RACISMO CONTRA BOLIVIANOS EN CORDOBA

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Publicado el 01/09/2014

Los ideales de construir la Patria Grande, de viabilizar en el Siglo XXI los anhelos de Bolivar, San Martín y Artigas, de lograr que América Latina se constituya en Nación continente a fin de participar en las decisiones que la humanidad debe adoptar en las próximas décadas, se convierten en papel mojado si no somos capaces de avanzar en la articulación espiritual entre nuestros pueblos.

 

Para lograr este objetivo, debemos denunciar sin concesiones las manifestaciones de racismo que con cierta frecuencia se presentan entre nuestros pueblos. Así ocurrió con las manifestaciones y acciones xenófobas desplegadas por des adaptados contra la comunidad boliviana de la Rio Cuarto, la segunda ciudad más importante de la provincia de Córdoba, el 31 de agosto y en días posteriores.

 

Felizmente, y frente a la cobertura noticiosa y al editorial escrito sobre el tema por “El Nacional” de Tarija, dos influyentes intelectuales, Roberto A. Ferrero y Enzo Alberto Regali, escribieron notas de análisis que enaltecen a la intelectualidad argentina.

 

Destacamos también la sugerencia del ingeniero boliviano, Dante Gumiel Reyes, quien ha considerado que el tema del progrom en Córdoba debería ser objeto de análisis en el MERCOSUR y el CELAC, a fin de elaborar políticas en la región que contribuyan a eliminar los vestigios de racismo que, infelizmente, postergan  la concreción del ideal bolivariano.

 

A fin de testimoniar los sucesos anotados, “Patria Grande” difunde un dossier con los siguientes  documentos.

 

1.- Editorial de “El Nacional”

2.- Nota de Roberto A. Ferrero

3.- Nota de Enzo Regali

4.- Iniciativa del ingeniero Dante Gumiel Reyes.

 

 

1.- Editorial de “El Nacional”

 

Periódico "El Nacional" (Tarija)

PELIGROSO PRECEDENTE EN ARGENTINA

Las imágenes de la feroz agresión que sufrió una comunidad boliviana en la ciudad de Río IV, Córdoba, conmovieron al grueso del país. Fueron tapa de los más importantes diarios y motivo de una acelerada movilización de nuestros diplomáticos hacia aquella urbe.
Los detalles de aquellos sucesos no resultaron menos preocupantes. Algunas descripciones señalaron que durante una noche, las autoridades policiales dejaron sin socorro a aquella comunidad que fue aislada por un bloqueo al puente que la comunica con la ciudad. Luego grupos de vándalos buscaron arrasar con las propiedades de los inmigrantes. Un residente boliviano acabó con graves heridas y contusiones en el hospital. Un total de 16 familias huyeron, algunas dejando sus pertenencias.
El ataque obedeció a que el sábado un joven fue asesinado a tiros, golpes y machetazos en esa comunidad por un grupo de delincuentes. Dos argentinos y dos bolivianos fueron luego arrestados e imputados por el crimen. Sin embargo, sabido es que la mayoría de los afectados no tienen ninguna relación con actividades delictivas. Se trata de familias de inmigrantes dedicadas a la agricultura y algunas actividades comerciales quienes, para optimizar sus ingresos, radican en zonas marginales.
Pero el crimen les significó ser acusados, juzgados y condenados por su peor “delito”: ser bolivianos. Algunos de los comentarios sobre estas noticias en las redes sociales del vecino país reflejaban claramente esos sentimientos tan atávicos como incomprensibles. “Choros a la cárcel y bolivianos a su país”, “bien merecido se lo tienen, que los choros los destrocen”, “fuera bolivianos”, etc. decían algunos. No eran los más, recibían duras críticas, pero no dejaban de aparecer.
En general las comunidades bolivianas en Argentina son reconocidas como trabajadoras y honestas. Su protagonismo ha ganado creciente espacio desde Salta hasta la Patagonia y han copado rubros otrora monopolizados por otras comunidades inmigrantes. De ello dan fe decenas y decenas de reportajes tanto escritos como audiovisuales así como estudios sociológicos.
Pero ninguno de esos y otros esfuerzos logran reducir radicalmente la mentalidad xenófoba y hasta racista de determinados grupos sociales. Cánticos ofensivos en los estadios, comentarios despectivos en programas de farándula, controles policiales discriminadores, etc. lo demuestran. Una situación similar soportan nuestros hermanos paraguayos.
Si bien tortuosa e incómoda la situación de nuestros compatriotas no llegó a extremos en épocas previas a las crisis que afectan a Argentina. Crisis, sí, en plural. Y ahí suman desde los severos problemas económicos y el descontento social hasta un boom sin precedentes del narcotráfico. Y como ha sucedido en la larga historia de la humanidad, el forastero suele servir para desfogar las frustraciones. Basta que algunos agentes inescrupulosos, normalmente con intereses creados, instiguen a los grupos más ignorantes y vandálicos.
Lo sucedido en Río IV constituye un serio llamado de alerta. Esperemos que las autoridades de ambos países tomen medidas prudentes y previsoras para evitar que surjan hechos similares. Este tipo de inconductas merecen ser frenadas enérgicamente. Las peores historias de esta mal llamada humanidad han empezado a escribirse con hechos semejantes.

