
El análisis de James Petras en CX36, lunes 22 de
septiembre de 2014.
“A pesar de la fachada de ser una coalición de aliados, realmente es una guerra
principalmente dirigida por los Estados Unidos con apoyo de varios gobiernos
europeos” y “debemos entender que la guerra contra el Estado Islámico tiene
mucha utilidad política para cualquiera de los grupos”, dijo el sociólogo
norteamericano James Petras en CX36 (*). “Estados Unidos utiliza esta fachada
para lanzar una guerra en Siria, supuestamente contra el estado Islámico, pero
realmente dirigida a tumbar el gobierno de Bashar Al Assad” y “en Europa, las
economías no crecen, la desocupación sigue creciendo y para distraer al público
lanzan esta guerra”, señaló. Además James Petras analizó el avance neoliberal
en Latinoamérica. Transcribimos íntegramente este análisis que puede volver a
escuchar aquí:
http://www.ivoox.com/audicion-james-petras-audios-mp3_rf_3521072_1.html
Efraín Chury Iribarne: Buenos días, James Petras. Bienvenido a la 36. ¿Cómo
estás?
James Petras: Buenos días.
EChI: ¿Te parece comenzar por la coalición que se
forma para combatir al Estado Islámico?
JP: En relación a esto debemos citar para comenzar, la Conferencia convocada en
París la semana pasada, donde supuestamente participaron 40 países, para formar
una coalición contra el Estado Islámico. Pero efectivamente de los 40 países
participantes menos de una docena van a actuar con alguna fuerza y todas las
fuerzas involucradas estarán bajo el mando norteamericano. Entonces a pesar de
la fachada de ser una coalición de aliados, realmente es una guerra
principalmente dirigida por los Estados Unidos con apoyo de varios gobiernos
europeos, más que nada.
Ahora, en esta coalición debemos entender que la guerra contra el Estado
Islámico tiene mucha utilidad política para cualquiera de los grupos.
Principalmente Estados Unidos utiliza esta fachada para lanzar una guerra en
Siria, supuestamente contra el estado Islámico, peor realmente dirigida a
tumbar el gobierno de Bashar Al Assad. Es un pretexto multilateral
-supuestamente- para defender las nuevas agresiones.
Para el gobierno francés con un (François) Hollande cuyo prestigio está muy
desgastado, su popularidad está en cero, es una forma de tratar de distraer la
atención de la gente de los problemas que les trae la austeridad y el
desempleo. Es una diversión para tratar de ganar alguna respetabilidad,
empujando sobre el terrorismo en el exterior, mientras el terrorismo económico
interno sigue siendo la política central del gobierno. Y tenemos el problema
del estancamiento en Europa, donde las economías no crecen, la desocupación
sigue creciendo y para distraer al público lanzan esta guerra hablando de
terrorismo, de los voluntarios islámicos que van a volver a poner bombas en
instituciones europeas. Todo esto es un montaje para evitar enfrentar la crisis
interna, y para Estados Unidos más que nada, que están entrando ya en una
guerra en Irak, buscan justificar la militarización de la política y utilizan
el terrorismo del Estado Islámico como pretexto.
Ahora, uno debe reconocer que si bien el
descabezamiento de los dos periodistas fueron terribles, ambos pertenecen a dos
países fuertemente aliados con Estados Unidos donde ocurren descabezamientos
casi a diario. En México los carteles y las pandillas de narcotraficantes están
descabezando docenas de personas semanalmente. Es algo que hace años ocurre y
nadie dice nada. Ni la prensa progresista mexicana compara lo que está pasando
con el Estado Islámico con lo que pasa en México muchas veces entre los carteles,
apoyando o corrompiendo al propio gobierno mexicano. En Arabia Sauidta es común
descabezar acusados de crímenes de cualquier índole, asesinato, violación,
rapto o lo que sea. Entonces, sensacionalizar un par de descabezamientos en el
Estado Islámico también es buscar pretextos para la guerra. Porque si el
descabezamiento es tan cruel y provocador por qué Estados Unidos no castiga a
México o a Arabia Saudita, por qué son tan selectivos en las denuncias de estos
actos.
Por eso creo que todo es un montaje para crear un público favorable a la
intervención y la vuelta de Estados Unidos con fuerzas militares en esos
países.
Ahora, el engaño en esta situación es para primero, buscar aliados; después
decir que sólo vamos a mandar asesores y aviones de guerra, pero es incremental
la forma. Primero la conferencia, después las armas aéreas, después los
asesores, después las tropas para defender a los asesores y ya estamos con
miles de efectivos allá otra vez, haciendo guerras. Y van a armar a lo que
llaman los moderados -que ya no existen- en Siria, eso es otra forma de
canalizar ayuda militar a los yihadistas para tumbar al gobierno sirio. Es muy
claro eso en relación con un miembro de la OTAN que se llama Turquía. El
gobierno turco está reprimiendo a los refugiados sirios que fugan de los
ataques del Estado Islámico. Turquía ya cerró la frontera pero sigue siendo el
principal lugar de entrada de todos los que quieren luchar en favor del Estado
Islámico.
Creo que debemos vincular a Turquía con esta agresión, pero no actuó
simplemente por su cuenta sino que Turquía está actuando como miembro de OTAN,
con asesoría de Estados Unidos y Europa occidental. El hecho es que en esta
ofensiva del Estado Islámico en el norte de Siria contra los kurdos, ni Estados
Unidos ni Francia mandan ningún avión, no intervienen; esto es porque ellos
quieren eliminar a los kurdos porque están aliados a Bashar Al Assad. Entonces
prefieren la ofensiva del Estado Islámico, conquistar el norte sirio, para
debilitar al gobierno de Bashar Al Assad.
EChI: Clarísimo, Petras.
