LA RAPIÑA BRITANICA Y EL SUBMARINO ASESINO

Por:
León Guinsburg

Publicado el 01/06/2012

Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, 22/05/12.- “Talent” no es únicamente una marca de televisores. También el submarino nuclear –cazador asesino- británico enviado a Malvinas por el gobierno conservador del premier Cameron lleva ese nombre, como previniendo sobre el talento de la “pérfida Albion” para tratar temas conflictivos.

Sería una ingenuidad creer que la supuestamente descubierta y difundida “misión secreta” no fuera urdida para centrar la atención en la controversia con la Argentina, desviando la inquietud de la población británica de ajustes económicos contestes a la crisis europea, aunque el Reino Unido esté fuera del circuito del euro. La candidez no llega a tanto como para no avisparse que otra ocupación militar argentina de las islas hoy por hoy es imposible, por lo que, se deduce, la concentración bélica obedece a una acción disuasiva conteste a la profusa ofensiva diplomática del gobierno de Cristina Fernández sino también dirigida a la comunidad internacional solidaria o cada vez más cercana a la posición argentina, incluidos algunos países del Caribe que otrora fueran colonias de Su Majestad.

El mensaje es claro; Cameron no está dispuesto, por tradición y fundamentos económicos de insospechada magnitud como .la existencia de fabulosos yacimientos de petróleo –ya están en macha los trabajos de exploración-,. a devolver el archipiélago a sus legítimos dueños ni a respetat un hipotético mandato internacional futuro. En este ajedrez, los isleños juegan un papel menor, por más que se consideren a sí mismos súbditos británicos, aunque sean en realidad solamente un pretexto.

La escalada, con nuclearización incluida, se suma a las anteriores presencias de un destructor y el príncipe heredero, este último como caro simbolismo con doble direccional: la Argentina y sus apoyos y el propio pueblo británico y su culto a la representación monárquica..

Gran Bretaña siempre se mostró renuente a abandonar del todo sus colonias. Su “establishment” político pudo siempre intrigar con maestria para sostener privilegios frente a la descolonizacióm y quedare con la parte del león. Ya sea a través de la constitución del Commenwealt con sus ex posesiones, o el fomento de golpes de estado, guerras civiles o tribales o “revoluciones” ya se trate del África negra, el Medio Oriente o paises como Birmania, la perfidia angla logrón sus últimos propósitos de saqueo perpetuo. Egjpto sufrió décadas de rigor británico, igual que Sudán, siendo ahogado en sangre todo tipo de protestas y rebeldías; la construcción del Canal de Suez costó ingente cantidad de vidas de mano de obra poco menos que esclava. La obra, como así también la explotación del algodón egipcio para las textiles inglesas proveyen de enormes ganancias al capital británico sin beneficio para la población, salvo un sector aristocrático servil. Egipto se “independizó” con un rey marioneta luego derrocado por jóvenes oficiales cuya cabeza fue Gamal Abdel Nasser. Winston Churchill, figura clave de la política inglesa durante medio siglo, confiesa en sus memorias que el mapa de los países árabes antes pertenencia del derrotado Imperio Otomano lo dibujó en su casa en un fin de semana como contrarresto al Congreso Arabe reunido tras incumplidas promesas de independencia, colocándose arbitrariamente a monarquías autocráticas que cedieron a Gran Bretaña la explotación de su riqueza petrolera.

Ocioso sería abundar en el siniestro historial de matanzas, esclavitud, sometimiento, exacciones, intervenciones, extorsiones y otras lindezas de la tradición depredadora británica, que aún persiste y persistirá ya que se trata de un pronunciado rasgo cultural del que fuimos en diversas oportunidades victimas propicias.

En la Argentina, el cipayismo vernáculo siempre resultó funcional al imperialismo británico. La presencia de “próceres” unitarios en barcos ingleses durante el combate de Obligado apoyando la “libre navegación de los ríos interiores”, la proclamación de la candidatura presidencial de Roberto Ortiz en la Cámara de Comercio Argentino Británica antes que en la convención de su partido, la “perla más preciada de la corona” y la insólita decisión de designar a Su Graciosa Majestad como árbitro en los litigios fronterizos con Chile –que siempre perdimos, por supuesto-, son más que botones de muestra. No existe precedente de nación alguna que acepte para arbitrar al propio invasor de su territorio.

La actualidad presenta especies similares; los dos grupos mediáticos principales del país empujan la “información” y sus satélites, más intelectuales émulos de Echeverría, Alsina y los hermanos Varela (tod0s reputados prohombres) abonan abiertamente las posturas británicas. En concordancia, también cuestionan la expropiación de las acciones de YPF a la angloespañola (la mayoria inglesa disimulada) Repsol y la misión oficial a Angola para colocar productos de manufactura nacional.

¿El submarino asesino de hoy cumplirá la misión de los buque del bloqueo al Río de la Plata en el siglo XIX? No es lo más probable dados los tiempos, pero no sería desatinada la precaución frente a una provocación de orden militar mayor a la que significan la sola presencia de la nave de marras, otras, el príncipe y el aumento de tropas.

La anuencia de Obama al diálogo diplomático no debe tomarse a la ligera si recordamos que los EE, UU. actuaron como mediador durante la guerra de Malvinas, terminando por ayudar con su servicio de inteligencia a su principal socio militar de la OTAN y ambos protagonistas actuales de asesinatos en masa en Afganistán, e Iraq, y pareciera haber más fechas. Claro está que emtre la Presidente y el “majestuoso” general Galtieri existen diferencias rotundas, por lo que no son calculables desatinos bélicos por la parte argentina, aunque la propaganda ingllesa sostenga lo contrario.

Es tradición que el león británico siempre responde, y este submarino nuclear asesino es parte de la respuesta a la fuerte y atendida ofensiva diplomática argentina, contestación que podría intensificarse con otras decisiones con mensaje multidireccional; podría ampliarse en otro orden, en zonas donde Inglaterra incide, como la Organización Mundial de Comercio, siempre proclive a sancionar a la Argentina. No es de despreciar el texto de la Constitución de la Unión Europea, que reconoce expresamente a las “Falklands” como territorio nacional británico, lo cual de por sí es un elemento altamente desfavorable, más allá que España, que también interviene en las ordalías de la OTAN, sufra de la ocupación territorial británica en el Peñón de Gibraltar.

No escapa que los laboratorios internacionalistas argentinos conocen plenamente los riesgos que representa el brutal y peligroso imperialismo británico y evalúan las medidas precautorias, entre las principales, el estrechamiento de intereses con países que votan en la asamblea general de la ONU, el camino más directo elegido por el Gobierno.

Entre tanto, Gran Bretaña, como lo hizo siempre, tratará de alargar su rapiña lo más posible. Y eso puede ocurrir utilizando su inescrupulosa astucia combinada con el poder de fuego como hipótesis de máxima o lo que da igual resultado, la de mínima, que sería lograr mediante malas artes y corrupción la “independencia” kelper en el seno de la ONU, como lo hizo con Belice, reclamada por Guatemala , donde hubo genocidio y sometimiento del aborigen y trasplante de población de la India y otras colonias. En esa oportunidad, los países antiguamente colonias gobernados por cipayos levantaron la mano para votar los designios de sus antiguos amos. Guatemala, que todos los años presentaba su reclamo, fue mayoritariamente abandonada. Al poco tiempo de la “independencia” de Belice sobrevendría la guerra de las Malvinas. En la Argentina gobernaba la dictadura.