
Todo lo ocurrido vertiginosamente en la Argentina desde
el lamentable fallecimiento del Fiscal Nismann, ha puesto en el
meollo de la agenda el rol de los Servicios de
Inteligencia en Nuestra América, más allá
que la preocupación es mundial debido al peligroso plan de espionaje
mundial de los EE.UU descubiertos con Assange y
Snowden. Asimisma, la flamante creación en
la Argentina de una Agencia Federal y simultáneamente la disolución de la
Secretaria de Inteligencia, urgen al debate y la acción. Juan
Domingo Perón afirmó categóricamente luego de un atentado con explosivos
en Venezuela que había sufrido en su exilio, que en verdad no sabía
porque se llamaban "servicios" porque no cumplen ningún
servicio, y de
"inteligencia" menos, porque
carecen absolutamente de ella .Estas provocantes definiciones del líder
justicialista, nos sirven para enmarcar y contextualizar nuestro
análisis.
En primer lugar, y de entrada rechazamos
que la Inteligencia de un Estado, pueda ser sinónimo de pinchaduras,
extorsiones, cajas de financiamiento, cobros de todo
tipo, etc. Porque todo país que pretende
proyectarse al sistema mundial debe poseer un sistema profesional
de Inteligencia. Para ello y es el objetivo de esta nota, no puede
estar divorciada la Geopolítica de la Inteligencia. Y realizamos este
enfoque tratando de no quedar encapsulados en el efecto Nismann, e
insertarlo en la lógica del sistema mundo en transición con un camino
lleno de incertidumbres. Nuestra hipótesis, consiste en sustentar en que
los objetivos de la Geopolítica y la Inteligencia
son complementarios, aunque trabajen en campos diferentes, pero
fronterizos.
La Geopolítica es el pensamiento
geoestratégico en la historia a partir de los grandes espacios pero
partiendo de tu espacio situado, "espacios" que nunca son
neutros, por lo
tanto no existe una ciencia geopolítica en
general sino geopolíticas en particular. Porque la estrategia
geopolítica parte de una localización concreta "espacial" de un
Estado o región particular-en nuestro caso la Argentina, Mercosur,
Unasur y Celac en el sistema mundo desde
un subsistema regional- suramericano, latinoamericano y
caribeño, identificando al macizo suramericano como el corazón.
La Geopolítica se responsabiliza de los
análisis de mediano y largo plazo, desde la determinación de los
intereses nacionales a la definición de riesgos y amenazas pasando
por el análisis del sistema-mundo y la
prospectiva de escenarios.
La "Inteligencia" en sentido
amplio nos remite no solo a la Información procesada sino también al
conjunto de análisis, acciones, operaciones, procedimientos y
actividades de un "Servicio de
Inteligencia”. Y más concretamente de un Servicio de Inteligencia estatal,
de nivel estratégico. La Geopolítica para desarrollar sus fases,
debe seguir en general el
esquema "Necesidad-Exigencias-Objetivos-Medios". Este se
materializa en otro que se enlaza "Intereses-Políticas-Acciones y
Recursos". Ambos esquemas responden a
las preguntas "Para Què-Què. Cómo-Con Qué".
NECESIDADES EXIGENCIAS OBJETIVOS
MEDIOS
Para Qué
Qué
Cómo
Con Qué
INTERESES
POLITICAS
ESTRATEGIAS
ACCIONES-RECURSOS
Por ejemplo, la necesidad más concreta de
un Estado a nivel geopolítico, son la inviolabilidad del territorio,
la protección de la vida, el bienestar de la población, en
suma la Soberanía. Una vez definida las
Necesidades de un Estado surgen sus Intereses.
Es este escenario, resulta importante
disponer de una eficaz Inteligencia para que apoye con solidez a
la Geopolitica. Empezando por determinar los Intereses
Nacionales. De no estar
delimitado claramente los Intereses Nacionales, la Inteligencia al
igual que otras instituciones estatales, trabajan para sí mismos, en
contra de los Intereses Nacionales, con el
agravante que los Servicios se convierten en Estados paralelos, del
propio Estado democrático. La Inteligencia debe contribuir a los
fines geopolíticos en
-Determinación de Intereses
-Concreción de riesgos y amenazas
-Análisis del escenario mundial y sus actores
-Dinámica del sistema mundo en su
binomio cooperación-conflicto en el marco superior de los centros
y periferias y periferias y centros. No debe existir la mínima duda,
de que un Estado puede adoptar una sólida Geopolítica, solo si dispone de
una
adecuada Inteligencia.
Más que "espías" de cabotaje y
"especialistas en pinchar" comunicaciones para fines políticos
de ocasión en una lógica distorsionada con el propio poder político y
viceversa, lo que la Inteligencia precisa
son expertos en campos como la Psicología, la Psicología Social,
la Sociología, la Antropología, la Historia, la Geografía, la
Economía, la Cultura o la Demografía, etc.
