HEMOS REVELADO LA CORRUPCION EN LOS MEDIOS Y LA
HIPOCRESIA DE OCCIDENTE” Julian Assange habla de internet, de comercio, censura y política, y explica
su situación legal

Por:
Santiago ODonnell

Publicado el 01/10/2012

Por primera vez desde que se refugió en la Embajada de Ecuador en
Londres, el fundador de Wikileaks aceptó hablar con un medio. Sus
duras críticas a Obama, su repudio a Facebook y sus ideas sobre las
estructuras de poder mundial.


Julian Assange es muy blanco. Pelo blanco, piel blanca, ojos
chiquitos, manos suaves, dedos de pianista. Tiene muchos blancos que
persigue a través de su sitio Wikileaks: gobiernos, bancos, ejércitos,
agencias de espionaje. A su vez, es blanco de procesos judiciales en
Suecia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Lleva casi cien días encerrado
en la Embajada de Ecuador en esta ciudad [Londres] y desde entonces se
ha asomado al balcón para ver la luz del sol una sola vez, el 19 de
agosto, cuando pronunció un discurso para agradecerle a Ecuador por
darle asilo y a América latina por defender a Ecuador. No volvió a
asomarse, dice que porque no quiere ser blanco de los paparazzi.
Saluda con la mano izquierda porque se lastimó la derecha practicando
boxeo. Hace poco empezó a tomar lecciones de castellano una vez por
semana, pero todavía no se anima a pronunciar palabras en ese idioma
delante de las visitas. Recibe a Página/12, con su laptop HP cerrada,
en un cuarto de tres por cuatro metros que funciona como su oficina.
Afuera la policía británica vigila y un grupito de manifestantes
despliega algunos carteles pidiendo su libertad. Acepta preguntas
durante poco más de tres horas sin mirar su computadora y sin que su
celular suene ni una sola vez.

–Usted ha visitado todo el mundo, con excepción de América latina. La
última vez que hablamos, le dije que en Europa lo amaban, en Estados
Unidos lo odiaban y en América latina no lo conocían. Cada vez que
hablo de Wikileaks me preguntan quién es Julian Assange y qué es
Wikileaks. Sé que suena estúpido, pero me gustaría trasladarle esas
dos preguntas.


–No estoy seguro de que acepte completamente la premisa. Estados
Unidos es muy interesante porque allí mucha gente me apoya a pesar de
los ataques despiadados en los medios de EE.UU. Siento un afecto
especial por la habilidad de la gente de ver más allá de la mierda.
Así que aún en un medio ambiente como EE.UU. donde hay ataques de
Obama, Biden y todos los demás, apoyados por los medios –la cadena Fox
de un lado, el New York Times del otro–, todavía hay 30-40 por ciento
de la gente, según la encuesta que elijas, que apoya a Wikileaks o me
apoya a mí, y también apoya la publicación de documentos clasificados
del gobierno de Estados Unidos sobre Afganistán y otras guerras, aun
cuando en los medios de EE.UU., estas publicaciones son consideradas
un acto de traición. Eso me hace bastante optimista, porque muestra
que dentro de un mar de mentiras hay un reservorio de gente que, aun
cuando no pueden ver a través de la mentira, sienten que hay una
agenda para influenciarlos y la resisten.


–Teniendo eso en cuenta, ¿cómo se definiría, cómo definiría a
Wikileaks y cómo le explicaría a un no iniciado lo que está haciendo?

–No creo que sea interesante definirme, pero fundé y dirijo Wikileaks.


–Entonces hablemos de Wikileaks.


–Wikileaks es una organización y una publicación. La organización
tiene una tarea, que consiste en ser una serie de cosas. Una es ser la
publicación de última instancia, así que en vez de protestar contra la
censura, la deshacemos. La atacamos y publicamos. Otra función es
alentar a gente que tiene conocimientos de planes o actos injustos que
hayan ocurrido en el pasado a que nos den la información, así la
publicamos. Luchamos por esos derechos en general porque creemos en
ellos y como organización son necesarios para nuestra existencia. Y
hacemos todo esto no solo porque alguna gente lo aprueba, no solo
porque es divertido, y lo es, sino porque vemos que lleva a actos
individuales de justicia a partir de las publicaciones que producimos,
y también marca una tendencia general que altera el ambiente político
en la dirección correcta.


–¿Cómo evalúa el impacto que ha tenido Wikileaks?


