$us 21.000 millones en ingresos y sólo 62 millones al bono Juancito Pinto

La renta petrolera se está yendo irremisiblemente, dispersada
en gasto corriente y bonos. Las petroleras han aumentado su tajada, y aún con incentivos
no responden al requerimiento del Estado Plurinacional, que según estudios
independientes, ha reducido su participación en la globalidad del negocio,
respecto de un inicial 82-18%. Las reservas no crecen. Los campos se explotan
acelerando su monetización.
Como nunca en su historia, Bolivia está
percibiendo casi 21.000 millones de dólares (MM$us) por ingresos de la venta de
hidrocarburos en los últimos seis años, pero el grueso de la renta petrolera en
favor del estado Plurinacional se destina a gastos corrientes gubernamentales;
y cerca de un tercio, que sobrepasaría los 8.500
millones al cerrar el 2012, se llevarían las
operadoras privadas, de acuerdo a recientes datos oficiales y reportes
independientes.
En contrapartida, las privadas no estarían
respondiendo a la expectativa estatal: el vicepresidente Álvaro García, les
cuestionó en julio por qué no han mejorado la producción de petróleo en el
país, a pesar de un decreto que las incentiva a hacerlo, a costo del erario público
y un aumento de 30 dólares en su retribución por barril,
mientras las reservas probadas de gas se
mantienen oficialmente estancadas en 10 trillones de pies cúbicos (TCFs).
“Ya son cuatro meses que tenemos del decreto,
pero no tenemos resultados; como estado boliviano hemos hecho el esfuerzo por
mejorar la retribución para mejorar la producción del petróleo”, recordó el mandatario
al dirigirse a Carlos Delius, presidente de Cámara que agrupa a las petroleras.
“No hay resultados, Delius”, le reclamó en el
último congreso del gas que auspiciaron el gobierno y las privadas.
Para el colmo, por agosto, la consultora
internacional Gas Energy previó que a partir del 2017 se registrará una
“notoria” declinación en la producción de megacampos, pronosticando un
desajuste entre la oferta y la demanda el 2019, lo que afectaría a las
exportaciones a Brasil y Argentina, pese a la actual explotación intensificada
de los
yacimientos y su acelerada monetización. A medio
semestre se rompió la barrera de los 54 millones de metros cúbicos de gas por
día (MMmcd) casi en su totalidad exportados a Brasil y Argentina.
Pero las operadoras privadas, en los hechos no
han hecho uso de los incentivos para revertir la reducción de reservas: A
mediados de septiembre y a cinco meses de que el gobierno aprobara una norma
para incentivar la producción de petróleo crudo, ninguna empresa petrolera había
aumentado su producción.
“Todavía no hemos desembolsado ningún incentivo
porque ninguna empresa ha descubierto o ha aumentado sus volúmenes de producción”,
admitió a La Razón el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas.
En contraposición a las altas cifras con que
opera el sector hidrocarburos en Bolivia (se tiene previsto invertir casi 2.050
MM$us el 2012, aunque sólo 742 las privadas), la Agencia de Noticias de la estatal
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (AN-YPFB) informó hace una semana
que en el periodo 2007-2012 YPFB aportó con más de
437,3 millones de bolivianos para el pago del bono
escolar “Juancito Pinto” a razón de casi 10 MM$us anuales, totalizando 62 MM en casi seis años.
Y de acuerdo con las proyecciones realizadas por
Gas Energy, en su boletín trimestral Energy Insight, lanzado el mes de
septiembre y divulgado por EnergyPress, el país obtendrá por las exportaciones
de gas natural, hasta 2026, un monto acumulado de $us 27,14 billones
Hidrocarburos continúa siendo la actividad
económica que registra mayor valor en las exportaciones nacionales, entre enero
y julio de 2012, con una participación de 49,8%, respecto al total, seguida de
la Industria Manufacturera con 26,2%; Extracción de Minerales con 18,8% y la
actividad de Agricultura, Ganadería, Caza, Silvicultura y Pesca con una
participación de 3,5%, según datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y YPFB.
Pero “si bien hay una política de hidrocarburos
en Bolivia, muy marcada con todo el proceso de nacionalización, vemos también
una ausencia de institucionalidad o una institucionalidad muy débil”, alertó el
Director de Jubileo, Juan Carlos Núñez, un organismo de la Iglesia Católica en
Bolivia y Alemania.
“Creo que ahí vienen todos los temas que se
están viniendo al frente; temas de corrupción, de contratos, creo que hay una
necesidad imperiosa de fortalecer esa institucionalidad... creo que así aclararíamos
y allanaríamos un sinfín de dificultades. Hoy por hoy, en muchos casos YPFB
acaba siendo juez y parte en el tema hidrocarburos”, agregó Núñez.
Millones nunca vistos
Tan sólo a julio de este año, “las exportaciones
de la actividad económica de extracción de hidrocarburos compuesta por gas
natural y otros combustibles registró $us 3.056 millones”, anunció a fines de agosto
Villegas, al precisar que ese monto es superior en 40 % a las ventas obtenidas
entre enero y julio del 2011 cuando se alcanzó 2.173
millones de dólares.