 

2.-  Nota de Roberto A. Ferrero

 

RÍO CUARTO Y LA PUNTA DEL ICEBERG DEL RACISMO

                                             

Por Roberto A. Ferrero

   

Los recientes ataques racistas y xenófobos a la comunidad boliviana de Río Cuarto (segunda ciudad cordobesa en la Argentina), absolutamente repudiables y causalmente injustificables, son graves no sólo en sí mismos, sino como sintomáticos de un estado de espíritu común a la gran mayoría de los argentinos. Y debemos decirlo y sentir vergüenza ajena por lo que representan.

   Existe en la Argentina -que se enorgullece de la inexistencia de antisemitismo entre su gente- un extendido prejuicio contra los inmigrantes de los países limítrofes y del Perú. Los únicos que no lo sufren son los uruguayos, tan iguales a nosotros en su cultura, sus fisonomías y sus apellidos que los consideramos una especie de argentinos en el exilio de la Banda Oriental. Por algo dijo Borges con nostalgia que “Montevideo es el Buenos Aires que perdimos”.

   Pero todos los demás son víctimas de un racismo de raíz europea que no alcanza a ser explicado por la fórmula tan a la moda de “odio a lo diferente” u “odio al Otro”. Esta es una fórmula vacía: no dice qué características tan particulares tiene “el Otro” para ser repudiado. Argentina es un país de población altamente mestizada, aunque esa población no lo quiera admitir y se considere “blanca” y muy europea por el elevado grado de descendientes de italianos, españoles, judíos, franceses, etc. que la integran. Desde este ilusorio sitio de enunciación, los argentinos en general consideran racialmente inferiores a nuestros hermanos latinoamericanos a los que atribuyen -a contrapelo de los hechos- rasgos de pereza, delincuencia e ignorancia. Sin embargo, los estudios de genética y demografía histórica en desarrollo están revelando la gran cantidad de sangre africana y de pueblos americanos originarios que corre por nuestras venas. El mito de la “nación blanca” comienza a caerse de a pedazos. Somos un pueblo mestizo que niega su mesticidad

   Sólo una fracción ilustrada -llamémosla así- , racional y democrática ha superado ese insufrible prejuicio. Lo sienten, en cambio, prácticamente todas las fracciones de nuestra clase dominante, sólo que lo disimulan por conveniencia: el MERCOSUR y el creciente comercio interlatinoamericano exigen ponerle buena cara a venezolanos, peruanos y nacionalidades vecinas. Bussines are bussines… En cuanto a su instrumento político-electoral, la partidocracia neoliberal, también es racista, pero acostumbrados sus miembros al disimulo y al engaño, lo ocultan cuidadosamente porque saben que es “políticamente incorrecto” expresar semejante sentimiento. Sin embargo, algunos de sus integrantes, afectados de incontinencia verbal, rompen los moldes de la prudencia y dejan escapar juicios despectivos que en realidad son comunes a todo el abanico político y secretamente guardados por la corporación.

