Hace casi un cuarto de siglo un medio de comunicación (Radio Televisión Popular – RTP) se transformó en una multitudinaria fuerza política (Conciencia de Patria – Condepa).Remedios Loza Alvarado fue la mujer símbolo de aquel singular fenómeno. Su vida guarda un marcado paralelo con la del presidente Evo Morales.
Al igual que
Evo, Remedios hizo historia pasando de la marginación a las esferas del
poder. Ambos tienen raíz indomestiza, ambos no concluyeron sus estudios
escolares. Ambos tuvieron hijos, pero renunciaron a la vida de familia para
consagrarse a los movimientos sociales y la política.
Ella, junto con Carlos Palenque, en el final del siglo pasado, quebró un
sistema de partidos que marginaba la presencia de fuerzas populares en el poder
político. Él, en el inicio de la actual centuria, los ha derrotado
aplastantemente una y otra vez. Sin embargo, Remedios estuvo antes.
Indudablemente, estuvo entre quienes le abrieron el camino a Evo, como hoy
dice, en medio de esta charla a tres voces: “Muchas veces se siembra para que
otros cosechen”.
Al igual que Eva Liz
Morales (la conocida hija de Evo), Sayuri Loza encarna a una parte creciente de
las nuevas generaciones de bolivianos: los hijos e hijas de los Evos y de las
Remedios. Sayuri (SL), la hija de Remedios, es la tercera voz de este diálogo.
El singular salto generacional se marca en el contrapunto que hace esta
historiadora, graduada en Japón. Gracias a su raigambre cultural y su extendido
roce académico es además políglota, Sayuri habla cinco idiomas: castellano,
aimara, japonés, inglés y latín. Y claro, hace radio y televisión, pero además
escribe columnas para diarios nacionales y publicaciones extranjeras
especializadas.
Remedios y Sayuri recibieron a El País EN (EP) en la oficina de la dirección de
Andina de Comunicaciones, la radioemisora que hoy dirige la primera mujer de
pollera que ocupó la palestra parlamentaria y la primera candidata presidencial
de la historia boliviana.
No vuelve a la política
EP. Seguramente ha
recibido mucho más de una invitación en estos años para volver a la política.
¿Por qué no las aceptó?
RL. Sí, desde todos los sectores me han invitado. Pero veo que lo que empezamos
con el compadre Palenque, a través de los medios, lo empezamos con este
comportamiento que hoy vemos en la participación de las grandes mayorías,
especialmente de los indígenas.
Con el compadre echamos una semilla, no ídem a la actual, una semilla parecida.
Luego, cuando murió el compadre, nos hicieron una guerra sucia brutal y mortal
quienes hoy han desaparecido, es decir el MNR, el MIR y la ADN. Pero yo miro
hoy y digo: “No es mi tiempo”. Nuestro tiempo fue el de levantar las banderas,
movilizar las polleras desde los medios primero y desde la política luego.
¿Hoy, qué le podemos plantear al pueblo boliviano?¿Insertar al campesino en las
esferas de decisión política del país? ¿Participación popular?
¿Nacionalización? Este Gobierno, mal, bien, más o menos, ha hecho cosas.
En ese caso, Remedios sólo participaría en cualquier frente con ambiciones
personales. Entonces no, mejor no.
¿Quién plantea hoy algo que mejore lo que plantea Evo Morales? Todos quieren
retroceder. Están fuera de tiempo. ¿Qué podría hacer yo en ese escenario? No
son mis principios, no es mi ideología. Yo, con el compadre Palenque, conseguimos
nuestros objetivos. Hoy lo vemos. Las polleras están en los medios de
comunicación, en el Parlamento, están en todo lado, tienen y reciben voz y
voto. Si apareciese algún partido con algo realmente nuevo, una novedosa
propuesta de Estado, entonces tal vez, pero no hay.
EP. Ya no hace política, entonces ¿a qué se dedica?