Los 3.056 millones se agregan a los 18,100
millones de dólares que el experto Mauricio Medinaceli calcula que el Estado
Plurinacional ha obtenido desde el 2006 en ingresos netos por hidrocarburos, mientras
que estimaciones independientes basadas en análisis de la Fundación Jubileo,
registran 17.600 millones, de los cuales sale tanto la renta
petrolera del país como la remuneración de las
operadoras, en su mayor parte, subsidiarias de las grandes transnacionales.
Entrado el segundo semestre, el director de
Jubileo, Juan Carlos Núñez advirtió, a tiempo de cuestionar la transparencia y
la débil institucionalidad de YPFB, aquejada por recientes casos de corrupción e
irregularidades, que el 70 % de la renta petrolera generada por la corporación
estatal y administrada por el gobierno del presidente Evo
Morales se ha destinado al gasto corriente: “Nos
lo hemos comido”, matizó amargamente.
De acuerdo a una última exposición del ex
ministro Medinaceli en la Cámara Boliviano Americana de Comercio, entre costos
recuperables (basados en costos reportados por las operadoras) y utilidades establecidas
por ley, las petroleras privadas han sumado 7.068
millones de dólares que constituyen su
remuneración en los seis años transcurridos entre el 2006 y el 2011, con una
porción cercana al 39 %
Otros datos independientes basados en registros
de Jubileo, que a su vez cuestiona la escasa información oportuna, precisa y
actualizada que en general ofrece YPFB sobre el valor de la producción y la comercialización
hidrocarburífera y el monto que se llevan las petroleras, consignan que la
participación de éstas alcanzaría a casi
5.200 millones en ese mismo periodo,
aproximadamente un 30 % del negocio. La relación para el 2011 fue del 33-67 %,
de acuerdo con la exposición.
Medinaceli dijo en su conferencia que sólo los
precios altos permiten a las operadoras soportar hasta un 70 % de participación
estatal, trascendiendo que el viejo y publicitado 82 % para el Estado Plurinacional
y 18 % para las transnacionales, emergente de la “guerra del gas” y la
irrupción de los movimientos sociales en el poder desde
el 2006, sólo duró unos meses y en los hechos ha
caído la participación estatal en el jugoso negocio de los hidrocarburos.
De los datos del consultor internacional (mmedinaceli.com), se desprende que la relación el 2006
fue 64-36 %. El 2007 bajó a 57-43%, el 2008 a 54-46%, mientras que el 2009 y 2010
remontó a 60–40%.
La nacionalización de los hidrocarburos,
propició desde 2006, las mayores ganancias para Bolivia, registradas en toda su
historia al sumar, en seis años de aplicación, ingresos por $us 12.424 millones
de dólares, anunció la corporación petrolera estatal en réplica a reclamos del
ex ministro del sector, Andrés Soliz, en sentido de que
la relación se redujo al 50-50 % en desmedro de
los bolivianos.
La tajada estatal
El 28 de agosto, el presidente de YPFB, Carlos
Villegas, aseguró la renta petrolera había subido a 14.494 millones de dólares
entre el 2006 y julio 2012. En la réplica, gerente de Administración de Contratos
de YPFB, Edwin Alvarez Pantigozo, aseguró que aún “en muchos contratos de
operación, el Estado se queda con más del 82% que
representa el denominado Government Take”,
“De ninguna manera se puede confundir a la
población cuando se mezclan conceptos totalmente distintos. Uno es el de la
Renta Petrolera establecida en la
Ley de Hidrocarburos No 3058 que fue promulgada en mayo del
2005; otro, distinto es el de las inversiones realizadas por las petroleras
desde la aplicación de los Contratos de Riesgo
Compartido hasta la vigencia y fecha efectiva de
la aplicación de los nuevos Contratos de Operación (mayo 2007)”, subrayó.
El gobierno ha cumplido con el Decreto de
Nacionalización (28701), dado que todas las compañías petroleras firmaron los
contratos de Operación en el plazo que establecía el propio decreto (180 días),
mismos que entraron en vigencia a partir del 2 de mayo de 2007.
“Especialmente [cumplió] con el artículo cuarto,
que establece un periodo de transición, en tanto entraron en plena vigencia los
contratos de operación, a partir del 2 de mayo de 2007, y comenzaron a generar
mayores ganancias para el Estado. Este histórico Decreto
Supremo estableció un periodo de transición para
lo cual el gobierno aplicó un 32% adicional de participación para los
megacampos productores de gas natural (San Alberto y San Antonio). Este periodo
de transición se mantuvo hasta la vigencia y aplicación de los nuevos Contratos
de Operación”
El 2007 publiqué un libro (La Nacionalización
del Nuevo Milenio: cuando el precio fue un aliado) donde, en uno de los
párrafos conclusivos, señalé lo siguiente: "La Participación Estatal promedio...oscilaría
entre el 51% y 70%", recordó en su blog Mauricio Medinaceli.
