DEBATE EN LA IN ARGENTINA: ¿APOYO CRITICO A CRISTINA KIRCHNER?

Por:


Publicado el 01/11/2011

La pregunta fue respondida, en días previos a las elecciones

presidenciales en el país vecino, por tres personalidades de la

Izquierda Nacional argentina. Ellas son el historiador cordobés,

Roberto Ferrero, quien es la figura más relevante del Movimiento de

Izquierda Nacional de Córdoba (MINC), Gustavo Cangiano, del

“Socialismo Latinoamericano”, y Leopoldo Markus, del Partido

Socialista de la Izquierda Nacional (PSIN - Segunda Epoca).

 

 

OPINION DE ROBERTO FERRERO

 

(Apoyo critico a Cristina para la presidencia 2011-2015)

 

  El  Movimiento de Izquierda Nacional de Córdoba (MINC), ante la

necesidad de definirse política y electoralmente ante los comicios del

 23 de Octubre, ha resuelto brindar su apoyo crítico y su voto

solidario a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para su

reelección para el período gubernamental 2011-2015.

  Lo hacemos en la convicción de que el kirchnerismo expresa el

Movimiento Nacional posible, tal como él se da en esta etapa de

nuestra historia, marcada por la continuidad de la dependencia

económica de los países  de Latinoamérica, la crisis del capitalismo

mundial y la emergencia de una nueva ola -la sexta de la última

centuria-  de nacionalismo popular que recorre el continente. Es la

única opción patriótica y revolucionaria posible. La oposición, sin

excepciones, y en sus diversas acepciones y siglas, no es sino la

encarnación grotesca pero peligrosa de la restauración neoliberal que

puja por sobreponerse a su derrota política, ya que conserva sus bases

estructurales. En cuanto a las “terceras” posiciones, en su afán de

diferenciarse de uno y otro término de la contradicción principal,

asumen un carácter puramente testimonial y en los hechos favorece a la

reacción antinacional . En los momentos decisivos, se coloca siempre

al lado del opresor extranjero y sus aliados nativos (Sociedad Rural,

UIA. los medios concentrados, la partidocracia liberal…).

  Sin embargo, nuestro apoyo no significa una complacencia pasiva y

satisfecha con los logros hasta ahora alcanzados -que por conocidos

nos ahorramos enumerar-, sino un llamado fraternal pero claro y

decidido para que el gobierno nacional y las fuerzas del kirchnerismo

que constituyen su base social acentúen el rumbo antiimperialista

demasiado  tibio que los caracteriza y  cambien el eje del modelo

económico-social imperante, orientándose a la destrucción de las bases

materiales del dominio imperialista sobre el país. La infraestructura

nacional, en lo esencial, continua siendo la misma de la época

neoliberal menemista y la dependencia nacional no ha sido alterada.

Cambio auténtico y no profundización es lo que hace falta. Para ello

es preciso nacionalizar la gran minería, la riqueza hidrocarburífera,

los servicios públicos esenciales, el sistema bancario y la gran

propiedad territorial extranjera; controlar la remisión de las

ganancias de las grandes empresas transnacionales a sus sedes en el

exterior y obligarlas a reinvertir en el país una parte sustancial de

ellas; establecer el monopolio estatal del comercio exterior, gravar

la renta financiera, establecer un sistema impositivo menos regresivo

que el actual, crear un gran sector de propiedad pública, impulsar el

control de los trabajadores y consumidores., desarrollar un ala

patriótica en el Ejército y cesar de hostigarlo; reemplazar la actual

educación falsamente “progresista” y antinacional por un sistema

cultural más nacional y popular y mejorar el funcionamiento del

MERCOSUR y la UNASUR. Se debe desterrar del discurso oficial la dañina

doctrina de que el Estado es “mal administrador” y darle, por el

contrario, el más enérgico carácter intervencionista, apoyándose con

fuerza y confianza en el movimiento obrero y las juventudes  Si estas

medidas no se implementan en esta etapa de bonanza económica y apoyo

político-electoral, luego será demasiado tarde. La reacción,

preservada en sus bases materiales de sustentación  y en una red

mediática y académica que no ha sido tocada a pesar de las Ley de

Medios, no tardará en levantar cabeza otra vez  para intentar una

línea de oposición disruptiva y destituyente. Es sólo cuestión de

tiempo que lo haga.

