“LA REVOLUCION NACIONAL ES UN PROCESO DE
MODERNIZACION Y NO PROSTITUCION DE SIGLAS”

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Publicado el 01/07/2014

RAFAEL SAGÁRNAGA LÓPEZ

Semana profundamente emblemática para Tarija y Bolivia. El 9 y el 15 de abril recuerdan partos históricos que cambiaron el devenir del país. La idea de revolución, la idea de nación, vuelven al panel del análisis y a la reflexión sobre el futuro que se siembra en tiempos del “proceso de cambio”. Por ello, EL NACIONAL conversó con el doctor Ramiro Paz Cerruto, experto economista y singular testigo de la historia contemporánea nacional. Frontal, sin tapujos, Paz recuerda errores históricos y vacíos ideológicos del MNR y alerta sobre los riesgos de potenciales desviaciones políticas del MAS.

EL NACIONAL (EN).- Recuerdo una entrevista televisiva que le hicieron en La Paz cuando contaba detalles sobre la Revolución Nacional de Abril de 1952. Usted en esa conversación citaba cómo fue un jovencísimo testigo de las charlas de aquellos grandes conspiradores en la clandestinidad. Luego, estuvo como, digamos, “inquilino de Palacio de Gobierno”, presenciando la aplicación de las reformas revolucionarias. Y lustros después, fue observador y confidente de quiénes presenciaban impotentes la inminencia de la contrarevolución y a sus protagonistas. A 62 años de aquella gesta, ¿considera que se ha comprendido debidamente la Revolución de Abril? Al menos, cada abril hay gente que le canta loas y la recuerda con marchas y manifiestos públicos.

Ramiro Paz Cerruto (RPC).- Los singulares ciudadanos que participaron de la Revolución Nacional recuerdan su violencia, sus glorias y su extraordinario impacto en la formación de la Nación Boliviana. No así los jóvenes y no tan jóvenes que ven sólo las siglas del MNR para negociarlas en alguna contienda política.

Conceptualmente, hay incluso la necesidad de precisar las fechas exactas de la Revolución, es decir de la carga revolucionaria que marcó aquella transformación del país. Mire que el 15 de abril es una fecha épica, un hito tan importante como fue el 9 de abril de 1952. El 9 de abril, después de cuatro días de combate, del pueblo paceño, de proletarios mineros, fabriles, ferroviarios, artesanos y el lumpen social… Se pagó un tributo de sangre de casi mil muertos y se produjo la derrota del ejército oligárquico cuyo comandante, el general Humberto Torrez Ortiz se refugia en Laja y firma su capitulación ante el líder nato de la guerra popular Hernán Siles Zuazo. Ahí urge otra precisión sobre Siles: fue el líder en las trincheras y los combates. La mezquindad partidista trata de ignorarlo, de minimizar su figura.

Luego, vale destacar otra característica del 9 al 15 de abril: los líderes revolucionarios triunfantes supieron controlar la euforia y furia populares. La oligarquía fugó a los países vecinos y se refugió en sus latifundios. En esos días no hubo un solo saqueo, no hubo un solo linchamiento, no hubo barbarie ni anarquía. El pueblo encuentra su propia disciplina y controla las calles mientras espera la formación de un gabinete transitorio que dé paso al nuevo orden revolucionario. Espera justicia, igualdad y desarrollo integral de una nueva Nación, mucho más dueña de sí misma.

No olvidemos que las revoluciones en su irrupción causan desordenes públicos, son resultado del rencor, del deseo de venganza acumulada durante siglos en los desposeídos. El arte de gobernar en revolución no sólo se basa en un ideario, sino en el control de la  delincuencia. No se puede olvidar que ese pueblo rebelde, agitado, luego debe ser el puntal de un proceso que requiere madurez política.

