LAS PLANTAS SEPARADORAS DE LIQUIDOS
Dirigentes cívicos cuestionan la demora en la instalación de las plantas separadoras.
Día que pasa, el Estado boliviano pierde dinero
y las empresas extranjeras obtienen millonarias ganancias adicionales.
¿Boicot desde el mismo Gobierno a la
política energética? ¿Qué callan las autoridades sobre los acuerdos con la
argentina Enarsa?, se cuestionó el diario tarijeño El País.
Según el rotativo del sur, ayer el dirigente
cívico Mario Cavero puso el dedo en la llaga y lanzó sus sospechas a las
autoridades del Gobierno por los retrasos persistentes en la construcción de
las plantas separadoras de licuables del Gran Chaco y de Río Grande, esta última
en Santa Cruz.
El diario recuerda que en relación a la
separadora del Gran Chaco, en junio de 2006 Evo Morales y Néstor Kirchner,
presidentes de Bolivia y Argentina, respectivamente, acordaron que se
suscribiría un contrato de venta de gas seco a la Argentina a un precio
inicial de cinco dólares el millón de BTU. Dos eran las condiciones que Bolivia
exigió y Argentina aceptó para viabilizar el contrato: la puesta en marcha de la
Planta Separadora de Licuables en territorio boliviano y con financiamiento de
Argentina antes de incrementar la exportación de gas a ese país desde los 7
millones de metros cúbicos diarios (MMCD) para arriba, y la garantía de que el
gas boliviano no iría a parar al
mercado chileno, en cumplimiento de una decisión
tomada por el pueblo boliviano en el referendo de julio de 2004, que instruía
utilizar el gas como parte de la estrategia boliviana de recuperación de una salida
soberana al océano Pacífico. Ese año, 2006, se estimaba que el costo de la Planta Separadora
del Gran Chaco, con capacidad para procesar 27 MMCD, costaría 400 millones de
dólares, los que debían ser obligatoriamente financiados. Sin que hasta la
fecha ninguna autoridad del sector energético haya explicado nada, la condición
de tener la Planta
Separadora del Chaco (PSCH) en plena operación antes de
incrementar la exportación de gas a
Argentina, ha desaparecido. Desde el pasado mes
de mayo se ha incrementado el volumen de exportación de 7 a 11 y más MMCD, pero de la
Separadora sólo se tienen noticias de retrasos y más retrasos. La oposición de la Asamblea del Pueblo
Guaraní (APG) es nuevamente la supuesta causa de fondo del problema, aunque
para la ejecución de obras destinadas a incrementar la exportación de gas a
Argentina no se
escuchó ni produjo oposición alguna que haya
retrasado las obras de los gasoductos ni de la Planta de Adecuación de
Margarita, donde se trabajó en jornadas ininterrumpidas de 24 horas. Ahora,
inexplicablemente, es Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB) la que ha emprendido la construcción
de la PSCH con recursos
propios y se ha esfumado el compromiso de Argentina. La PSCH costará al menos
600 millones de dólares y su ejecución sufre retrasos inexplicables que, según
el dirigente cívico Mario Cavero, sólo beneficiará a Refinor, una refinadora
que tiene instalaciones en Campo Durán, en la provincia de Salta. Refinor,
casualmente, es una sociedad
integrada por las petroleras argentinas Perez
Companc y Pluspetrol, y la hispana-argentina Repsol YPF. La viabilidad
económica de la empresa pasa porque le siga llegando a sus instalaciones gas
húmedo, rico en licuables, y no gas seco.
Repsol YPF firmó en marzo de 2011 un acuerdo
secreto con la APG IG,
en virtud al que se ha constituido un fideicomiso de 14,8 millones de dólares
administrados por el Banco do Brasil, y que reporta ingresos de unos 140 mil
dólares mensuales a sus dirigentes en el Chaco boliviano.
Cavero, quien funge como vicepresidente del
Comité Cívico de Tarija, señaló que, al parecer, habría alguien en el Gobierno
que le hace un “grueso favor al vecino país de la Argentina”, que sería la
única beneficiaria del retraso en el funcionamiento de la Planta Separadora de
Líquidos del Chaco ya que los licuables seguirán yendo a Refinor,
dueña de la Planta Campo Durán de
ese país. Según el dirigente cívico, una situación similar se estaría viviendo con
la Planta de
Río Grande (PRG) que también está paralizada por mucho tiempo, pero que en ese
caso se estaría beneficiando a Brasil,
ya que los licuables van a ese país con un
precio mínimo, ya que YPFB apenas recupera entre 100 y 180 millones de dólares anuales lo
que en el mercado tiene un valor cercano a los 1.000 millones de dólares anuales.