RL. Soy artesana, soy pollerera, hago mantas. Hoy estoy ocupada en hacer mis
miniaturas para la feria de Alasitas. Y hago un poco en la radio. Algunos días
vengo y participo del programa.
Con Evo en el congreso
EP. Al recordar sus 13
años como parlamentaria, veo que en la gestión 1997 – 2002 también era diputado
Evo Morales. Él era novel diputado por una coalición de izquierdas. Usted había
sido electa por tercera vez por Condepa. ¿Cómo se llevaron? ¿Hubo algún momento
en el que coincidieron sus ideas frente al sistema de partidos que recuerde en
especial?
SL. En el caso del reclamo de la pensión para su hija a Evo por parte de la ex
pareja.
RL. Ideológicamente no, pero sí cuando el reclamo ése de la mamá de Eva Liz.
Cuando la ex pareja venía a pedirle las pensiones y había ya un mandamiento de
apremio, él venía a consultarme. Me decía: “Comadre, me están persiguiendo,
¿qué puedo hacer?”. Yo le respondí “no quedes mal, andá ahorita, depositá el
dinero para evitarte problemas”. Claro, en general, los hombres en Bolivia son
machistas. No se acercaba a conversar, a analizar con las mujeres lo que se
podía hacer por el país. Eso sí, se llevaba bien con don Andrés Soliz Rada (entonces
senador de Condepa y 10 años más tarde Ministro de Hidrocarburos de Evo).
EP. ¿Qué hizo usted cuando, por ese tema de las pensiones, los partidos de
derecha buscaron expulsar del Congreso a Evo?
SL. Se armó un piquete de huelga de hambre contra aquella jugada y en él
participaron muchos condepistas.
RL. Sí, la huelga y además, yo pedí que la votación para definir el desafuero
sea abierta, que se sepa qué postura asumía cada parlamentario. Yo dije: “Esto
es injusto, es discriminación. No puede salir Evo Morales del Parlamento”.
EP. Bueno, usted era experta en ese tipo de lides relacionadas a los abusos y
la discriminación. Había pasado de un parlamento popular a uno estatal. ¿Qué
recuerdan ambas de ese célebre salto de la comunicación a la política?
RL. Varios momentos. Como ése cuando nuestro programa, primero, y nuestra radio
y televisión, luego, rompen con los esquemas de la comunicación. A las radios y
la tele iban entonces sólo ministros, presidentes, estudiosos que hablaban un
español académico. No se aceptaba a la gente del pueblo, menos se los iba a
invitar a tomar un micrófono. Se pensaba que los sectores populares, los
inmigrantes un poco no tenían cerebro, que un poco no sabían lo que hacían o
hablaban. Entonces nos convertimos en su voz. La gente de pollera quería ver a
una como ellas en la radio y en la televisión. Yo empecé a mis 16 años como la
presentadora cholita del programa Sabor a Tierra, y muchos no lo creían o
aceptaban.
Cuando, en 1988, los políticos quisieron cerrar la radio, campesinos,
artesanos, gremialistas…no vieron que se cerraba la radio de Palenque o
Remedios. Vieron que se les cerraba a ellos, sintieron que a ellos se les
quería marginar. Entonces la plaza de San Francisco reventó de llena y pidieron
que el compadre Palenque sea Presidente y la comadre Remedios sea
diputada.
SL. Remedios Loza y luego Evo Morales llegan al escenario político bajo esa
característica. El hecho de que no hablen un español perfecto no quiere decir
que piensen de forma imperfecta. Y por esa condición tuvieron que luchar,
debieron enfrentarse a cosas muy difíciles. Imagina que mi mamá tuvo que hasta
enfrentarse al cuestionamiento de compañeros de su propio partido que no
querían que ella esté como candidata antes que ellos. Decían que una chola no
podía ir antes que un doctor.