EN.- Bueno, pero usted ya habla de revolución cuando lo descrito hasta ahí puede ser aún sólo una insurrección popular, incluso sólo un golpe de Estado…

RPC.- No se precipite, justo estoy por explicarle el momento en que abril del 52 se transformó en una revolución.
Definida la victoria militar, durante días, en Palacio de Gobierno y otras instituciones surgen apasionadas discusiones entre los líderes sobre el curso a seguir. Se impone el sector sindical duro con Juan Lechín a la cabeza. Entonces, cuando llega Víctor Paz Estenssoro el 15 de abril y es recibido por grandes multitudes expectantes, se anuncia sí, claramente, el rumbo que caracterizó a la Revolución Nacional. Se organiza el primer Gabinete con un fuerte sector laboralista. Los campesinos no estaban aún incorporados. Sin embargo, es frente a la gran masa expectante que Paz, ya como Presidente, anuncia la destrucción de los medios del antiguo régimen: Nacionalización de las minas, Reforma Agraria, Voto Universal y creación del Ejército Popular, es decir, se arma al pueblo e incorpora a los campesinos. Lo hicieron en mérito a las luchas agrarias de Cochabamba, Tarija y, parcialmente, Santa Cruz. Este fue el momento definitorio, en ese momento sí tuvimos Revolución Nacional.

Se impone un nuevo orden que sustituye al poder de las empresas mineras y al latifundista. Podríamos definir Revolución Nacional como un movimiento integral social y territorial violento y radical. Se gesta en décadas de adversidad pues requiere toma de conciencia por el pueblo y donde sus líderes hayan sufrido unidos la clandestinidad, las persecuciones, cárceles, exilios, etc. Sólo así se forma solidaridad entre ellos y la identificación con los objetivos claros de la nueva nación. Sólo así pueden tener la autoridad y capacidad de tomar el poder e imponer a las fuerzas vencidas las reglas del nuevo orden, combinando humanidad y drasticidad militar, algo difícil de lograr.

EN.- ¿Qué tanto se pasó de los enunciados revolucionarios a un proceso revolucionario efectivo? ¿En qué otros escenarios se puede advertir eso?

RPC.- Le citaré sólo ilustrativamente algunos aspectos que marcan lo hecho. Otra persona que merece un reconocimiento histórico es un señor que, a diferencia de muchos en Bolivia, leía. Se llamó Alfonso Gumucio, él dijo: “No vamos a ser nación si no desarrollamos el espacio…”. Él leyó el Plan Boham, valoró el dominio del espacio territorial. Entonces se moviliza los restos de las Fuerzas Armadas, surgen los regimientos de colonización. Las FFAA empiezan a poner orden en el norte de Santa Cruz.

Ellos hacen los núcleos de colonización. Se organiza una unidad de colonización de la Corporación Boliviana de Fomento (CBF) en base a lo que había dejado en germen el viejo régimen. Se la reconvierte en tres unidades. Se erige entonces con las divisas de la minería industrias como las azucareras. En Guabirá, por ejemplo, las plantaciones las hacen los soldados. Alrededor de la industria azucarera se desarrollan subindustrias y servicios, y estas industrias desatan la migración del occidente a Santa Cruz. Surgen Yapacaní, Cuatro Ojitos, Montero salta de poblado a ciudad intermedia. En el Beni se construyen pistas como las de Reyes y Rurrenabaque y se organizan las flotillas de aviones C-46, “los panzones carniceros”. Y de ahí, de la Amazonía, se llevaba carne a las minas en los Andes. Trinidad, la capital del Beni, gracias a la CBF, se convirtió en un epicentro ganadero. Igualmente, divisas de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) se invierten en el desarrollo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos presididos por José Paz Estenssoro. Se construye el oleoducto a Arica, la hidroélectrica de Corani. Así pasamos al autoabastecimiento energético.

Mire, hasta antes de la Revolución, la Grace and Company le vendía azúcar a Bolivia. Ese conglomerado transnacional dueño de aerolíneas como Panagra, petróleo, etc. nos proveía de insumos básicos. Pero luego de Abril, de ser importadores de azúcar, petróleo y carne vamos a lo contrario. ¿Acaso no son cambios plenamente revolucionarios?

EN.- Pero, según se dice, no se pudo evitar el fracaso de la Nacionalización de las Minas que era la base de eso. Tampoco, obviamente los extravíos y fractura del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el fin del proceso.
RPC.-
 ¿La Nacionalización de las Minas un fracaso? Se sabía todo eso, se sabía el tema de la baja de precios, etc. Más adelante le explicaré los problemas que vinieron con el tiempo y derivaron en la contrarevolución. Sin embargo, hubo momentos profundamente revolucionarios. Por eso, incluso llegaron a verlos en directo, a ser testigos, a estudiarlos, personalidades de renombre internacional como Lombardo Toledano, Miguel Ángel Asturias y hasta el propio Ernesto Che Guevara. Yo muy niño estuve, hay fotografías, junto a Toledano en el momento en que mi padre anuncia la Nacionalización de las Minas.

