingresos para los sectores medios y obreros? ¡No! Su adscripción al neoliberalismo, a EE.UU. e Israel, su rabiosa campaña contra Chávez criticando al gobierno por su ambivalente relación con Venezuela, su origen histórico en las corporaciones de la gran burguesía, igual que su homologo italiano Berlusconi, que surgió de las corporaciones empresarias dando un centro reaccionario a la crisis de los partidos neofascistas y socialdemócratas no es una promesa de solución a la necesaria mejor distribución de la renta. Macri, a partir de su participación del 20 %  en SOCMA y de la empresa Boca Juniors que como el Milán a Berlusconi además de darle dividendos le permite utilizar el “circo moderno” de la burguesía en beneficio de su instalación como un hombre del pueblo, cuando en realidad es un refrito, una actualización de los intereses de los grandes grupos económicos desarrollados al calor de la dictadura genocida con Martínez de Hoz ó el nuevo rostro de los sectores dominantes del menemismo. ¡No es muy difícil ver esto! (Estos párrafos no comentan los resultados de ayer, son del 6 de julio del 2007 cuando Macri ganó la primera vuelta.)

 

En ese artículo buscábamos explicarnos esos resultados con una lógica política, ideológica. Si siguiéramos esa lógica para tratar de explicar los nuevos resultados de ayer sería para volverse locos. Desde entonces, Macri y su partido el PRO, que sigue hasta en sus gestos más insignificantes las formas empresarias de los gobiernos de los países centrales a los que visita habitualmente y es recibido como un prócer. En Italia, en Francia, en Israel, trajo desde allí el método del espionaje telefónico. Justamente este sábado y domingo se destapo en Inglaterra el uso generalizado y mafioso de las escuchas telefónicas empleadas por los gobiernos de Tony Blair y del actual conservador David Cameron, en sociedad con el diario News of de World, su jefa ejecutiva Rebekah Brooks, Andy Coulson editor del diario durante las escuchas y luego empleado como director de comunicaciones del gobierno de Cameron. Todo bajo el conocimiento y beneplácito de Rupert Murdoch, dueño del mayor imperio mediático del planeta. Les pincharon el teléfono a 4000 personas. Cuando leíamos la noticia en familia, uno de mis nietos interrumpió la lectura diciendo: ¡Igual que Macri, el fino Palacios y el diario Clarín! Nada que agregar. Bueno, este personaje volvió a ganar con el 47, 1 %. Nuevamente destacó el voto burgués conciente de Recoleta con el 60 % pero gano en todos los barrios con más del 40 %. Otra vez: ¡Qué carajo votaron! Sin aceptar toda la satanización que del gobierno de Macri hayan hecho el kirchnerismo y las corrientes de izquierda, no hay obras ni soluciones sociales a la vista que expliquen este voto haciendo a un lado la mafia de las escuchas telefónicas. Hay que concluir que la dominación de clase de la burguesía tiene una lógica política apoyada en su dominación ideológica y este voto de derecha en la Capital no se remueve fácilmente.

 

Así como decimos que para quitarle la base social al bloque agrario, que arrastra a peones, semiproletarios y estratos medios sin tierra detrás del programa antiindustrialista, es necesaria una intervención audaz del Estado en el campo creando cooperativas, estaciones de máquinas, para que los chacareros, hoy rentistas vuelvan a la producción. Empresas del Estado en el campo para garantizar los productos necesarios para abastecer con regularidad el mercado interno, que establezcan precios y tarifas de referencia. Radicación de la industria de transformación en la misma región donde se producen las materias primas. Una ley agraria que permita a los organismos técnicos del Estado determinar una planificación de la siembra de cada especie. Única manera de ganar a esa base social de no propietarios que hoy se movilizan en apoyo al derecho a la riqueza de los que más tienen. Del mismo modo, para ganar esa base social de explotados que votan por Macri, el representante emblemático de las más grandes corporaciones empresarias con dominio del capital externo, es necesario que el Estado nacional intervenga directamente como empresario en la economía.

Tomemos un ejemplo. Los ferrocarriles metropolitanos funcionan bajo concesiones del Estado a capitales privados y son un ejemplo de la inoperancia. Bajo el estado los ferrocarriles perdían un millón de pesos por día. A moneda estable hoy pierden mucho más y los servicios son malos. No hay inversión privada en infraestructura. Los capitales externos no invierten ni invertirán a largo plazo buscando la competitividad de la economía argentina y el desarrollo. Los capitales domésticos no están dispuestos a enfrentar esa lógica. Se acercan al gobierno y a las licitaciones para ganar plata lo más rápidamente que se pueda, luego fugan capitales ó apuestan a la valorización financiera en el exterior. El único que en el país dependiente invierte a largo plazo en infraestructura y en los sectores claves de la economía como petróleo, electricidad, siderurgia es el Estado. Si el gobierno, en lugar de mantener a la Unión Ferroviaria como socia de la explotación de los ferrocarriles, desnaturalizándola como sindicato e incorporando la corrupción de los capitalistas en su seno, reestatiza y refunda la Empresa de Ferrocarriles Argentina –EFEA – interviene la UF, la declara en estado de asamblea y llama a elecciones libres y democráticas con representación proporcional, abriendo la intervención plena de la base de trabajadores ferroviarios y excluyendo a los burócratas como Pedraza, podrá apoyarse en el control de los mismos trabajadores sobre la empresa estatizada y encarar un plan de mejoramiento de toda la red metropolitana de los ferrocarriles. ¡Después me cuentan si Macri podría mantener ese voto cautivo de los explotados! El nieto que citaba más arriba me decía que el gobierno no contaba con un movimiento social avanzado que le permitiera tomar esas medidas. ¡Nunca lo tendrá si no empieza a tomarlas y se mantiene sometido ideológicamente al pensamiento antiestatalista diciendo a cada rato que la empresa debe ser privada y el gerenciamiento debe ser privado! Debiera seguir los consejos programáticos levantados por la Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista que dirige la CGT con los viejos programas obreros de La Falda y Huerta Grande, que proponen un plan agrario y la estatización de los servicios públicos y los sectores claves de la economía. ¡Quizás la oportunidad se presente después de octubre!

 

Si Filmus pasó del 23 al 27,8 % y CFK dicen que gana la elección nacional en la Capital, que perdió en el 2007, se debe a la reestatización de las AFJP y de Aerolíneas y a la incorporación al sistema jubilatorio a 2.5 millones de viejos que estaban fuera del sistema. Ahora hay que rejuntar los capitales repartidos por los privados de las AFJP en paquetes accionarios en 42 empresas. Rejuntarlos repito, y emprender un plan de empresas nacionales.