ENTREVISTA A ANDRES SOLIZ RADA
Separadora debía funcionar antes de aumentar exportación

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Publicado el 01/08/2011

Quien fuera primer ministro de Hidrocarburos del gobierno de Evo Morales, Andrés Soliz Rada, recordó ayer que en junio de 2006 se suscribió un acuerdo con Argentina en virtud al cual Bolivia se comprometía a incrementar la exportación de gas a ese país, desde 7,7 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) a 27,7 MMCD, a condición de que Enarsa (Energía Argentina Sociedad Anónima), la empresa estatal del vecino país, financie el 100% de la planta separadora de líquidos que se debió instalar en territorio boliviano y de que ésta entre en pleno funcionamiento antes de incrementar el volumen de las exportaciones.

¿Se cumplió el acuerdo? Al parecer no. Lo que sí ocurrió es que en tiempo récord, como se ufanaron en explicar las autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), se construyó el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), que en primera instancia permitirá incrementar de 7 a 11 MMCD la exportación de gas hacia Argentina, en tanto que la planta separadora del Chaco sigue demorada en etapa de estudios y licitaciones.

En días previos, el gobernador de Tarija, Lino Condori, abrió la posibilidad de que la Gobernación conforme una sociedad con YPFB para materializar la construcción de la Planta Separadora del Chaco (PSCH), medida que recibió respaldo en diversos sectores. En el foro de elaboración del Plan Departamental de Desarrollo Económico y Social (Pddes) realizado el pasado mes, dirigentes del Chaco plantearon inversiones departamentales en la industrialización del gas que pasan, necesariamente, en la previa instalación de la PSCH.

El vicepresidente cívico, Mario Cavero, anunció que hoy se oficializará el planteamiento al gobierno nacional, por intermedio del ministro de Hidrocarburos, José Luis Gutiérrez. Similar posición expresó el secretario de Hidrocarburos de la Gobernación, Dino Beltrán, así como el representante por Tarija en el directorio de YPFB, Luis Lafuente.

El País conversó con el ex ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, para conocer los términos en los que se acordó con Enarsa el incremento de exportación de gas a ese país y la instalación de la PSCH.

El País (EP).- El 29 junio de 2006 estuvieron en Argentina el presidente Evo Morales y usted, y se firmó un convenio con autoridades de ese país y Enarsa. ¿Qué se acordó exactamente en relación a la mayor exportación de gas a la Argentina?

Andrés Soliz Rada (ASR).- Se acordó un incremento del precio de gas de exportación a la Argentina, el que subió de 3,2 dólares por millón de BTU a 5 dólares. Eso significó un incremento de ingresos para Bolivia de más de 220 millones de dólares, porque de recaudar por los 7,7 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) cerca de 300 millones de dólares anuales, pasamos a recibir 520 y más millones de dólares anuales. A los precios actuales, ésta cifra es aún mayor.

Adicionalmente, se acordó que se incrementarán las exportaciones de gas hasta los 27,7 MMCD, pero sujeto a la condición de que previamente se instale una planta separadora de líquidos en territorio boliviano con financiamiento de Enarsa en condiciones concesionales. El acuerdo, básicamente, consistió en “ni una molécula adicional de gas a la Argentina hasta que la planta separadora esté funcionando”.

EP.- En el momento del acuerdo hubo inquietud en Bolivia porque ese gas podría haber sido desviado a Chile, vulnerándose el mandato del referéndum de 2004, que establecía una política concreta de gas por mar en relación a La Moneda. ¿Se tomó recaudos al respecto?

ASR.- A Chile le ofrecimos venderle termoelectricidad, porque las minas del norte de ese país requieren energía eléctrica y no gas, precisamente. Ellos querían gas para convertirlo a energía eléctrica. Nuestra propuesta fue venderles directamente energía eléctrica, pero esta propuesta es resistida por las transnacionales petroleras y mineras que operan en Chile, involucradas también en la exportación de metanol a mercados de ultramar. En el caso de la exportación de gas a la Argentina, el acuerdo estableció mecanismos para evitar que ese país se convierta en puente y no se burle la política definida por el pueblo boliviano en torno al gas y al mar. De manera concreta, se otorgaba a YPFB el derecho de establecer el destino del gas boliviano de exportación a la Argentina.

EP.- ¿Por qué se condicionó el incremento de volúmenes de exportación de gas a Argentina a la instalación previa de la planta separadora de líquidos?

ASR.- Los argentinos querían que la planta separadora se instale en territorio de ellos. Ese fue uno de los puntos más difíciles de la negociación que estuvo a punto de hacer fracasar la firma del acuerdo. Finalmente, tuvieron que ceder frente a la postura firme del Gobierno boliviano y se acordó que Enarsa financiaría esa planta para construirla en territorio boliviano. La importancia de eso radica en que sólo con los licuables rescatados del gas se puede pensar en petroquímica en Bolivia.

Brasil tiene una poderosa industria petroquímica basada en gran medida en los licuables que contiene el gas boliviano que, desde 1999, llega a Sao Paulo gratuitamente hasta 2008. Bolivia enriqueció a Petrobras con este regalo que aún persiste, dado que sólo pagan desde 2008 una módica suma de alrededor de 100 millones de dólares anuales.

Con Argentina ha ocurrido algo similar desde hace décadas. Hoy mismo el GLP que contiene el gas boliviano que se exporta allí nos lo revenden luego de recuperarlo en Campo Durán. Pero no es precisamente Argentina, si no la transnacional Repsol YPF la que se aprovecha del negocio a costa de nuestros pueblos. La instalación de la planta separadora es un imperativo de elemental dignidad nacional. Omitir el cumplimiento de ese acuerdo puede ser considerado una traición a los intereses del país a la luz de lo que prescribe la nueva Constitución Política del Estado (CPE).

EP.- Pero recientemente se inauguró el Gasoducto Juana Azurduy y se habla que pronto se incrementarán los volúmenes de exportación de 7,7 a 11,5 MMCD y la planta separadora aún no está construida. ¿Ese hecho constituiría un daño económico al Estado porque no se está cumpliendo un acuerdo que ya está suscrito?

ASR.- Son las actuales autoridades las que deben explicar la situación exacta de las negociaciones y acuerdos con Argentina. Durante mi gestión comencé a advertir que Evo Morales y Álvaro García Linera tenían resistencias a mi política de defensa nacional y de industrialización de los hidrocarburos. El hecho es que en un siguiente viaje a la Argentina para concretar el acuerdo, se dispuso que Soliz Rada sea reemplazado por García Linera para reunirse con el ministro Julio de Vido del vecino país.