En el caso de esa irrupción popular primaba también el hecho de que la gente
veía los abusos que se cometían desde el poder. Constantemente gente que tenía
relación con el poder político y económico era denunciada por la gente pobre.
Pero no se podía hacer nada tan sólo con los medios de comunicación. No se les
podía hacer nada porque eran diputados, porque eran jefes de la Policía o
ministros. La gente popular no tenía un instrumento desde el cual hacerles
frente en el Parlamento.
Abarcaba de todo, la gente precisaba que se luche desde las demandas
nacionales estratégicas hasta contra la violencia intrafamiliar y contra la
mujer. Desde la Comisión de la Mujer Remedios llegó a enviar a la cárcel a
varios violadores.
La primera rebelión
EP. Entiendo que desde
muy jóvenes ya con Palenque crearon sonadas movilizaciones desde la radio por
estos problemas de abusos e injusticias. ¿Recuerda alguna de esas en las
décadas iniciales?
RL. El primer enfrentamiento que tuvimos con el poder y que nos costó salir de
Radio Illimani (emisora del Estado).Vino una empleada doméstica a nuestro
programa Sabor a Tierra. Relató que había tenido un hijo para su patrón, y que
le quitaron el hijo. Hicimos escándalo hasta que logramos que se lo devuelvan.
De pronto supimos que la mamá del progenitor era Ministra y su primo el
Ministro de Gobierno, Juan Carlos Durán. Todo el Gobierno se puso contra
nosotros. Entonces nos llevaron a las celdas policiales. Horas más tarde
aparecieron las carniceras de los mercados, armadas con cuchillos y ganchos.
Exigieron que nos liberen y hasta forzaron las puertas.Adentro amenazaban a los
policías con sus cuchillos. Apenas lograron detenernos por 35 minutos. Era el
tercer gobierno de Víctor Paz (1964), y fue nuestro primer acto de
rebeldía.
EP. Al verla junto a Sayuri advierto también que fue precursora de otra figura
de la postmodernidad otrora muy discriminada. Usted ha sido padre y madre para
su hija, ¿no?
SL. Mi mamá ha sido más padre que madre para mí porque desgraciadamente no
podía estar conmigo. Pero yo la entendí muy bien. A mí me crió mi tía Cristina,
la hermana de mi mamá. Ella me vestía, me cambiaba, me llevaba a la escuela.
Pero mi mamá era quien me ponía en regla. Cuando hacía travesuras, mi tía me
decía: “Le voy a avisar a tu mamá”. Y yo dejaba de hacerlas. Siempre me
comprometía a tener buenas notas porque entendía el papel de mi mamá, la
necesidad de que ella estuviera en los medios y en la política. No podía
ponerle más peso encima. La admiraba al verla trabajar todos los días y
cargarse las penas y problemas de tantas personas. Admiraba verla en esa
“escuela RTP” marcada por los principios de ayudar al que sufre y evitar por
todos los medios las injusticias.
Siento que si Remedios
Loza se hubiera casado quizás nunca hubiera podido hacer todo eso.
EP. ¿Hubo otras razones para esa decisión de la soltería?
RL. Mi papá era primero sastre y luego ferroviario tuvo 11 hijos con mi mamá.
Bebía mucho y era muy intransigente con mi mamá, y muy golpeador. Yo, al igual
que mi hermana Cristina, decía entonces: “Si un día me caso, no voy a aguantar
que me pongan la mano; si me la pone, les cortaré las manos. Y si me golpea, lo
mataré”. Así pensábamos con mi hermana y decíamos que nunca nos íbamos a casar.
Y no me casé.
Claro, quería tener descendencia. Tengo mi hija. Pero creo que el hombre,
cuando te casas, si tienes alas, te las corta. Hay que ponerle atención a él y
a los hijos que vienen. Yo no me hubiera podido desarrollar.
EP. ¿Es cierto que hizo también retroceder un veto cuando inscribió al colegio
a Sayuri?
