CHILE: CALIDAD DE LA EDUCACIÓN

Por:
PEDRO GODOY

Publicado el 01/08/2015

Permítaseme un esclarecimiento previo... Se equivocan quienes estiman sinónimos educación y escolaridad. La primera es muy amplia. Se inaugura en la cuna prolongándose hasta la tumba. Es un fenómeno que abarca el cuerpo social y en ese ámbito -de un modo u otro- todos enseñan y todos aprenden. Las agencias educativas son múltiples siendo la escuela no la única, sino la de más prestigio y a la cual se asigna mayor responsabilidad. Pocos recuerdan la trascendencia pedagógica del hogar. Gabriela Mistral anota "más educa una fábrica que una escuela" En consecuencia, aquella sinonimia equivale a identificar religión con Iglesia e Iglesia con templo. Más grotesca es la polémica entre "conductismo" y "constructivismo".


En un ámbito aun más acotado -en medio del reformismo que sacude, de modo periódico, cual epilepsia la estructura escolar-  se promete "suprimir el lucro, el copago, la segregación. Cada una de estas
 -factibles o no- están definidas. Sin embargo, personeros gubernativos, líderes magisteriales y estudiantiles, periodistas y, en general, público añaden una característica que marcha en pareja con la gratuidad. Me refiero a la calidad. Es cierto, la gratuidad -de un modo u otro- subyace en las diversas Constituciones. Es impuesta por Pinto y Amunátegui en 1879 y reforzada en 1919 con la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria. Sin embargo, la calidad es un enigma.

¿Cómo definirla? ¿Hay documentos que den pautas para alcanzarla? No obstante, los diversos actores de la escolaridad no los manejan. Hasta hace poco se comentaba que la oferta educativa sistemática -es decir la escolaridad, había crecido a tal punto que se triplica el número de alumnos de las Universidades. La cobertura se eleva mientras la calidad decrece. Dicho de otro modo, lo cuantitativo supera lo cualitativo. Rectores, decanos, directores exhiben como logros el ascenso numérico de los matriculados y también, en otra esfera, se escucha recibí un plantel de adobe y ahora es de hormigón. De lo cualitativo no se registra referencia.

Pese a lo anotado regresamos a lo planteado ¿Qué es la calidad? La calidad de un artículo electrónico, por ejemplo, es fácil definirlo. La calidad en lo escolar ¡muy difícil! Para algunos es obtener óptimos puntajes del SIMCE y la PSU. Otros disponer para el plantel de laboratorios y gimnasios, bibliotecas y aulas confortables. Los de más allá, profesores que sepan la materia y además sean duchos en enseñarla. No faltan, quienes proponen uniformes vistosos o suprimirlos. Se encuesta a 50 colegas de un plantel y todos dan definiciones distintas. La mayoría elude responder ese item. Todos anhelamos calidad, pero primero se debe definir. De allí emana la estrategia que permita alcanzarla. Lo contrario es intentar nadar en una piscina sin agua. 
 

 

Prof. Pedro Godoy P.

Centro de Estudios Chilenos CEDECH

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www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com

 

28 DE JULIO: DIA DEL PERU

Cada 28 de julio vuela nuestra imaginación hacia el país de Ricardo Palma y González Prada. Nuestro recuerdo transita por los puentes del afecto. Lo expresa quien conoce el Perü de Tacna a Tumbes pasando por la graciosa Lima, el solemne Cuzco y la enigmática Macchu Pichu. Imposible no constatar cuan vinculadas están ambas patrias. Agréguese que las oligarquías de ambas repúblicas se  esfuerzan en sellar el divorcio y edificar muros de desconfianza y desdén. 

 

Por sobre la cizaña algunos datos simbólicos... Chabuca, con gracejo, canta "Gracias a la vida" de la chilenísima Violeta Parra. El mejor papel de "roto", en el cine clásico, lo logra un peruano: Eugenio Retes. No basta, el más bello elogio a Valparaíso lo emblematiza el chalaco Lucho Barrios, óptima intérprete de valsecitos peruanos es la mapochina Palmenia Pizarro. Quien mejor canta tonadas criollas es de origen peruano, Marta Yupanqui Donoso, conocida como Ester Soré. Imposible olvidar a Manuel Seoane que inaugura aquí el periodismo moderno con la Revista Ercilla.