   Este racismo y xenofobia de políticos, industriales y demás negociantes sería algo menos insufrible si fuera rechazado por los sectores populares. Pero no nos engañemos. La mayoría del pueblo argentino comparte esta animosidad en diverso grado. Desde los calificativos “paternalístico-despectivos” y pseudo-cariñosos (bolitas, chilotes, paraguas, perucas) hasta los “injuriante-calumniosos” (ladrón, vago, ratero) hay todo un arco que se recorre rápidamente desde los primeros hasta los últimos en determinadas circunstancias de crisis. Este sentimiento de superioridad que para mantenerse debe inferiorizar a nuestros hermanos latinoamericanos, puede apreciarse todas las semanas en dos ámbitos de masa: los estadios y las escuelas. En los primeros son los cánticos ofensivos y denigratorios; en las segundas, la burla y aun los ataques físicos a los niños nacidos de las comunidades de inmigrantes andinos. Una de ellas, la de los bolivianos, acaba de tener en Rio Cuarto su “noche de los cristales rotos”.

   La fraternidad latinoamericana es aún cuestión de minorías. No ha descendido a las masas, aún no ha calado en ellas. Es sobre todo en este tema tan delicado y descuidado que hace falta una real “revolución intelectual y moral” como preconizaba Gramsci. Ella debería desplegarse -sin dejar de sancionar a los culpables de actos de discriminación concretos y constatados- desde todos los aparatos de reproducción ideológica del país, especialmente desde la escuela, para inculcar a los niños y a la juventud los valores esenciales de la solidaridad latinoamericana, combatiendo y explicando simultáneamente los puntos de vista del opresor europeo (y yanquis ahora) que las grandes mayorías lamentablemente han introyectado después de ciento cincuenta años de prédica constante y sistemática. Razón tenía Marx al decir que la cultura de una época era la cultura de la clase dominante.

   Sin embargo no conviene hacerse demasiadas ilusiones: los resultados de esa prédica recién se verán en las generaciones por venir. En cierta ocasión el gran físico francés Louis de Broglie dijo que finalmente la Teoría Ondulatoria de la luz se impondría sobre la Teoría Corpuscular, pero no porque los sostenedores de esta última fueran convencidos, sino porque todos ellos morirían algún día y los físicos de las nuevas promociones aprenderían la Teoría Ondulatoria…. Lo mismo cabe decir del racismo interno en América Latina, especialmente en la Argentina.

   Junto a esta exigencia de enseñar fraternidad y solidaridad a las nuevas generaciones debería plantearse el carácter imperioso y prioritario que debe tener la tarea de hacer del MERCOSUR y del CELAC algo más que ámbitos de compra y venta. Deberían ser, también, agentes propulsores de una nueva cultura y una nueva espiritualidad, desprovistas de sentimientos de superioridad y de rasgos racistas.

   Pero a esto no lo hará nadie si no lo hacemos nosotros. La oligarquía, la burguesía y los sectores asociados a ella sólo lo harán en la medida mezquina en que les sea necesario para facilitar sus negocios. La unidad cultural y democrática de América Latina es un asunto demasiado importante para dejarlo en manos de los mercaderes.

 

Córdoba, 8 de Septiembre de 2.014

 

 

 

 

 

 

   3.- Nota de Enzo Alberto Regali

 

RIO CUARTO: “EL HUEVO DEL TIBURON” 

 

Reproduzco un artículo editorial del diario El Nacional de la ciudad de Tarija en Bolivia. Lo hago porque suscribo la gravedad de los hechos ocurridos en Río Cuarto. La editorial si bien describe con rigor lo sucedido, adolece, tal vez por desconocimiento o por gentileza fraternal de meter el cuchillo más a fondo. En mi caso no debo gentilezas   a nadie dado que voy a hablar de nosotros mismos, los argentinos. 