Tampoco creer que la Inteligencia Geopolítica es nicho o anclaje de
sectores militares o de los tradicionales servicios.
La Geopolítica y con las aportaciones de
la Inteligencia, se ocupa del mediano y largo plazo, de las políticas
de Estado. En relación a la Inteligencia, sus análisis es más
global y buscando las causas. De igual
modo que en la Inteligencia, la Geopolítica debe contar con
expertos políticos, diplomáticos, politológicos, militares,
sociólogos, geógrafos y expertos en
Relaciones Internacionales.
Una Geopolítica a largo plazo no puede
estar subordinada por las preocupaciones cotidianas, ni condicionada por
la política interna del día a día.
La Geopolítica direcciona a la
Inteligencia, pero una vez establecida la fase de dirección, la
Geopolítica no debe intervenir en los modos de proceder de la
Inteligencia. Mezclarlas conduce al
fracaso. Mientras la Geopolítica se ocupa, del largo plazo, de
los marcos estratégicos en la dinámica incesante centro -periferia,
cooperación-conflicto, la Inteligencia se centra, en el corto plazo, en la
evolución de los hechos y situaciones.
La Inteligencia es un aliado necesario de
la Geopolítica, pero precisa de su guía, porque de lo contrario
desempeñan competencias que no le corresponden.
Ninguna duda debe caer en la sinergia
entre Geopolítica e Inteligencia para los Intereses de un Estado. Se debe
tener en claro que la Geopolítica debe direccionar a la
Inteligencia. Y si no es así, -y es lo que
ocurre lamentablemente en forma habitual-, la Inteligencia
como función de Estado se refugia en una percepción "parcial”,
donde cae en malformaciones, en la que el
secretismo, la sospecha, la intriga palaciega, el recelo, la
actuación encubierta cuasi "mafiosa" y en la sombra, terminan en
la
conformación de un "Estado
paralelo" sin control, generando un déficit democrático sin
atenuantes. Por eso, estamos ante un desafío pendiente. Multitud de
casos ocurren, porque desde los decisores políticos no se le brindan
misiones claras a la
Inteligencia, y muchas veces se les
malacostumbra con misiones no claras y sinuosas, donde no se sabe en
esta lógica, quién es rehén de quién.
La Inteligencia debe estar despolitizada,
debe existir un Servicio Civil altamente profesionalizado por concurso
de antecedente y oposición en forma transparente. Se puede decir, que
únicamente si existe una dirección geopolítica estratégica, es posible que
la Inteligencia alcance su eficacia y éxito. En el fondo, la Geopolítica y
la
Inteligencia deben caminar juntas, aun
cuando trabajen en esferas distintas. Todo ello, en el Interés superior de
la Nación.
El análisis realizado se enmarca desde un
"tipo-ideal" con la finalidad urgente de que los países de
Nuestra América y ante el enorme desafío de construir un espacio
integrado continental como lo sonaron los Libertadores, ahora con
el Mercosur, la Unasur y la Celac, impulsen activamente en el seno
del Consejo Suramericano de Defensa de Unasur y en el Consejo de Seguridad
Ciudadana de Unasur, esta deuda
pendiente, la de crear un Servicio de
Inteligencia Suramericano profesionalizado subordinado a una
Escuela Geopolítica Suramericano, donde la matriz sea la Nación
Latinoamericana. No podemos darnos el
lujo, en un mundo donde las únicas certidumbres son las incertidumbres, de
mantener estructuras sobrevivientes de una época en que
la Inteligencia era sinónimo de "hombres invisibles", y en la
mayoría de los casos, marginales de los
Servicios de Inteligencia de los países centrales.
Si no asumimos este déficit y tarea
pendiente, todo se vuelve cortoplacismo conducente a una derrota anunciada
y tomará fuerza las palabras de Bolìvar, cuando en un
instante de su vida dijo, "...nunca
seremos dichosos, nunca".
Bibliografía
-Pedro Baños Bajo. Geopolítica e
Inteligencia. En Fernando
Velasco, Diego Navarro, Rubén
Arcos-editores-.La
Inteligencia como disciplina cientifica. Plaza
y
Valdes.Editores.Madrid.España. 2.010
-Miguel Angel
Barrios-Director-.Diccionario Latinoamericano
de Seguridad y Geopolitica.Editorial
Biblos.BsAs.2.009
MIGUEL ANGEL BARRIOS -ARGENTINA
DR. EN EDUCACION
DR. EN CIENCIA POLITICA
AUTOR DE RECONOCIDAS OBRAS SOBRE AMERICA
LATINA