RLA. Sí, me dijeron que, por principios católicos, no podían aceptar a hijas de
madres solteras. Yo les respondí que yo era muy católica y que la iglesia me
había enseñado a que no debía abortar a mi hija. Como sabían quién era yo, no
tuvieron otra que aceptarla.
EP. ¿Se siente realizada?
RLA.- Me siento muy
contenta, conforme. No me arrepiento de las cosas que hemos pasado con el
compadre, de las luchas, lo que nos persiguieron, lo que logramos. Donde voy la
gente me reconoce y me saluda con respeto y cariño. Ése es mi mayor galardón. A
veces veo en las calles y las oficinas que la sociedad ha cambiado y le hablo
al compadre y le digo: “Compadre, lo hemos logrado”.
La hija de RTP
EP. ¿La familia de las
dos fue RTP? ¿Podemos decir que Sayuri fue la niña de RTP?
SL. Claro, yo crecí con el canal, con la radio…Hasta hoy es una familia. Una
entra al canal y hay una apertura, un cariño. Sí, definitivamente es la
familia.
EP. ¿Tienes algún recuerdo muy en especial del compadre, de Mónica, de Adolfo
Paco…?
SL. Fue una Navidad cuando fuimos a recoger los canastones para los
trabajadores de RTP. Cuando llegué estaban todos los trabajadores con sus
esposas e hijos. Estaban también el Compadre y Mónica Medina, a quien yo siento
como una madre, es una segunda madre para mí. Y en el momento en que daban los
regalos lo vi a Jorge, el hijo de Mónica y Carlos Palenque. Le tocó entregarme
mi regalo. Lo vi venir tan bonito, tan chiquitito.Y recordé cuántas cosas
habían pasado. Las confrontaciones, los problemas, recuerdo que vi cómo durante
el embarazo de Mónica habían perseguido al compadre y cosas así. Y lo vi como
el fruto de esa unidad de los compadres.
EP. ¿Dónde está él ahora?
SL. Ahora ya es todo
un hombre de 25 años, al igual que su hermana Ana Carolina ya es una mujer. Los
veo, trabajamos juntos, tenemos puntos en común y divergentes, son también mi
familia. Somos los hijos de este fenómeno, porque en realidad es un fenómeno
único, muy particular de la mezcla de los medios con la política, pero de una
manera social, de una manera más ligada al corazón. Creo que el gran error de
Palenque fue exponer a su familia. Fue una buena estrategia el mostrarse como
familia, pero le cobró una factura muy cara, los expuso demasiado. Es peligroso
hasta exponer a la familia por las redes sociales, imagínate lo que pasó en
este
caso.
EP. En un momento aludió a sus principios e ideales. ¿Qué figuras femeninas han
inspirado a Remedios Loza?
RL. La heroína Simona Manzaneda que tras su rebelión contra los españoles fue
condenada a muerte pública. Desnuda, con el cabello cortado y sobre un burro le
hicieron recorrer la plaza y en cada esquina recibía diez azotes. Una muerte
gloriosa que mostraba la intensidad de su rebeldía. Y en la literatura siempre
he admirado la figura de la Chaskañawi.
SL. La Chaskañawi
siempre le fascinó, le obsesionaba.
EP. ¿Por qué la Chaskañawi?
RL. Era una mujer tan
imponente que sometió a un señorito y que le hacía arrodillar por su amor. Yo
leía y decía que iba a ser como la Chaskañawi. Es mi ídola. Estaba pisoteándolo
al señorito, se estaba imponiendo ella, como chola, y haciendo respetar su
derecho de mujer. Debajo de esas polleras estaba una mujer que no era tomada en
cuenta por la sociedad. Eso me maravillaba.
EP. ¿Y usted siente que sometió al señorito de la sociedad, y que también, como
la Chaskañawi, lo ha querido?
RL. Claro, pero le ha hecho sentir el haberse enamorado de ella también.