La hipótesis de Cavero nace del hecho de que no
se puede entender que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) haya
determinado que Yerabiarenda del Municipio de Yacuiba, lugar en donde se
encuentra ubicada la
Planta Separadora de Líquidos, es, supuestamente, Territorio
Comunitario de Origen (TCO), en tanto que el informe técnico de un estudio del
Ministerio de Hidrocarburos sobre el mismo
asunto ha arrojado un resultado diferente, por
lo que el Gobierno hizo una consulta pública como si el terreno fuera propiedad
privada y no una consulta previa al pueblo Guaraní como TCO. Esta situación ha
generado conflicto ya por varios meses en la región por parte del pueblo
indígena que exige la consulta previa, por lo que se tiene un plazo hasta el 5
de julio para que las autoridades Nacionales se hagan presentes en el lugar y
den solución al conflicto. De confirmarse la contradicción entre autoridades de
gobierno, el proyecto corre el riesgo de paralizarse por al menos otros cinco
meses, mientras seguirá fluyendo gas rico en
licuables a Campo Durán (Repsol - YPF), sin que YPFB recupere dinero por algo
que anualmente el propio presidente Evo Morales ha valorado en 1.000 millones
de dólares.
Cavero ha conminado ayer a todas las autoridades
del departamento para que se exija al Gobierno Nacional la inmediata solución
al problema presentado en la comunidad de Yerabiarenda y evitar más retrasos en
la ejecución de la PLSCH,
eliminado el riesgo de que la española Técnicas Reunidas, que ejecuta el
proyecto, decida retirar toda la maquinaria y
personal del lugar, paralizando totalmente y de manera indefinida los
trabajos.
SOCIEDAD TARIJA-YPFB
En relación a la Planta Separadora
del Chaco, instituciones y autoridades de Tarija han consensuado criterios para
exigir al Gobierno Nacional e YPFB la constitución de una sociedad amparada en la
licencia contenida en el artículo 300-33 de la Constitución
Política del Estado, asegurando que Tarija tenga 49% de
participación accionaria, para lo cual se ha previsto invertir los saldos de
caja y bancos.
El secretario de Hidrocarburos de la Gobernación de Tarija,
Dino Beltrán, informó hace cuatro semanas que la Gobernación alista ese
planteamiento para formalizarlo este mes de julio. La PSCH costará 600 millones
de dólares y generará ingresos de al
menos 1.000 millones de dólares anuales. Con
parte de sus productos (etano), funcionará, a su vez, la Planta de Etilenos –
Polietilenos también en el Chaco.
SEPARADORA DE RÍO GRANDE TAMBIÉN ESTÁ PARALIZADA
La historia de la Planta Separadora
de Río Grande está manchada con sangre. Debió estar funcionando el año 2009,
luego que el año 2008 se contrató a la asociación accidental Catler Uniservice
para su construcción con un costo de 86 millones de dólares. Su capacidad
estaba proyectada para procesar sólo 6 de los 30 millones
de metros cúbicos diarios de gas que se exportan
al Brasil. Cuando todo parecía ir sobre ruedas, un extraño suceso hasta ahora
no aclarado cegó la vida del empresario tarijeño Jorge OConnor DArlach y derivó
en la destitución y prisión de Santos Ramírez Valverde, a la sazón presidente
interno de YPFB y principal impulsor de la
construcción de la Planta Separadora
de Río Grande. Desde entonces YPFB, presidida ahora por Carlos Villegas
Quiroga, nomuestra avances físicos palpables y, según denunció el dirigente cívico Mario Cavero ayer, la
construcción de la factoría está
paralizada. En meses pasados se informó que
dirigentes de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), se oponen a las obras
mientras no se les consulte previamente.
Villegas avanzó sólo en la contratación de una
empresa que se hará cargo de la construcción de una planta con la misma
capacidad proyectada por su antecesor Ramírez, pero a un costo de 156 millones de
dólares. Respecto de las obras físicas hasta ahora no se conocen avances. El
adéndum 4 al contrato de venta de gas al Brasil permitió a Petrobras quedarse
con 5/6 partes de los licuables del gas que se
exporta a ese país, cuyo valor está estimado en
1.100 millones de dólares, pero pagará sólo entre 100 y 180 millones de dólares
anuales.
REFINOR AMPLÍA SU PLANTA DE CAMPO DURÁN
Mientras los retrasos en la construcción de la Planta Separadora
del Chaco son el pan de cada día, Refinor acelera sin pausa las ampliaciones de
sus instalaciones en Campo Durán para producir un 90 % más de naftas.
Las obras estarán listas hasta fin de año y
prevé funcionar con el gas boliviano que ya ha empezado a enviarse en mayores
volúmenes desde el pasado mes.
En enero de este año, Julio César Loutaif,
Ministro de Gobierno de la Provincia, adelantó “se está terminando una obra
importante de una estación de bombeo nueva que es lo que va a permitir ingresar
más gas de Bolivia, unos siete millones de metros cúbicos”, aseguró. La empresa
Refinor posee su refinería en Campo Durán y desde allí
despacha todo el gas que se produce en el Norte
y el que viene de Bolivia. Asimismo, la planta de producción de naftas súper y Premium
se encuentra en Tucumán, decía en enero una nota de la web “el intransigente.com”.
*Nota tomada del diario tarijeño El País
publicada bajo el título de “Mario Cavero sospecha que “favores” de Gobierno
retrasan plantas separadoras”.
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