Ahora bien hay que separar lo que puede ser el instrumento de la Revolución y luego ya no de lo que es la Revolución Nacional. Hay que comprender claramente qué es una Revolución Nacional a lo largo del tiempo, desde la óptica grande, sin ligarla a otros factores.

EN.- ¿Qué es una Revolución Nacional sin ligarla a otros factores?
RPC.-
 Revolución Nacional es un proceso profundo de modernización y no prostitución de siglas político electoralistas. Revolución Nacional es equivalente a modernización de la Nación para su participación ventajosa en el concierto internacional. ¿Está claro?

EN.- ¿Puede fundamentar más esa definición?
RPC.-
 La Revolución Nacional Boliviana de abril de 1952, obviamente, no es la única en la Historia. Mucho se ha publicado de la estadounidense, la rusa, la francesa o la mexicana. Hay otras poco conocidas, con diferencias geopolíticas, religiosas, sociales y étnicas.

En Bolivia tenemos que estudiar esos y otros diversos procesos revolucionarios. Algunas revoluciones merecen más estudio para ver sus similitudes y diferencias con la boliviana de 1952. Todas se inspiran en el objetivo de lograr, a largo alcance, un nivel más alto de civilización en su marco soberano geográfico de acuerdo al derecho internacional. Esto debe promover una mayor creatividad cultural y científica con una identidad nacional definida y unificatoria. Entre estas revoluciones vale mencionar: La revolución inglesa de Oliver Cromwell (1642 – 1653), la revolución de Pedro El Grande en Rusia (1672 – 1725), la Revolución Mexicana de Villa y Zapata (1910 – 1920), la Revolución Turca de Kemal Ataturk (1919 – 1937), la Revolución Árabe de Nasser (1953 – 1961)… Claro, sin duda hay que estudiar también los procesos revolucionarios nacionales en los países sudamericanos en sus respectivos niveles e intensidades.

EN.- ¿Las revoluciones son modernización ad infinitum?
RPC.-
 Las revoluciones son cíclicas: emergencia del movimiento popular, derrocamiento del antiguo régimen, nuevo orden, realización del programa revolucionario y la decadencia.

La Revolución Nacional Boliviana tuvo un largo periodo de emergencia. Luego derroca al antiguo régimen en 1952 y alcanza su decadencia en 1962. Esto último se debió a la corrupción interna, a la penetración o intrusismo de la oligarquía que revive en las filas del poder y al militarismo inspirado en los Estados Unidos. El ciclo que se cerró en 1964 dio paso a 18 años de Gobiernos militares conservadores y 24 de Gobiernos predominantemente oligárquicos. En total 42 años de reacción frente a 12 años de Revolución (1952-1964).

EN.- Supongo que la corrupción suma entre los factores que marcan ese declive revolucionario
RPC.-
 En aquella Revolución surgió como plaga la proveduría. Surge el cambio diferencial y la proveduría que paradójicamente desata otra vez la sed y participación de la Grace and Company.

Comibol se convierte también en víctima de la proveduría. Hubo corruptela en todo. Surge gente como Rubén Darío Gutiérrez, Bedregal y los Gazer. Los militares colonizadores también comienzan a comprar tierras. Convergen tres fuerzas: provedores de Comibol, de YPFB, y los militares para la venta tanquetas y caimanes..provedores de equipo del LAB…Crecen las empresas estatales  y los provedores del MNR, el principal Guillermo Bedregal. También surge el fenómeno de los cuperos de divisas preferenciales como en la Argentina de hoy. En suma, las empresas estatales desatan la corrupción vía proveedores. Y en el propio poder central se expande el uso de los fondos reservados hasta para comprar a los opositores.

El concepto de Revolución Nacional deja de ser y se arma al Ejército para controlar a las milicias mineras. Eso lo hacen militares como Barrientos. Comienza a gestarse el golpe del 64.

