ZOMBIES

Por:
Gonzalo Espinoza Pabón

Publicado el 01/01/2015

El Imperio del Caos, como denomina acertadamente el analista de política internacional Pepe Escobar a los Estados Unidos, en el diario digital Rebelion.org, “no repara en gastos a la hora de conseguir  lo que quiere, desde petróleo, hasta acabar con los supuestos “enemigos del sistema”. Un sistema del que ellos se benefician, por supuesto.

Paralelamente a este concepto que sin duda tiene el fin de justificar su accionar imperialista en diversas regiones del planeta, especialmente en países del tercer mundo, y también en las periferias y ghetos pobres que sobreviven en las grandes ciudades del Imperio del Caos , medios de la poderosa y gran prensa privada, junto a productores del cine hollywoodense, escritores, periodistas, novelistas (todos sin duda asalariados de la industria de la comunicación global) se han dado a la tarea, de promover la existencia “real y palpable”, de “zombies” o muertos vivientes, que según el criterio imperial, serían los verdaderos “enemigos del sistema”

Etnólogos citados en Wikipedia con investigaciones de Haiti, donde esa creencia tiene su base fundamental, afirman que los zombies, son seres que sobreviven desprovistos del alma, depredadores, antropófagos, crueles, ruines y enemigos de la humanidad.

Bajo ese argumento, la CIA, el Pentágono y el complejo militar-industrial norteamericano-sionista, en el propósito de preservar el bienestar de “la humanidad”, habrían desplegado un millonario presupuesto publicitario, con el fin de prevenir a la gente no-zombie de sus urbes, sobre los peligros conllevan la existencia de estos seres horrendos y malvados.

Al menos así nos lo muestran las decenas de películas y series televisivas que produce Hollywood desde hace varios años.

 Entre las de mayor difusión se encuentran la serie “the Walking Dead”, “Soy Leyenda”, “Guerra mundial Z”, “Exterminio”; también están  las japonesas “Yakuza”, “One Piece”, “South Park” y otras no menos horrendas. Asimismo las tiras cómicas como Los Simpson, tienen su aporte en este rubro, y hasta en el mundo musical, en el que el desaparecido cantante pop, Michael Jackson, presenta un tema muy exitoso, rodeado de muertos vivientes.

Los populares video-juegos también han sucumbido ante la tentación y el gran negocio de mostrar estos seres. Entre ellos se puede citar a “Left 4 dead”y “Resident Evil” entre las más populares.

El público mayoritario que aprecia esta floreciente industria del terror está constituido por gente muy joven, niños y adolescentes de las clases medias estadounidenses, europeas, asiáticas, latinoamericanas y africanas.

Sin embargo,  estas películas y series televisivas tienen mayor impacto en los Estados Unidos, donde en varias regiones en las que predomina la raza blanca, sus autoridades educativas están implementando en escuelas y colegios cursos especializados de autodefensa y manejo de armas de fuego, ante la inminencia de un eventual ataque zombie.

Lo cierto es que, existan o no estos seres fantasmagóricos supuestamente peligrosos para la humanidad, la realidad actual nos muestra que sí existen.

 Están acechando, todavía acorralados y perseguidos en Ayotzinapa, en Iguala, en Chiapas de México, en la región Mapuche de Chile, en las favelas de Rio de Janeiro y Sao Paolo de Brasil, en los ghetos negros y latinos de Nueva York, Chicago, San Francisco, Los Angeles y otras grandes urbes norteamericanas, en los cientos de miles de campesinos desplazados de Colombia y Centroamérica, por la gran minería transnacional y depredadora, en las hordas de miserables africanos y asiáticos que a diario llegan a las costas de Italia y España, en la masacrada y esclavizada Palestina, y otras regiones del mundo donde el capitalismo salvaje somete a las mayorías empobrecidas en beneficio de los intereses materiales de las castas privilegiadas gobernantes que, paradójicamente, son  minoría en la población mundial.

A esta inmensa masa de los sin nada, el gran genocida todavía en libertad, Henry Kisinger, los denominó “estómagos desechables”, prescindibles, a los que se debe exterminar para que la “humanidad”, o sea ellos, prevalezcan en la tierra.

Para seguir sus consejos, y repeler a esa inminente ola de hambrientos, la gran prensa mundial privada, en resguardo de sus intereses y la de sus amos, está adoctrinando vía cine, televisión, videos-juegos y diversos medios de información, a las ingenuas poblaciones de la clase media blanca, convirtiendo a estos supuestos zombies, en una “amenaza para la humanidad”, los que en algún momento no muy lejano cobrarán conciencia de su paupérrima situación, y entonces invadirán las grandes urbes en demanda de un mundo más justo y más humano.