–Hay tres áreas de impacto. Primero están los casos individuales.
Publicamos en promedio un millón de documentos por año de todo el
mundo que han afectado elecciones, han afectado revoluciones, han sido
usados en casos judiciales importantes, con respecto a la guerra de
Irak, a los vuelos secretos de prisioneros de la CIA, corrupción,
asesinatos. (En segundo lugar) hemos empujado las fronteras de lo que
es aceptable publicar en Internet. Eso es muy importante porque ahora
se acepta a cualquier organización que publique documentos de
gobiernos que son menos controvertidos que lo que hace Wikileaks. De
esa manera hemos agrandado el abanico, lo que sirve para proteger a
todos los demás que vienen detrás nuestro. Por último, en la reacción
hacia Wikileaks, hemos revelado algo importante acerca de la
hipocresía de Occidente, de cómo la censura moderna ocurre en
Occidente y también en sus países aliados; hemos revelado la
corrupción en los medios y, quizás nuestro mayor éxito, hemos
radicalizado y educado políticamente a la juventud de Internet y la
juventud de Internet es ahora la mayoría de la juventud. La mayoría de
la juventud hoy recibe su educación política de Internet.
Cuestión de valores


–Quisiera preguntarle por una anécdota de su niñez, usted me dirá si
es cierta, que me llamó la atención porque habla de sus valores
éticos. La historia se refiere a que, siendo niño usted se robó unos
tomates de la huerta de una familia adinerada. Y que después se enojó
mucho cuando esa familia le reclamó. ¿Cree que en algunas situaciones
está bien robar?


–No sé de dónde salió eso. Me suena que de esa biografía no autorizada
que se publicó....


–Sí, de la biografía no autorizada. Sé que usted dice que ese libro
contiene muchas falsedades, por eso pregunto, para entender si usted
cree que bajo algunas circunstancias...


–La mitad de los problemas que Wikileaks enfrenta como organización,
así como muchas otras organizaciones de activistas y periodistas en
general, es la deformación del lenguaje. El intento de hacer trampa
con el lenguaje para sacar de contexto un tema...


–Por eso quiero ser claro. Estoy hablando de robar.


–Entonces es un abuso del lenguaje usar la palabra “robar” en lugar de
la palabra “copiar”. Porque “robar” es quitarle un ítem a su dueño
original. Wikileaks, cuando recoge información de gobiernos y grandes
corporaciones, está copiando esa información. Cuando le pasás un dato
a un amigo, por ejemplo, ¿sabías que Suecia es el principal fabricante
de armas per cápita en el mundo? Yo no perdí ese dato por pasárselo a
alguien. Entonces, si la pregunta es si creo que copiar información y
diseminar información está mal...


–No, ya conozco esa respuesta. Por eso le pregunto si robar tomates
siempre está mal o a veces se justifica. Ya sé que usted era solo un
niño y ya sé que usted le da mucha importancia a la ética. Lo que
quiero entender es si, dentro de sus parámetros éticos, en ciertas
circunstancias se puede justificar el robo.


–Me está preguntando por mis parámetros éticos de cuando tenía cinco años.

–No, quiero saber lo que piensa ahora.


–Tendría que ver... en general está mal, pero habría que ver la
circunstancia específica. Cobrar impuestos es robar, por ejemplo.

–¿Entonces en un punto está bien robar, si le robás a una persona muy
mala, por ejemplo?



–Creo que nunca está bien, pero puede ser el mal menor entre dos
males. Cobrar impuestos es un ejemplo en el que puede o no ser el mal
menor, pero parece que los países que no recaudan no sobreviven mucho
tiempo.

El papel de América latina



–¿Cuál es su opinión sobre la importancia de Wikileaks en América latina?

–Mi conocimiento sobre la interacción de cualquier país
latinoamericano con Wikileaks es limitado, pero tengo una perspectiva
sobre la región en general porque establecimos acuerdos de publicación
en casi todos los países de la región. Así que es posible establecer
algunas conclusiones. La más obvia, y no es sorpresa para los
latinoamericanos, es el rol de Estados Unidos en América latina. Las
acusaciones históricas de las interferencias de Estados Unidos aún se
sostienen, aunque por suerte la mayoría de los países en Latinoamérica
no están en una situación de poder tener dictaduras agresivas. Esa
influencia ahora se expresa en la financiación de ciertas ONG y grupos
por parte de Usaid (la agencia de asistencia del Departamento de
Estado estadounidense) y en mantener a otros grupos dentro de la
órbita de Estados Unidos, ya sea a través de la OEA (Organización de
Estados Americanos), la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) o por
medio de otros arreglos. La progresión en América latina en relación
con Estados Unidos es muy positiva, pero hay un aspecto que me
preocupa y que América latina debe resolver, y es que todas la
comunicaciones de América latina a Europa, a Asia, se hacen a través
de Estados Unidos, donde son interceptadas por la agencia de seguridad
nacional. Aun un porcentaje importante de las comunicaciones entre
países latinoamericanos rebotan en Estados Unidos y vuelven a la
región. Esto abarca a las grandes empresas telefónicas, a los grandes
proveedores de Internet, a las transferencias en dólares. Es un tema
serio de soberanía para América latina. También vemos problemas serios
con los medios en América latina. Esa caricatura de los medios
latinoamericanos que son muy cercanos a una familia, o a un partido
político, en general es correcta. La interferencia en la última
elección en Perú fue muy seria (Ollanta Humala ganó a pesar de una
fuerte campaña negativa del diario El Comercio). Como región, América
latina fue la más exitosa en la difusión de los cable diplomáticos,
con la posible excepción de Medio Oriente, que vivía una situación
especial. Mejor que Europa, y mucho mejor que Africa, Asia y también
Estados Unidos. Creo que eso habla bien de América latina. Europa se
vio afectada por sus relaciones con la OTAN, obviamente Estados Unidos
también. En Africa la infraestructura era demasiado pobre y quizás
estos países también se preocupaban por su relación con Estados
Unidos, no porque fueran fuertes aliados como los países de la OTAN,
sino porque eran países pequeños y no tenían organismos regionales
fuertes que los protegieran, mientras que en América latina, si bien
los países pueden ser pequeños, están insertos en organismos
regionales que los protegen. China suprimió los cables completamente y
en las ex repúblicas soviéticas la reacción fue mixta.