“Es grato ver que, por ejemplo, para el año 2011
este porcentaje fue del 67% (divida Regalías + IDH + Nacionalización entre el
total de ingresos brutos en la tabla), este libro me costó una semana en la clínica,
pero creo que valió la pena”, agregó.
Transparente... a puerta cerrada
El Banco Central concedió dos préstamos a YPFB
por 1.030 millones de dólares para la planta de urea en Cochabamba –contrato
firmado el 13 de septiembre con la coreana Samsung Engineering por 843 millones–
y la separadora de licuables Gran Chaco, en un acto donde “la firma de los
contratos fue a puerta cerrada”, relató la agencia ANF,
divulgándose la información por boletines del
BCB, de Yacimientos y del Ministerio de Hidrocarburos.
El hecho sucedió un día después que la petrolera
estatal y el Ministerio anticorrupción habilitarán un sitio en Internet para
que la población pueda realizar un seguimiento sobre los recursos que administra
la empresa más grande del país, divulgando toda la
información sobre los contratos petroleros y las
licitaciones para construir las plantas que industrializarán los hidrocarburos,
entre otros negocios.
“Firmamos una carta de intenciones con YPFB, que
tiene como objetivo la reducción de la impunidad en los actos de corrupción y
se haga control social en la gestión pública”, dijo la ministra de Transparencia
Institucional y Lucha Contra la
Corrupción, Nardi Suxo.
“Con estos eventos lo que hacemos es refrendar
nuestra transparencia absoluta en la gestión y administración de YPFB”, refirió
el presidente de YPFB, Carlos Villegas.
Contrataciones directas vs. Licitaciones
“Mientras en un mismo día el gobierno anuncia la
firma de un “Convenio Interinstitucional” entre YPFB y el Ministerio de
Transparencia para poner en marcha mecanismos que eviten la corrupción en la
contratación de obras y compra de bienes que hace la primera, en el mismo
Palacio de Gobierno, el Presidente y el Vicepresidente presenciaron la suscripción
de un contrato por 234 millones de dólares con la
austríaca Doppelmayer para construir un dudoso
teleférico entre La Paz y El Alto”, comentó el diario tarijeño El Nacional.
“El contratito se lo negoció en forma directa,
sin mediar licitación ni comparación de precios. Aún no se ha explicado cuál la
razón de la urgencia de la obra si, como se ha dicho, no constituye una
solución de fondo al problema de tráfico y transporte entre La Paz y El Alto”, agregó
Aún más, el diario tarijeño se refirió a otras
irregularidades:
“Y para muestra sólo un botón: en Tarija, YPFB
Transportes rescindió hace dos meses un contrato con la brasileña Conduto por
incumplir en el tendido del ducto de ampliación del Gasoducto Villa Montes – Tarija.
Esa misma brasileña, sin embargo, trabaja como subcontratista de las
transnacionales “operadoras” de YPFB en San Alberto, con la venia de YPFB
Corporación. Los pagos que Conduto recibe son avalados por YPFB y pagados por
los bolivianos mediante los Costos Recuperables. ¿Hay una explicación a
semejante contradicción? ¿Hará algo al respecto el acuerdito con el Ministerio
de Transparencia? ¿Es Conduto otra contratista “de prestigio” del gobierno, al
punto que puede trabajar en Bolivia pese a haber incurrido en incumplimiento de
contratos? ¿Para las constructoras brasileñas no es aplicable la Ley
Marcelo Quiroga Santa Cruz?”.
El ministro de Hidrocarburos, Juan José Sosa,
dijo que el crédito del BC a Yacimientos: “No es poca plata, estamos hablando
de más de 1.030 millones de dólares, en otro tiempo de la historia eso
hubiésemos firmado con algún organismo multilateral o internacional de
préstamo, pero no, ahora lo está haciendo el Banco Central de Bolivia, cuesta creerlo
¿no?”
“Es el BCB el que concede créditos a las
empresas estatales estratégicas cuando en otrora, no hace mucho tiempo, la Ley de Bancos le prohibía
otorgar créditos a empresa estatales, son hechos significativos, hitos que
están no solamente definiendo el presente,
sino fundamentalmente el futuro de Bolivia.
Estos créditos que estamos suscribiendo serán destinados a la construcción de la Planta de Separación de
Líquidos Gran Chaco y otro que verdaderamente va a ser una inflexión en la
historia del país, la Planta
de Amoniaco Urea que da inicio a la industrialización de los hidrocarburos”,
señaló a su
vez Carlos Villegas.
Las previsiones oficiales señalan que el 90% de
la producción de la planta será destinado al mercado exterior y el restante 10
al consumo interno. Se instalará en Bulo Bulo, Chapare Tropical; generará ingresos
por 300 millones de dólares anuales.
* Reporte ampliado con base en la versión
original de la revista IN, octubre 2012: http://360.com.bo/DigitalIN/in28/
http://issuu.com/inrevista/docs/in_28)