
“En el marco de la edificación del
Estado en las regiones, el Gobierno se planteó el desafío de construir
ciudadanía en los territorios indígenas”, dijo el Ministro de la Presidencia, Juan
Ramón Quintana, en el Seminario “Bolivia en la era de la globalización”,
realizado la semana pasada. En la oportunidad, explicó que el proyecto de
construir Estado implica construir ciudadanía, construir universalidad
cívica-ciudadana en los territorios indígenas. A
continuación destacó que la construcción del Estado en tierras comunitarias se
enfrenta a dos visiones: el pachamamismo (ecologismo a ultranza) y el desarrollismo
(crecimiento económico a ultranza). (Periódico “La Razón”, 20-10-12)
La palabra ciudadanía abarca al conjunto de
ciudadanos de un Estado. Proviene de ciudadano, que equivale a vecino, a quien
se otorga, de manera igualitaria, derechos y obligaciones. El término no
condice con el reconocimiento constitucional de 36 naciones indígenas y 203 Tierras
Comunitarias de Origen (TCO), cuyos habitantes gozan de territorios
ancestrales, justicia comunitaria, libre determinación y
derechos especiales sobre recursos naturales.
Quintana, antes de ocupar por segunda vez el
indicado ministerio, fue el fundador y director Ejecutivo de la Agencia para el Desarrollo
de las Macro Regiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF), con la que no simpatiza el
indigenismo. El Ministro insistió en que sentar presencia estatal en
territorios indígenas, implica trasladar desarrollo, a fin
de compatibilizar ecología y crecimiento
económico.
Tales expresiones fueron respondidas por el
presidente de la Sub Central Sécure, afiliada a la Confederación de
Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), Emilio Noza Yuco, quien indicó que el
proyecto del oficialismo tiene la intención de revertir las TCO en
beneficio de colonos, productores de coca y otros sectores. La CIDOB, a través de
su candidato Pedro Nuni, y el oficialista
Movimiento al Socialismo (MAS), representado por Jessica Jordan, estarán
enfrentados en las elecciones para gobernador del Departamento del Beni, del 20
de enero próximo.
La candidatura de Nuni recibió el apoyo del
Movimiento Sin Miedo (MSM), del ex alcalde de La Paz, Juan del Granado. A su vez, el Viceministro
de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, consideró que el
MSM se identifica con la social democracia europea, a cuyos dirigentes el
sociólogo James Petras califica de
“neoliberales reciclados”.
Por su parte, el Vicepresidente de la República, Alvaro García
Linera (AGL), puntualiza en su libro, “Geopolítica de la Amazonia”, que la CIDOB,
principal impulsora de la Asamblea Constituyente y de la Nueva Constitución
Política del Estado (NCPE), nació con el financiamiento de USAID. El dato
permite preguntarse si USAID está verdaderamente interesada en el “nuevo modelo
civilizatorio”, propugnado por el
indigenismo y el ambientalismo.
Sin embargo, no todos los vínculos entre el
pachamamismo y el oficialismo están rotos. En su mencionado libro, AGL acusa al
nacionalismo revolucionario de “renovada obsesión colonial”. Esta posición
lo lleva a oponerse a la opción mestizo en el censo del 21 de noviembre
próximo, pese a las incoherencias que esa posición genera.
En efecto, los investigadores René Pereira
Morató y Nelson Andrade Lima revelaron hoy que en encuesta realizada en la
Universidad Pública de la ciudad de El Alto (El Alto tiene la población aymara
de origen migrante más numerosa del país), el 67.1 % de los jóvenes se declararon
mestizos. Lo anterior explica el temor del partido
gobernante de reconocer que el mestizaje es el
eje del país.