–Volviendo a la región...

–Ecuador fue especial. El gobierno ecuatoriano nos pidió que
publiquemos todos los cables sobre Ecuador. Nos pidieron, querían que
publiquemos todo. Hubo otro país caribeño, creo que Jamaica, que
también nos pidió que publiquemos todos los cables.

–¿Y Argentina? ¿Qué sabe de Argentina?

–La embajadora argentina (Alicia Castro) vino acá para apoyarme.

–Alguna gente en la Argentina se puso contenta cuando usted, en el
discurso que dio en el balcón, mencionó al país dos veces.

–Sí, la repetí por un error en el cortado y pegado de ese párrafo de
mi discurso, así que dejé afuera a otros países que pensaba mencionar,
pero obviamente Argentina estaba cerca de mi corazón en ese momento,
por eso la mencioné dos veces, lo cual no es sorprendente porque en
este tema del asilo, Argentina me ha apoyado mucho y la embajadora
argentina en Londres, que es una mujer muy carismática, vino a
demostrarme su apoyo. Quiero decir, estoy al tanto de algunas cosas
que han pasado con Cristina y el gobierno de Argentina, pero no tengo
opiniones particulares sobre el país. Pero sí aprecio su independencia
en el tema del asilo. Hay una cosa (de la) que nosotros, en Wikileaks,
hemos recibido varias quejas, y tiene que ver con el programa
biométrico (de impresión de documentos) en Argentina.

–¿Tiene que ver con que hay que aportar demasiados datos? Sé que una
parte de la comunidad de hackers argentinos se opone.

–Es una transferencia de datos desde los individuos a una organización
que es mucho más poderosa que ellos. Entiendo la seriedad de los
carteles narco en América latina. Es un tema serio y no lo subestimo.

–Nosotros lo vemos como una solución que permite atravesar los
aeropuertos más rápido, haciendo menos trámites. ¿Es una mirada
demasiado ingenua?

–Sí. La tecnología casi nunca es neutral. Y cada individuo es conocido
por el Estado, y todos sus amigos también, y puede ser rastreado con
exactitud, como resultado de las comunicaciones. Entonces, cuando el
Estado se vuelve malo, los individuos no tienen dónde esconderse. En
una filtración que hicimos a principios de año mostramos que hay 175
agencias de Inteligencia que les proveen equipos espía a diferentes
gobiernos para intercepciones masivas en Internet. Entonces, por
ejemplo, con solo diez millones de dólares por año se puede comprar un
equipo de Dastec en Sudáfrica para grabar todas las llamadas
telefónicas de un país mediano. Todas las llamadas telefónicas. Ese es
el nuevo patrón tecnológico. Ya no se trata de elegir a un activista
en particular para seguir sus llamadas. Ahora se interceptan correos
electrónicos y llamadas de poblaciones enteras y se almacenan de forma
permanente porque es mucho más barato tener archivos permanentes de
poblaciones enteras que seguir a ciertos individuos. Mejor que todos
sean el blanco y no tener que gastar en discriminar. Más adelante,
cuando te interesás por una persona, podés ir al archivo permanente y
rastrear los datos de esa persona y encontrarlo fácilmente y seguir su
rastro. Hay programas que pueden ser buenos para combatir la
criminalidad, pero hay que recordar que son los gobiernos los que
definen los crímenes. Tenemos presuntas fuentes en prisión. Jeremy
Hammond está preso en Nueva York. Ellos dicen que su crimen es haber
copiado datos de la agencia privada Stratford y habernos pasado esa
información. Es un prisionero político. Doscientos días encarcelado
sin ser juzgado. No hay dudas de que él copió información. Se lo acusa
del acto político de copiar información de una agencia de
inteligencia, pero no lo acusan de hacer pasar vergüenza a una
compañía poderosa e influyente. Se lo acusa de hackear computadoras.
Del mismo modo a Bradley Manning (presunto filtrador de los cables
diplomáticos, preso en Virginia) no se lo acusa de poner al
descubierto crímenes de guerra, se lo acusa de comunicar al enemigo al
hacer que la información sea pública. Entonces los Estados y las
personas influyentes dentro de ellos definen como criminal una
actividad que todos realizamos, que es copiar información, y aplican
esa interpretación criminal a la gente que les hace pasar vergüenza.
(Un asistente insiste en terminar la entrevista, que lleva hora y
media por encima del tiempo pautado.)

–¿Algo más?


–Solo que el consejo y el apoyo de Argentina es muy importante para
mí, porque Argentina tiene experiencia confrontando con el Reino
Unido.