Río Cuarto es con esta acción, la cara bárbara de la sociedad argentina que se construyó en los últimos años. No, por "el neoliberalismo de los 90" o el "izquierdismo" de CFK, como suelen decir algunos personajes devenidos en políticos que balbucean algo del abecedario y repiten lo que escucharon dado que no tienen nada importante que decir. En realidad el racismo es, accesoriamente, "de izquierda o de derecha", de hecho, el "pogrom" de Río Cuarto, era "multipartidario" y "multiideológico". Es cierto que una parte mayoritaria de nuestra sociedad, reaccionó relativamente bien ante los hechos. Cumplieron un rol importante los medios de comunicación para descomprimir la violencia, así como la sensatez y corrección del hermano de la víctima. No obstante, se trata de un aviso extremadamente importante importante. Es un "ritual" que predomina entre grandes grupos de nuestra población: están los "antichilenos", los "antibolivianos/peruanos/paraguayos", en el primer caso aunque no lo sepan quienes ostentan estas actitudes reflejan una herencia del peor y más estéril de los nacionalismos argentinos especialmente porteño. En el segundo caso es herencia de la generalizada creencia que "somos blancos" en Argentina y por lo tanto sospechamos de aquelos hermanos en los que predomina el color y los rasgos mestizos, aindiados o en algunos casos negros. 

Es cierto que afortunadamente en Argentina no existen racismos como el de los norteamericanos o sudafricanos, o australianos u otros lugares del mundo, pero en los últimos años la migración desde países limítrofes para buscar trabajo que puede (a veces no lo es) más decente que en su país, ha acelerado un liviano racismo al que las escuelaas responden poco y nada y los gobiernos están ocupados en lo que creen que da votos y generalmente bolivianos o peruanos, o paraguayos al no estar documentados (algunos) o no estar obligados al voto no sufragan...hasta aquí suele llegar la preocupación gubernamental. En lo que hace al INADI y/o secretarías de derechos humanos, actúan a demanda, es decir lo hacen cuando ocurren hechos puntuales que se conocen en la prensa. No hay agenda de prevención,porque todavía hoy quienes se ocupan del tema DDHH están presos de las violaciones de hace casi medio siglo atrás.

Río Cuarto  y algunos otros hechos parecidos (en las discotecas los patovicas o matones legalizados se dedican a pegar a jóvenes por "portación de rostro" -aunque tan solo a unos pasos alguien esté violando a una joven y ellos no vean nada- sin que ni la policía ni los gobiernos muevan un músculo...;

(es que la noche, con su joda, la droga y el alcohol da demasiados dividendos para campaña electoral).

¿A que vienen estas disquisiciones? 

Pienso que la dirigencia política debe hacerse cargo de poner en su agenda este tipo de problemáticas, que terminan generalmente mal, con inocentes muertos, accidentes por conductores alcoholizados o como en Río Cuarto un progrom contra familias de hermanos americanos. El señor Berni sin que a toda esa izquierda "transversal" se le mueva un pelo, cargó contra los "extranjeros" que en este país son justamente americanos. Un pensamiento digno del siglo XIX el de este funcionario pero Berni y otros viven en el siglo XXI y son de izquierda "porque en la Argentina hasta la derecha es de izquierda" . 

Es preciso que la educación tome el tema americano no de "pico" sino seriamente. NO CONOCEN NUESTROS NIÑOS Y JÓVENES A LOS AMERICANOS VECINOS NUESTROS. SALVO A TRAVÉS DE LOS TURISTAS QUE NO ES POCO y ESTÁ BIEN, PERO NO ALCANZA PARA CAMBIAR CONCIENCIAS Y PREJUICIOS. Otro tanto deben hacer los gobiernos y los institutos superiores o las universidades...Algunos me dirán, que hay en casi todos estas instituciones, secretarías o cátedras dedicadas al estudio y difusión de los avatares de América Latina. 

Sin embargo, esto no es suficiente o perdurable en el tiempo.No es que esté mal, son solo una parte más del quehacer sistemático que nos debemos como civilización. Lo sostenible hacia el futuro es asumir el estudio serio y sistemático de la historia, la geografía, la sociología, antropología, filosofía, la economía  en el sentido más amplio que tienen estas ciencias, incluso en la medida de lo posible con la participación y/o apoyo de empresas, productores agropecuarios y/o de diversas industrias de la región. Este debe ser el eje, no una ley más que repentinamente se le ocurre a un legislador. Esto es lo fundamental, lo demás es accesorio.

