"Venezuela es la frontera real con Estados Unidos"

El analista dice que Barack Obama busca reafirmar el papel de su país hacia un nuevo "orden" mundial.
Visión - "El epicentro político mundial se ha desplazado hacia el Pacífico", analiza el politólogo Miguel Àngel Barrios - Foto: santiago pandolfi
En un
contexto regional altamente complejo, no viene mal una mirada geopolítica de lo
que ocurre en el sur del continente, desde Venezuela, pasando por Brasil y
Argentina. "Estamos viviendo un cambio de época", dice Miguel Ángel
Barrios, doctor en Educación, en Ciencias Políticas, asesor del Centro de de
Estudios Estratégicos para la Defensa, con una serie innumerable de artículos
sobre el tema y cursos dictados para fuerzas armadas de varios países
latinoamericanos. Barrios escribió uno de los capítulos de Geopolítica y
estrategia suramericana, un "insumo estratégico" editado por la
Universidad de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, e impulsado por Rafael Correa.
"A nivel general podemos destacar tres o cuatro ejes –abunda Barrios– el
epicentro político del mundo se ha desplazado hacia el Pacífico; en segundo
lugar la crisis del petróleo como generador y motor de una economía-casino
mundial; en tercer lugar: el declive relativo de los Estados Unidos y la
emergencia de nuevos poderes continentales que generan un mundo multipolar y en
cuarto lugar: la gran posibilidad de América Latina de a través del Mercosur,
de la Unasur, y de la CELAC de materializar la Patria Grande por la cual lucharon
nuestros libertadores".
–¿Cuáles
deberían ser las hipótesis de conflicto en el marco de la Unasur?
–En principio hay una Escuela de Defensa que todavía está en etapa de
elaboración de programas. A eso apunta el libro. Lo concreto es la guerra por
los recursos: tenemos que generar hipótesis de confluencia. Estados Unidos
viene avanzando y muy fuertemente con el apoyo de Canadá, inclusive de México,
en querer policializar a las fuerzas armadas para crear una conjunción entre
Defensa Nacional y Seguridad Interior. Hoy el peligro es a categorizar a cada
uno de nuestros países como "estados fallidos"; áreas sin gobierno,
áreas afectadas por catástrofes naturales para instalarse allí a través de
misiones humanitarias o de ONG, para ir realizando lo que siempre ha hecho
Estados Unidos, dividir para reinar. Porque ellos necesitan tranquilidad en el
"patio trasero" para apostar todas sus fuerzas en Eurasia, donde se
juega el poder mundial en la lógica de ellos.
–¿Cómo entra en este análisis la reanudación de relaciones de Estados Unidos
con Cuba?
–Yo pienso que es un punto de inflexión. (Barack) Obama ve que no hay otra
posibilidad que ante la presión interna y el lobby externo del empresariado
norteamericano negociar con Cuba para levantar el bloqueo. Cuba está ante una
gran oportunidad histórica de volver a Martí. Eso implica la
latinoamericanización de Cuba. Ya hemos visto que Cuba ha presidido la CELAC,
está participando activamente en las negociaciones de paz con las FARC. Es
decir que Cuba, luego de la caída de la Unión Soviética y tras la muerte de
Hugo Chávez, tiene la posibilidad de reinsertarse como siempre lo fue en la
Patria Grande, siendo éste un hecho paradigmático de la nueva política
internacional. Esto a Cuba y exige a los latinoamericanos a un reencuentro
histórico, por eso la figura de Martí cobra una gran importancia. Porque Martí
ha sido el último libertador de América Latina y el primero que anuncia la
emergencia del poder norteamericano en 1895.
–Usted dio cursos en Venezuela para miembros de las Fuerzas Armadas. ¿Cómo ve
la situación allá?