 

En el siglo XIX es Bernardo O´Higgins quien, alivia su ostracismo con la recepción en Callao de las autoridades gubernativas. Lo cobijan en el palacio presidencial. Le obsequian casona en la capital y dos haciendas. Todo ello,"nobleza obliga", lo inducen a manifestar "Soy chileno por cuna y peruano por gratitud". Interviene en asuntos políticos y defiende el derecho a integrarse de los "Perúes". Es asesor del mariscal Andrés Santa Cruz y adversario de la guerra del Chile portaliano contra la Confederación Perú-Boliviana. Mayor compromiso asume Ramón Freire.

 

 

En diversos visitas al Perú -como estudiante y luego en mi condicion de académico- siempre cosecho simpatía y bondad. El momento es apropiado para saludar entre tantos peruanos -aunque por motivos de espacio apenas menciono a cuatro- Eduardo Anaya Franco y Francisco Vargas Bocanegra, Herbert Mujica y Victor Manuel Alvarado Salazar. Evadiendo la censura "democrática" , peor que la castrense, porque se enmascara de hipocresía -desde la ribera del Mapocho- a propósito de la efeméride, sin temideces, digo 

"¡ Viva el Perú !". 

 

 

BALMACEDA  Y  LA  CONTRARREVOLUCIÖN DE !891

El descuido por la asignatura de Historia Patria pareciera generalizado en nuestra América. Casi todo el horario lo cubre la Historia Universal que es la Historia de Europa con unidades referentes a Egipto y Mesopotamia. La Historia de Iberoamérica se ignora. De allí que mencionar  Balmaceda es novedoso para los lectores peruanos así como para los chilenos informarse de Guillermo Billighurt Angulo cuya gestión es trascendente.

Durante el primer semestre de 1891 Chile dispone de dos gobiernos, dos capitales -Santiago e Iquique-, dos FFAA, dos diplomacias. Al finalizar agosto vendrá el desenlace. La historia oficial explica el conflicto como el enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Es eso y mucho más. Choca una oligarquía sostenida por el Reino Unido que promueve el libre cambio y el Presidente Balmaceda que aboga por la industrialización y el proteccionismo. En agosto se resuelve el forcejeo.

Pese a que apenas ha transcurrido menos de un decenio de finalizada la Guerra del Pacífico Perú y Bolivia permanecen neutrales. Tampoco interviene Argentina a contrapelo de la querella por la Patagonia. En suma, repúblicas fronterizas se mantienen ajenas a la refriega. La victoria de la fuerzas adversas al balmacedismo es contundente. El Ejército es derrotado y disuelto. No habrá "perdón ni olvido" y la reyerta implica crueldades inauditas.

La Armada insurrecta capitaneada por Jorge Montt  transporta desde Tarapacá una milicia que cosecha la victoria. 10 mil cadáveres cubren el borde costero de la V Región. Promedio de edad de los caídos: 20 años. La cifra asombra. El país apenas sobrepasa los 2 millones de habitantes. La Guerra del Pacífico, en seis años, contabiliza menos bajas. El 21 y 28 de agosto de 1891 son las batallas de Concón y Placilla. 

Esa tropa improvisada aniquila al Ejército, según proclaman los chauvinistas locales, “siempre vencedor, jamás vencido”. Ambos choques armados son brutales. Rendidos y heridos, en el acto, fusilados. Los centros hospitalarios se atiborran. La atmósfera –en todo el país- se impregna de pólvora. El odio, el rencor y el miedo tornan sombríos los rostros. Domicilios de los derrotados son objeto de allanamientos y pillajes.

La administración publica es “depurada” de quienes no están adscritos a la bandera contrarrevolucionaria victoriosa. La Casa de Bello intervenida y privados de la cátedra los sospechosos de simpatía con el mandatario depuesto. Las cárceles se repletan. En Santiago las misiones diplomáticas asilan a personeros del régimen. Otros se refugian en buques extranjeros o huyen por los boquetes cordilleranos. No pocos saben del paredón enfrentando pelotones de fusileros.

Los triunfadores son asesorados por mercenarios alemanes como Emilio Korner y financistas británicos –entre otros- John North. El proyecto balmacedista –salitre nacionalizado, fomento industrial y banca estatizada- queda en el ayer. Ya Chile no seá el Japón suramericano. Aunque amparado por la Legación de Argentina, Balmaceda se suicida. El eco de aquel disparo –a poco más de un siglo- aun retumba en el alma de la chilenidad. Es el 19 de septiembre de 1891. 

Prof. Pedro Godoy  P.

Centro de Estudios Chilenos CEDECh

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