
En una reunión con colegas Lyndon LaRouche hizo algunas
observaciones sobre el momento decisivo de la historia en que nos encontramos
actualmente.
1. El idiota de Netanyahu en Israel ha puesto en
marcha un proceso que
no había anticipado y que no puede controlar.
Con la invasión y
matanza brutal en Gaza, los líderes de Israel
han desatado una
reacción que no pueden detener. Han desatado una
furia tal entre la
población musulmana y árabe –incluyendo a los
neosalafistas-- que
tomará rumbos impredecibles. Esto estorba
incluso las operaciones
saudíes y británicas que habían orientado a los
neosalafistas en
contra de Assad. Luego de los crímenes cometidos
por Israel contra los
palestinos en Gaza, ¿a quien van a odiar más
estos yihadistas? ¿Hacia
quienes van a dirigir ahora su furia? Este es un
factor incontrolable
que se introduce en la ecuación ya volátil del
Oriente Medio.
2. Cualquiera que esté pensando en la lucha por
la Glass-Steagall
desde el punto de vista del calendario del
Congreso de los Estados
Unidos, está fuera de sus casillas. La realidad
inmediata es que nos
encontramos en una coyuntura en la que solo hay
dos direcciones
posibles: O se apegan a lo que quiere Obama y
enfrentamos un inminente
estallido hiperinflacionario y un colapso
económico en general, o
implementamos la Glass-Steagall de
inmediato. Solo la Glass-Steagall
puede impedir la explosión hiperinflacionaria.
Esta cuestión está
sobre el tapete en este mismo momento. Hay
muchas personas por ahí,
incluso en el Congreso, que apoyan la Glass-Steagall sin
entender
plenamente por qué. La inmensa mayoría no tiene
una comprensión de
como funciona la economía real. No obstante,
entre muchos miembros del
Congreso hay una sensación clara de que estamos
al borde de otro
estallido bancario, y que otro rescate
financiero es absolutamente
imposible. En ese sentido, entienden la amenaza
inmediata de una
explosión hiperinflacionaria en cualquier momento.
Esa es la base
sobre la cual comprenderán la necesidad de la Glass-Steagall, sin
demora. Esperar a enero y la integración del
nuevo Congreso puede muy
bien ser demasiado tarde. Ha llegado el momento
de la Glass-Steagall
ya.
3. Obama se tiene que ir, y el escándalo de
Benghazi lo puede
derribar. Petraeus ya no es vulnerable al
chantaje de Obama, como lo
demostró con su cambio en el testimonio que
presentó ante el Congreso
el viernes 16. Obama no puede eludir el
enjuiciamiento por sus
mentiras y las de Rice sobre Benghazi. El hecho
de que el principal
periódico sueco, Aftonbladet, señaló que las
sesiones del martes para
decidir los asesinatos es lo mismo que la
política de eutanasia de los
nazis, es un gran paso adelante. Es indicativo
de que se le están
cerrando las puertas a Obama. El peligro en esta
situación es que
Obama puede optar por iniciar una guerra para
impedir que lo saquen
del cargo debido al Benghazi-gate y sus muchos
otros delitos.
4. La única manera de enfrentar la secuela de la
supertormenta Sandy
es mediante un esfuerzo enorme de reconstrucción
inmediata. Esto sería
un complemento del NAWAPA. Como lo sugirió un
destacado miembro del
Congreso, esto debe consistir en una expansión
importante de la
Reserva del Ejército. Se puede ofrecer a los jóvenes la
opción de la
Reserva del Ejército, entrenarlos y ponerlos en acción bajo
la
dirección del Cuerpo de Ingenieros del Ejército
para reconstruir las
zonas de la Costa Este devastadas
por el huracán Sandy. Se puede
adoptar el mismo enfoque para iniciar el
programa del NAWAPA. Dar a
los jóvenes una misión, a la vez que una
orientación hacia una futura
carrera potencial. El presupuesto militar es
todavía una especie de
vaca sagrada, así que se pueden sacar el financiamiento
para un
extenso programa de recuperación dirigido por el
Cuerpo de Ingenieros
del Ejército.