Tampoco es correcto adoptar "los estereotipos", de las distintas variantes fundamentalistas del indigenismo o el etnicismo "al revés" es decir discriminatorio hacia los "blancos" o mestizos europeos como serían los casos uruguayo, chileno, argentino y parcialmente brasilero. Es necesario que conozcamos todo y a todos pero con la mirada puesta en el futuro,la integración y la convivencia en paz. 

En tanto y en cuanto las federaciones del futbol, los gobiernos y las instituciones intermedias culturales y la escuela no asuma esto como política trascendental de estado no podremos avanzar para erradicar los racismos. 

Hay funcionarios nacionales y/o provinciales que carecen de todo conocimiento respecto de nuestros hermanos de suramérica y que decir del centro y norte del continente, lugares en los que sacando a México, todo lo otro es "un desconocido desierto" para el argentino medio. Los organismos mencionados deben estar al servicio de esta  problemática. Sin embargo se tratan y se realizan seminarios internacionales sobre el holocausto judío y el genocidio armenio, no está demás, pero son los temas más conocidos con mayor difusión y bibliografía disponible en internet, librerías, cine, teatros etc. Además importante de ser tratados en Europa donde la "superioridad" de la "raza" se pasea por casi todoslos países. En la Argentina, sacando algunos progroms de principios de los años 1920/30 o durante la última guerra, se convive con árabes y judíos pacíficamente y estamos hablando de comunidades muy grandes y con las que estamos hermanados. Por el contrario, Europa todavía tienen gravísimos problemas de discriminación  antisemita tanto con árabes como con judíos. Los italianos y otras nacionalidades también sufrieron progroms en el siglo XIX en la provincia de Buenos Aires y en las pampas gringas en las que a la vez estas mismas comunidades, españolas o italianas se trasnformaban en discriminadores violentos con los criollos del lugar. 

No es que esté prohibido en los ministerios de educación realizar capacitación americana.Somos un país en el que desde la recuperación de la democracia, las libertades, salvo excepciones que confirman la regla, han sido respetadas por todos los gobiernos.Incluso, al extremo que insultar malamente a los presidentes, vices y/o dirigentes parlamentarios sea habitual, sin que el autor del hecho tenga siquiera el costo de pagar una multa. Esto hay que reconocerlo, posibilidades de realizar capacitaciones existen pero los gobiernos, esto es ministros y/o gobernadores o estado nacional deben poner esta formación americanista en el centro de las agendas curriculares. Y especialmente poner "plata" porque la diferencia con otras capacitaciones como la de SHOA y el genocidio armenio, es que estas tiene "dinero" para  llevar adelante con menor dificultad sus actividades. En el caso de lo americano, se depende de la comprensión y la ideología de algún funcionario.

Espero que alguién sepa ver este terrible y cruel aviso que nos envía la realidad desde Río Cuarto el cual no debe repetirse más. Me surge la comparación con el "Huevo de la serpiente" o "el huevo del tiburón" que transparentes, dejan ver el animal que en luego si las condiciones se lo permiten: matan.

El principal  recurso es la prevención a través de conocernos, valorarnos y destruir los mitos indoeuropeos sobre la barbarie americana. 

Enviado por Enzo A. Regali 

4.- INICIATIVA DEL INGENIERO DANTE GUMIEL REYES          

 
ESTE PROBLEMA JUSTIFICA UNA REUNIÓN CONJUNTA DE UNASUR Y CELAC - SON NECESARIAS INICIATIVAS PSICOPEDAGOGICAS FUERTES Y DE LARGO ALCANCE EXTENDIDAS A TODO EL ÁMBITO LATINOAMERICANO. TAMBIÉN ES NECESARIO SUPERAR EL PROBLEMA DE LA CRISIS ECONÓMICA ARGENTINA, QUE ES EL CALDO DE CULTIVO PROPICIO PARA ESTE TIPO DE BROTES VIOLENTOS. DANTE GUMIEL