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“El MAS puede ser revolucionario

si va a la ciencia y la tecnología”

EN.- ¿Qué queda hoy como dinámica de aquella Revolución Nacional?
RPC.-
 Tenemos un país más integrado, sin restar el crédito a lo hecho por el MAS en estos 8 años. También podemos señalar que el campesino comienza a “calcutizar” las ciudades, en desorden total, en colonización, es un fenómeno comercial, no productivo.

EN.- ¿Puede lo sucedido desde 2003 a la fecha constituirse en otro ciclo de la Revolución Nacional?
RPC.- 
El MAS puede ser parte de un gran ciclo a semejanza de lo que hoy pasa con Rusia y Ucrania, ahí se revela que la URSS fue un ciclo de la consolidación de la Gran Rusia. Siempre comparé el ferrocarril transiberiano ruso con la carretera Cochabamba – Santa Cruz.

El MAS puede comenzar un nuevo ciclo si se va al tema de ciencia y la tecnología, la investigación en salud, biotecnología, biogenética. El MAS triunfará si impulsa la ciencia y la tecnología en Bolivia para modernizar nación y eliminar las cosméticas étnicas, “plurinacionales”.

EN.- ¿Y qué de la minería, el gas, etc?
RPC.-
 Debe consolidar verdaderamente la minería y no tenerla “cooperativizada”, para los operadores de Gonzalo Sánchez de Lozada, de la Río Tinto Zinc, de Comsur. Debe saber evitar dentellazos de las petroleras que están buscando el fracking, el macabro shale gas.
El próximo ciclo de gobierno tiene que tener una obsesión en defender el espacio territorial de la codicia de los países vecinos y de otros poderes disfrazados. Bolivia, país aún desvertebrado, con grandes riquezas, requiere de institutos para desarrollar y obtener riquezas como las “tierras raras”. Hay grandes paradojas y peligros. Por ejemplo: el Chaco se está caracterizando por el narcotráfico mientras descuida potencialidades inmensas como el desarrollo de la jatropha.

EN.- ¿Y ya hay también provedurías, mutaciones de aliados y demás cosas turbias?
RPC.-
 El MAS vencerá igualmente siempre que no se aburguese y no se venda a las constructoras. El MAS, igual que el MNR puede fracasar por la corrupción con los provedores de equipos y servicios.

EN.- Pero camina con más firmeza a su tercera reelección
RPC.-
 Una elección no significa democracia ni modernización.

EN.- ¿Y el caudillo?
RPC.-
 Si no madura, el futuro de Evo puede ser tan predecible como el de Emiliano Zapata. Fuerzas externas podrían buscar el fin de Evo tal como lo hicieron con Zapata. Pero también podría proyectarse como un líder latinoamericano no sectario indigenista, más bien un modernizador, lo reitero, vía la ciencia y la tecnología. Le urge más concepto de nación, más nación que secta, ha madurado y, confío en que madurará.

EN.- Pero el MAS tampoco debe confundirse con una Revolución Nacional…
RPC.-
 Eso también queda claro.

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PERFIL

Ramiro Víctor Paz Cerruto trabajó como Consultor de Naciones Unidas, del Banco Interamericano, del Banco Mundial y en más de una docena de empresas y organismos transnacionales. Ha desempeñado funciones ejecutivas en 20 países, cuatro continentes, en ocasiones por motivos laborales, en otras obligado al exilio. Conoció de primera mano y compartió misión con algunos de los grandes líderes mundiales y latinoamericanos del siglo XX y XXI, como Ernesto Che Guevara, Salvador Allende, John Kerry, Hernán Siles Zuazo y, su progenitor, Víctor Paz Estenssoro, Sixto Durán Ballén. Recibió el premio Leo S. Rowe de la Universidad de Pennsylvania y el premio Adlai Stevenson del Congreso de los Estados Unidos. No sólo fue un profesional destacado en el exterior, sino testigo de la Revolución Nacional en el corto periodo, infanto adolescente, que vivió en Bolivia (1952 – 1954). Ha escrito cientos de artículos para publicaciones especializadas y al menos cuatro libros, entre los que destacan El Dominio Amazónico y En Los Pasillos del Poder.