   Si el gobierno nacional y el movimiento kirchnerista abandonan sus

rasgos de mero redistribucionismo neoyrigoyenista y su suicida

confianza neodesarrollista en las virtudes de la inversión extranjera,

 el pueblo argentino transformará  su apoyo coyun tural de un Domingo

electoral en un respaldo consistente y permanente. Pero si no lo hace,

este mismo pueblo que el 23 de octubre votará masivamente a Cristina

buscará  otros caminos y otros instrumentos para obtener la victoria

de sus grandes objetivos. Los pueblos pueden perder muchas batallas  y

verse abandonados por sus dirigentes, pero la victoria final está

asegurada por la marcha arrolladora de la Historia.

 

 

                   Mesa provisoria del Movimiento de Izquierda Nacional de

                   Córdoba (MINC).

 

                                       Córdoba, 14 de Octubre de 2011"

 

 

 

 

 

OPINION DE GUSTAV0 CANGIANO

 

(Carta a Roberto Ferrero)

 

Roberto:

 

He leído atentamente el comunicado que firma la MINC y las siguientes

son mis reflexiones:

1º)

El comunicado comienza afirmando la "necesidad" que tiene la MINC de

definir su posición electoral para los comicios del próximo domingo.

He aquí mi primera observación crítica: ¿de dónde surge esa supuesta

"necesidad"? Creo que uno de los errores de los que debe prevenirse

una entidad político-ideológica como la MINC es el de imponerse a sí

misma tareas que no se corresponden con su verdadera naturaleza o con

su nivel de desenvolvimiento presente. ¿Cuántos compañeros componen la

MINC? ¿Diez? ¿Veinte? Y ese puñado de compañeros, ¿está inserto

militantemente en el activismo obrero, estudiantil o popular? ¿O se

trata, como yo creo, de un pequeño puñado de valiosos compañeros, ya

veteranos, dedicados a la labor intelectual? Si este último fuera el

caso -y yo estoy seguro de que ese es el caso-, la "necesidad" de la

MINC no es entonces adoptar posición ante una coyuntura electoral en

la que no interviene como factor político real, sino empezar a

construir los lineamientos esenciales de un pensamiento de Izquierda

Nacional del siglo XXI, que aborde la inmensidad de temas que han

cobrado vigencia en los últimos lustros y sobre los cuales no hemos

fijado posición: la ideología de los derechos humanos como herramienta

central del imperialismo, los movimientos identitarios de la

"posmodernidad", la catástrofe que sufrieron en los setenta los grupos

inspirados ideológicamente por Puiggros, Hernández Arregui y una

"izquierda nacional" confundida con el nacionalismo de izquierda, el

derrumbe de la URSS y la conversión de China, las nuevas

subjetividades nacidas a la luz de la "revolución en las

comunicaciones", etc. Este tipo de cuestiones son, a mi juicio,

estratégicamente más importantes que brindar un apoyo verbal a tal o

cual candidato en las elecciones próximas.

2º)

Mi segunda observación crítica es la incompatibilidad que advierto

entre la posición adoptada de apoyo al kirchnerismo, por un lado, y

las razones que se invocan para dar ese apoyo. No consideraré ahora

que el concepto "apoyo crítico" ha perdido la significación que

originariamente le dimos y ha pasado a ser una suerte de

término-comodín que permite apoyar lo que sea sin hacerse cargo de los

aspectos más odiosos de aquello que se apoya. Hay compañeros que

parecen entender que "apoyo crítico" significa "apoyar lo bueno y

criticar lo malo". Si eso fuera el "apoyo crítico", entonces todo

apoyo sería "apoyo crítico", puesto que nadie en su sano juicio va a

confesar que apoya lo bueno y tambièn apoya lo malo. Pero el  apoyo

crítico significa otra cosa muy diferente. Consideremos el grupo

Patria y Pueblo. Según me ha comentado días atrás un ex integrante de

ese grupo, la construcción militante se realiza ahí de dos maneras: a)

