¡¡NARCOGOLPE EN PARAGUAY!!

Por:


Publicado el 01/07/2012

¿Quién catapultó a la presidencia paraguaya a Federico Franco a través del reciente golpe parlamentario? Fue el presidente del Partido Radical Liberal Auténtico (PLRA) llamado Blas Llano. Se convirtió en el artífice de la alianza entre liberales y colorados (partidos históricamente rivales), juntos derrocaron al presidente izquierdista
Fernando Lugo.


Este cruce de ríos de sangre logró unir especialmente a los colorados del sector del ex coronel Lino Oviedo y la gente de Llano. Hace casi dos años alguien había apostado también a ambos dirigentes partidarios: Horacio Cartes. Se trata del multimillonario que es considerado como importante precandidato para las elecciones presidenciales de 2013.

Cartes, antes de decidir jurar como colorado y hacerse elegir precandidato, financió las campañas de Lino Oviedo y Blas Llano en sus respectivos partidos. El reparto de los célebres “billetazos” o “platazos” de Cartes fue reconocido públicamente en filas liberales y nadie lo desmintió en filas coloradas. Hasta ahí podría hablarse
meramente de las veleidades de los modernos multimillonarios paraguayos. Suman cerca de 20 magnates con entre 300 y mil millones de dólares de fortuna cada uno.

Sin embargo, sobre Cartes pesan ciertas incómodas acusaciones públicas a las que respondido desdeñosamente. En el libro “CPI da Piratería” (CPI es la Comisión Parlamentaria de Investigación), de la Cámara de Diputados del Brasil, figura industrias TABESA. Se trata de la Tabacalera del Este SA, de Ciudad del Este, propiedad de la familia Cartes. Es señalada como una de las empresas que contrabandea cigarrillos paraguayos al vecino país. En la página 106 del libro dice: “Sus propietarios son de la familia paraguaya Cartes, de la que se destacan Horacio y Sarah…”.

Pero ésa constituye la acusación menor contra Cartes. En noviembre de 2002, el diario “La Nación” publicó fotocopias de documentos donde el aspirante a Presidente mantuvo negocios con Fadh Jamil y familiares. considerados estos en varias publicaciones como verdaderos capomafiosos de la frontera. Según los documentos, los Jamil le
vendieron a Cartes unas seis o siete estancias y establecimientos agrícolas en el Amambay y Canindeyú.


Eso no es todo ni lo más grave. El articulista paraguayo Rubén Céspedes escribió en el diario ABC el 11 de enero de 2011 más acusaciones fundamentadas. Según Céspedes, los nombres de ejecutivos relacionados con las empresas de Cartes, Juan Carlos Ramírez Villanueva y Eduardo Campos Marín, pueden encontrarse profusamente en
internet. Se los halla en investigaciones por presuntos delitos económicos en Brasil. Por ejemplo, ingresando en la dirección del Superior Tribunal de Justicia del Brasil, se puede leer este párrafo: “El quinto turno del Superior Tribunal de Justicia restableció la
prisión preventiva del paraguayo Juan Carlos Ramírez Villanueva. Es acusado de crímenes contra el sistema financiero nacional, por supuesta evasión de casi 35 millones de reales en operación no autorizada en el mercado de cambio”.


Lo más fuertecito llega después. En marzo de 2000, la policía antidrogas paraguaya  incautó 343 kilos de marihuana y 20 de cocaína a un avión en la estancia Esperanza. El propietario de aquella estancia es Horacio Cartes. Él también compró a principios de la década del 90 una hacienda perteneciente al narcotraficante brasileño Milton
Machado.

Antes que Cartes también tuvieron narco sombras Lino Oviedo y el expresidente colorado Andrés Rodríguez, entre otros políticos paraguayos. Sus entornos hoy volvieron a acercarse al poder junto a Federico Franco. Y no se trata de denuncias columnistas o medios contestatarios. Ayer viernes 6 de junio el propio presidente uruguayo, José Mujica, ratificó la percepción. Según Mujica, una conjunción de
intereses políticos y económicos vinculados al narcotráfico estuvo detrás del golpe de Estado contra Fernando Lugo.


El Mandatario charrúa señaló a la prensa que la crisis que derivó en la destitución de Lugo fue una maniobra del partido instigante. Se refirió así a la Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado (ANR-PC), organización a la que denominó como narcocoloradismo. Añadió que la ANR “venía perdiendo terreno” en las encuestas y “con esta jugada” quebró cualquier posibilidad de alianza entre el PLRA y
sectores que apoyaban a Lugo.

 


Una consecuencia: el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres” debe sonar muy incómodo a un Gobernador tarijeño refugiado en Asunción.