–La situación es preocupante porque Venezuela es la frontera real con Estados
Unidos. Venezuela tiene una particularidad geopolítica única: es
latinoamericana, es sudamericana y es caribeña simultáneamente. Y el que
descubrió eso fue Chávez. Hay un saboteo permanente a través de los
paramilitares vinculados a Uribe y de los grupos económicos vinculados a los
Estados Unidos contra el gobierno. Es una provocación activa, lo que se está
tratando de realizar en Venezuela es un golpe blando, para ir luego contra
Brasil y contra el Río de la Plata. La muerte de Chávez produjo gran vacío,
pero al mismo tiempo hay que destacar la unidad entre Fuerzas Armadas y pueblo
a través de algo que acá todavía nos cuesta entender, pero que en Venezuela es
cotidiano como es el concepto de la Defensa Integral. Hay cinco componentes: el
Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada, la Guardia Nacional –que vendría a ser la
Gendarmería– y las Milicias Populares. Por supuesto que se vive una crisis
económica que no podemos dejar de reconocer y hay un problema de formación de
precios de los grandes monopolios, pero al mismo tiempo decir que Venezuela se
está cayendo a pedazos es una difamación tremenda.
–El gobierno de Dilma Rousseff en Brasil está sufriendo embates mediáticos y
judiciales.
–El resultado de la segunda vuelta mostró que en Brasil todavía hay
fuerzas que históricamente no están compenetrados con la visión de integración.
Si ganaba la oposición, el Mercosur quedaba destruido. Llama poderosamente la
atención que una vez que ganó Dilma, de un hecho de corrupción que pudo haber
existido en Petrobras hacen un problema de política mundial. Evidentemente es
un ataque sincronizado que está habiendo contra América Latina en el cual no es
ajeno también el gobierno argentino, independientemente de que hay que
diferenciar la causa AMIA y la muerte de Nisman de la cual, por supuesto, todos
nuestros dolores y condolencias. Pero evidentemente, como está comprobado a
través de Wikileaks, Nisman respondía a las directivas de la Embajada de los EE
UU, entonces todo aparece como un movimiento sincronizado de ataque hacia
América Latina del que estar muy atento, que empezó en Venezuela. Tiene que ver
con la doctrina del general Gene Sharp, quien ha escrito un libro sobre cómo ir
generando procesos de desestabilización a partir de generar incredulidad en el
sistema político, saboteando el sistema político, no a través de los golpes de
Estado clásicos sino de lo que se llama "golpe blando". Hay un movimiento
sincronizado del imperio. Lo dijo John Kerry el año pasado en la comisión de
relaciones exteriores de la Cámara de Senadores: "América Latina debe ser
el patio trasero nuevamente de los Estados Unidos". No se debe escapar
nuevamente como ocurrió con los procesos de integración de Unasur.
–¿Cómo se implementaría ese proyecto?
–El 6 de febrero pasado la Casa Blanca presentó su Segunda Estrategia de
Seguridad Nacional (ESN). Algo menos de cinco años después de su Primera ESN, y
con dos años más de presidencia, Barack Obama quiere reafirmar el papel de EE
UU en un sistema-mundo en transición hacia un nuevo "orden" mundial.
En 2010, los EE UU, estaban en el pantano de dos guerras perdidas: Afganistán e
Irak, con una grave recesión, un desempleo que superaba el 10% y un déficit de
un billón de dólares. Siguiendo las categorías del Pentágono, un Imperio
fallido. En el 2015 si uno mira superficialmente se encuentra ante un EE UU
supuestamente más potencializado internamente, con la reducción del déficit,
con mejores cifras macroeconómicas, y la reducción del desempleo a un 5,5%
actual con la creación de más de once millones de puestos de trabajo. Pero esto
es un engaño geopolítico, una falsedad estratégica en la que no debemos caer,
la nueva ESN reafirma la centralidad de EE UU como nación Indispensable frente
a las "amenazas" mundiales. La crisis de Ucrania y la "agresión
rusa" como llama el documento, es un fracaso de lo planificado en 2010, ya
que allí hablan de la cooperación con Rusia, tal vez pensando en quebrar la
dupla Medvedev y Putin, lo que no ocurrió. Además, la aparición de un actor en
la política internacional como el Papa Francisco, latinoamericano y partidario
de un sistema multipolar y de la Patria Grande como lo deja en claro en su
primer Encíclica "El Evangelio de la Alegría" y la irrupción de
(Alexis) Tsipras en Grecia, son la demostración elocuente de que la historia
fluye, y de que no es un tablero electrónico manejado desde un comando. En esta
visión multidimensional de la seguridad, el documento expresa la obsesión de no
perder en ningún campo de acción, y en especial en el cibernético.