con subsidios concedidos por sectores del Poder (Coscia, Piumato,

etc.); b) con planes sociales. Ahora bien, un "partido" que se

construye de ese modo no es un partido revolucionario, ni lo va a ser

nunca, sino que es un partido clientelar. Semejante partido está

estructuralmente impedido de expresar apoyo crítico, por la sencilla

razón de que sus fuentes de sustentación provienen de una entidad (el

Gobierno) a la que además de "apoyar" supuestamente se la va a

"criticar". ¿Pero quièn escupe la mano del que le da de comer? Si uno

lee la revista "Política" que el kirchnerismo le paga a PyP, cuya

característica central es que no habla de política sino de historia, y

si ve las ediciones de textos como "Clase Obrera y Poder" o

"Introducción al Socialismo", que se han convertido casi en piezas de

museo pero que PyP las considera de gran actualidad, puede advertir

las consecuencias de lo que digo.

Pero decía que mi intención no era hablar sobre el "apoyo crítico"

sino de la incompatibilidad entre el apoyo de la MINC al kirchnerismo,

por un lado, y las razones que justificarían ese apoyo, por el otro.

Resulta enteramente lógico que el apoyo al kirchnerismo sea el

corolario de una caracterización positiva de su naturaleza social y de

sus políticas. Es lo que hace el grupo "causa popular" (creo que así

se llama) de Cesarini. Tambièn es natural que no apoyar al

kirchnerismo sea la consecuencia necesaria de una caracterización

negativa de su naturaleza y de sus políticas. Es lo que hacen Markus y

su fantasmal "Psin 2da época". Pero la postura de la MINC es

sorprendente. Al caracterizar al kirchnerismo dice más o menos lo

siguiente:

1) en cuanto a la "infraestructura nacional", se mantienen "en lo

esencial" las características de "la época neoliberal menemista";

2) "hostiga" a las Fuerzas Armadas, en vez de "desarrollar un ala patriótica";

3) sostiene "una educación falsamente progresista y antinacional", en

vez de "un sistema cultural nacional y popular";

4) la "red mediática y académica no ha sido tocada, a pesar de la Ley

de Medios";

5) su politica es de "mero redistribucionismo neoyrigoyenista" y

"suicida confianza neodesarrolista en las virtudes de la inversión

extranjera";

6) hace falta "cambiar el modelo", y no "profundizarlo".

Siendo estas las caracterísiticas distinitvas del kirchnerismo -según

la propia MINC-, no entiendo por qué habría que brindarle "apoyo

crítico" y "voto solidario". Tampoco entiendo (ver lo que marqué en

rojo) por què el kircnerismo, teniendo tales características, sería

"una opción patriótica y revolucionaria". Y menos todavía entiendo por

qué las "terceras posiciones" entre el kirchnerismo, que "continúa en

lo esencial el modelo neoliberal menemista", y la oposición

partidocrática, que "restauraría" lo que sigue vigente (?),

favorecerían "la reacción antinacional". Sí entiendo, en cambio, que

tal "tercera posición" podría ser "testimonial". Pero no veo nada de

malo, en sí mismo, en las posiciones "testimoniales". ¿No fue FORJA,

al fin y al cabo, un grupo "testimonial"? Hay momentos en que los

"grupos testiomoniales" pueden realizar una tarea imprescindible

justamente "dando testimonio" de que las cosas podrían ser diferentes

de lo que son, y preparando las condiciones para que algún día lo

sean. Es algo que los "pragmáticos" jamàs entenderán, puesto que para

ellos la realidad es lo que fácticamente es en un insatante dado, y

no, además, lo que potencialmente puede llegar a ser a partir del

desenvolvimiento de su propia dialéctica interna.

Te mando un abrazo y mis saludos para los compañeros de Córdoba.