Nos venimos a la región, porque se vienen elecciones en varios países incluso los dos gigantes sudamericanos, Brasil y Argentina
JP: Quiero hablar sobre este tema pero desde el ángulo del imperialismo. Hay que recordar que en 2002 en Brasil y en Argentina ocurrieron grandes movilizaciones populares, con el desprestigio total de (Fernando Henrique) Cardoso y sus políticas neoliberales, y el derrocamiento de gobierno neoliberales en Argentina. En ese contexto, donde había un descontento masivo y empujes por la izquierda buscando soluciones radicales, donde le neoliberalismo y la derecha estaban totalmente aplastadas, Estados Unidos dio apoyo crítico pero más que nada apoyo, a los gobernantes -los Kirchner en Argentina y al PT de Lula en Brasil- pensando que era el mal menor en ese momento para tratar de estabilizar al país sin tocar al capitalismo y aceptando forzosamente que algunas reformas y mejoras eran necesarias para que los gobiernos pudieran mantenerse en el poder. Ahora eso no significa que no existieran discrepancias, particularmente sobre las organizaciones regionales que excluyen a los Estados Unidos, la disidencia y oposición frente a las guerras en Medio Oriente. Pero Washington no tenía otra opción, la opción era -o parecía- más radical.
Ahora, con el paso del tiempo y la derechización de las políticas en esos países -en argentina sube el peronismo de derecha, el liberalismo con Macri, el gobernador de Buenos Aires; y lo mismo en Brasil con el resurgimiento de la derecha-. En ese contexto, donde la alternativa es la derecha neoliberal contra esos gobiernos en su lugar, Estados Unidos desplaza su política hacia la derecha. Es decir, en relación con Brasil ellos están apoyando a Marina Silva que es simplemente un adorno, porque atrás de ellas, los asesores económicos, los que van a manejar la política económica, son todos del campo de Cardoso, es una vuelta hacia la derecha dura, están pensando en la vuelta de la política puramente neoliberal y no el neoliberalismo social tipo Lula con la bolsa de pobreza, y la entrega a las multinacionales.
Lo mismo en Argentina, están apoyando la vuelta
de la derecha dura contra un gobierno que ha dado muchas concesiones para
facilitar la vuelta de la derecha.
Es decir estamos en una ofensiva electoral del imperialismo aprovechando las
debilidades y corrupción del supuesto centro izquierda, ya que se han
derechizado bastante en los últimos cuatro años.
Ahora, en otros casos como Uruguay, el Frente
Amplio ha cumplido las dos funciones. Primero pacificando el descontento hace
ocho años atrás y luego cumpliendo con el programa neoliberal. Entonces para el
imperialismo no hay necesidad de volver a blancos y colorados cuando Danilo
Astori y Tabaré Vázquez son los mejores representantes de l neoliberalismo
en su forma más pura. En otro caso como Chile, tampoco hay gran diferencia
entre (Michelle) Bachelet y (Sebastián) Piñera, pero Piñera se había desgastado
y Bachelet había demostrado en su gobierno anterior que era una campeona del
neoliberalismo, el pro norteamericanismo, etc.
Washington ha optado por la vía electoral en America Latina cuando esa es
la mejor forma de conseguir el poder, han elegido a (Juan Manuel) Santos en
Colombia, a (Enrique) Peña Nieto en México y (Ollanta) Humala en Perú,
que son baluartes del gran capital extractivo.
Entonces Washington con tres aliados en México,
Perú y Colombia, y la ofensiva electoral en Brasil y Argentina, está buscando
revertir el proceso de los últimos diez años y volver al período del
neoliberalismo entreguista que está a la moda ahora en México con la entrega
más grande de la historia de toda América Latina que es la privatización y
desnacionalización de la empresas petrolera más grande de América, Pemex.
Ese panorama no se puede cumplir directamente vía electoral en Bolivia y en
Ecuador porque las fuerzas de la derecha no alcanzan el nivel para recuperar el
poder y del otro lado, hay fuerzas populares en Ecuador que están ganando
terreno y tal vez Washington piense que es mejor mantenerse con (Rafael)
Correa, a pesar de los conflictos coyunturales. En tanto, en Venezuela están
jugando la carta de la turbulencia, el golpismo y lo electoral, pero combinando
luchas violentas y sabotajes con la intromisión en la estructura de poderes
políticos y militares.
Este panorama entonces, pinta un momento el momento en el que estamos, donde la
derecha aparece creciendo y el imperialismo ganando terreno, cuando en otras
regiones del mundo como Asia y Medio Oriente, está perdiendo peso, perdiendo
influencia.
Es un poco como que se está revirtiendo la mesa.
A fines del siglo pasado, en América Latina Washington estaba en repliegue,
derrotado, por los levantamientos populares y el empuje de la izquierda
electoralmente; y en Oriente se da al revés, estaban ocupando países como Irak,
avanzando en guerras aquí y allá. Pero ahora es al revés, América Latina parece
más propicia a la expansión imperial, pero debemos reconocer un facto en todo
eso: que el imperialismo no avanza por la violencia, avanza por invitación de los
políticos en el poder. Es decir Humala invita a la gran minoría, Santos no
precisa presión para tener Bases, las busca, invita a los militares
norteamericanos; Peña Nieto está invitando a las multinacionales. es decir, es
imperialismo por invitación de los políticos neoliberales, y eso me parece que
es más exitoso que la entrada violenta y militar, donde generan todo tipo de
resistencias.
EChI: Muy valioso tu análisis en este momento por su contundencia. ¿Te queda
algún tema para cerrar?
EChI: Perfecto Petras, te agradecemos mucho este análisis y te esperamos el próximo lunes.
JP: Bueno, muchas gracias y buena suerte con el buen tiempo.
Un abrazo. Chau.