A las organizaciones no gubernamentales se las menciona (para elogiarlas o para censurarlas) casi todos los días y en todo el mundo. De hecho, el término “oenegización” está ya incorporado en el lenguaje de las ciencias sociales e inclusive en el lenguaje popular. Pero se alude a las ONG en abstracto, en forma general, y casi nunca a “una ong” en concreto. Que es lo que pretendemos hacer ahora. Con algunas ideas previas y otras complementarias, nos ocuparemos de La ONG estadounidense Conservación Internacional (CI).

Vamos con las ideas previas: Muchos teóricos se han referido a la oenegización, desde el italiano Antonio Gramsci hasta la india Arundhati Roy. Gramsci hace ya casi un siglo (murió en 1937) la relacionaba con la “hegemonía cultural”, es decir, la oenegización conllevaría una tendencia a aprobar “por sentido común” toda acción “aparentemente altruista” como “intrínsecamente positiva”. Aquí, los medios de comunicación jugarían un papel importante en el “espectáculo de la miseria”

El propósito de esto estaría en el “neocolonialismo”, que es el control y la tutela que siguen ejerciendo las potencias coloniales sobre sus antiguas colonias. Hoy la expansión ya no requiere la anexión de territorios. Hoy la expansión capitalista “salta” las fronteras e invade los territorios sin necesidad de conquistarlos y anexionarlos. Y en eso juegan un papel fundamental las ONG.

Esto se hizo notorio a raíz de la invitación recibida por algunas organizaciones sociales por parte de la Organización de Naciones Unidas en la década de 1960, para asistir sus asambleas como invitadas, Dado que la ONU es una organización de estados y había que diferenciar los niveles.

Ahora vamos a lo que anunciamos más arriba: La ONG estadounidense Conservación Internacional (CI) ya no podrá realizar actividades en el Ecuador, según dispusieron las autoridades de ese país. CI  nació en 1987, tiene su sede en Washington y opera en 25 países de cuatro continentes. Entre sus patrocinadores se encuentran las transnacionales más grandes de Estados Unidos, entre ellas la Chevron, Monsanto, Coca Cola, Walmart, Walt Disney, Mc Donalds, y otras.

Además de semejante patrocinio, CI está relacionada a los programas del Banco Mundial y de USAID.

En síntesis, el primer motivo para que suspendieran las operaciones de CI en el Ecuador,  es que el Convenio suscrito entre CI y el Estado ecuatoriano el 6 de abril de 2001 tenía una duración de 5 años y feneció en el 2006. Al no haber sido renovado ya no tiene autorización legal para seguir ejerciendo actividades en territorio nacional.

El segundo motivo tiene que ver con el no acatamiento de una resolución del Defensor del Pueblo, quien dispuso medidas de cumplimiento obligatorio para hacer efectivo el pago de una póliza de seguro de invalidez a favor del biólogo ecuatoriano Alfredo Luna, quien 1993 sufrió un accidente aéreo en 1993.

Es decir, se procedió con estricto apego a las leyes, en este caso ecuatorianas, de obligatorio cumplimiento allí. Pero nos imaginamos que CI continuará operando en otros países.

A propósito: no sabemos si CI opera en Bolivia, pero tampoco es función nuestra averiguarlo.