GC

 

 

OPINION DE LEPOLDO MARKUS

 

(Carta a la compañera Elsa)

 

 

Buenos Aires, 22 de octubre de 2011

 

Elsa

 

En general, Cangiano le observa correctamente las capitulaciones -más

que errores- del autodenominado MINC, incluido Roberto Ferrero. Yo las

resumiría de la siguiente forma, Ferrero y el MINC, además de su

irrepresentatividad, apoyan objetivamente al kirchnerismo y por ello

son irrescatables. Lo "crítico" es lo accesorio y el apoyo es lo

principal. No son cros., como erróneamente dice Cangiano, sino

renegados, que han renunciado al materialismo dialéctico como base del

análisis. Ven un gobierno "nacional", con "errores en un goberno de la

pequeño-burguesía, cuando en los hechos es un sirviente del capital

financiero internacional y del imperialismo y que continúa a sus

antecesores del alfonsinismo y del menemismo. La diferencia del

kirchnerismo con sus antecesores es que tuvo la "buena suerte" de que

en los primeros años de la gestión de Néstor -como dice Cristina-,

recibió los beneficios de la devaluación que efectuaran en febrero del

2002, Duhalde y su ministro de Economía Remes Lenicov y, sobre llovido

mojado, un ciclo irrepetible de 7 años de altos precios para el "yuyo"

de la soja. Pese a su "cortoplacismo", pudieron nadar en divisas y

como decía Perón "...con plata cualquiera gobierna...". Pero ese ciclo

está terminando y la crisis del imperialismo en los países

metropolitanos, terminará con la ficción política. Es un "gobierno

nacional" que paga puntualmente una Deuda ilegítima y fraudulenta y

que se desvive por conseguir los fondos necesarios para amortizar los

futuros vencimientos. Culturalmente propagandiza la supuesta defensa

de los Derechos Humanos, para engañar a los giles y, simultáneamente

con ello", destruye a las FFAA dejando indefenso al país, para servir

a los colonialistas ingleses. Entrega los recursos naturales y es

prisionero de un bloque de poder, constituido por el capital

imperialista de las empresas mineras, de las empresas petroleras, de

los fondos financieros, de las exportadoras cereales. Ese bloque es el

que le indica los lineamientos esenciales de la economía, por ausencia

de un Ministerio en la materia; no podemos decir que Boudou sea el

ministro secretario. Está muy ocupado como músico rockero, aunque los

entendidos en la materia, dicen que no tiene buen oído y como

cantante, deja mucha que desear. El kirchnerismo, expresión de los

restos de la pequeño-burguesía montonerista de la década del 70 y que

siempre estuvieron al servicio del imperialismo. En aquella época y a

caballo del alza de masas que sucedió al Cordobazo, intentaron "copar"

al Peronismo, lo que Perón impidió. Las consignas de Patria Socialista

de aquella época, eran puramente retóricas, pues se oponían en los

hechos al Frente Único Antiimperialista del Gobierno Popular, pero

simultáneamente expresaban el odio de la pequeño-burguesía cipaya y

antinacional (JP) contra Perón, contra la clase obrera y,

accesoriamente pero no por ello menos importante, su odio contra la

Izquierda Nacional. Con sus actos de terrorismo contra las FFAA,

sirvieron objetivamente al imperialismo, al abrir el camino al golpe

del 76. Hoy también sirven al imperialismo y al capital financiero,

pero en este caso, como "administradores del Estado" y llenándose los

bolsillos. Dicho sea de paso, cabe comentar que la corrupción,

característica innata del kirchnerismo, que potencia en ese como en

otros aspectos al menemismo y de la cual el MINC no dice una palabra,

es fundamental en el proceso de sometimiento al imperialismo. Como

siempre lo recuerda Soliz Rada, la corrupción es el agujero por el que

se cuela el imperialismo en la semicolonia.

 

La otra observación es a Cangiano y a Socialismo Latinoamericano, que

actúa dualmente en relación a Ferrero. Este hombre, parece una monja

en un lupanar, porque honestamente cree que el kirchnerismo "puede

cambiar". No es un corrrupto, pero sí es un idiota útil, como los que

utilizaba el estalinismo en las décadas del 30 y 40, para sus infames

políticas de alianza con las burguesías imperialistas. Cínicamente los

llamaban "camaradas de ruta". Mi opinión es que SL y Cangiano hacen

oportunismo hacia Ferrero, que más allá de sus grandes aportes

teóricos de su pasado, en el presente, quiere estar a mitad de camino

entre el imperialismo y el Frente Nacional, lo que a mi parecer es

imposible. Si es capaz de cambiar sus posiciones y repudiar su

oportunismo hacia el kirchnerismo, se podría hablar. Hasta tanto ello

no ocurra, está en el campo adversario.