La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó este lunes una resolución por la que incorporó los principios andinos del ama sua (no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso) y ama quella (no seas flojo) como una trilogía universal de conducta moral orientada a cualificar la gestión pública, hacerla más eficiente y frenar a la corrupción.
La
resolución presentada por Bolivia reconoce los principios que rigieron la
administración del Imperio del Tawantinsuyo como una contribución positiva de
los pueblos indígenas, a través de valores y principios tradicionales que fortalecen
compromisos individuales y colectivos para mejorar la eficiencia y
transparencia de la administración pública y para promover el desarrollo
sostenible.
Según el embajador boliviano ante la ONU, Sacha Llorenti, el texto fue aprobado
por unanimidad por la Asamblea General, es decir, con el respaldo de 193
países. Asimismo, el presidente Evo Morales agradeció el trabajo realizado para
la aprobación en la ONU, como en las instancias previas como el G-77 y la
Celac, donde esos valores indígenas ya fueron incorporados y socializados.
El documento –citado por la agencia de noticias ABI– condena la corrupción en
todos los niveles, la coima, el lavado de ganancias ilícitas y otras formas de
crímenes económicos, y enfatiza que las instituciones y los servicios públicos
eficientes, responsables, efectivos, inclusivos y transparentes en todos los
niveles juegan un rol clave en la implementación de los objetivos de desarrollo
sostenible.
También reconoce la necesidad de promover la investigación y el intercambio de
conocimientos, además de las experiencias sobre la administración pública.
El documento alienta a la comunidad internacional a desarrollar buenas
prácticas para la devolución de activos, la recuperación de los robados y la
eliminación de los refugios seguros para los activos robados, y reconoce la
importancia de fortalecer las instituciones de la administración pública
promoviendo las capacidades de los funcionarios que trabajan en ella.
De igual manera, alienta a los Estados a promover un liderazgo efectivo y
responsable, altos estándares de ética, integridad, transparencia,
responsabilidad, eficiencia y eficacia en las instituciones públicas y en el
ejercicio del servicio público, y subraya la importancia de la igualdad de
género, el uso de tecnologías de la información y comunicación e innovación.
Asimismo hace un llamado para renovar los esfuerzos para promover la inclusión
en los servicios públicos y mejorar especialmente el acceso a favor de personas
con discapacidad, de la tercera edad, jóvenes, niños y otros.
Y alienta a los Estados y a las instituciones de la ONU a intensificar la
cooperación para asegurar la eficiencia, responsabilidad, efectividad y
transparencia, a través del fortalecimiento de las contralorías de cada país.
Durante la negociación también se incorporaron principios de otros pueblos
indígenas.
Bajo los preceptos morales andinos que persuaden a los hombres a ser honestos,
trabajadores y veraces se forjó el Tawantinsuyo, imperio que abarcaría más de 3
millones de kilómetros cuadrados en Suramérica y que comprendía el Chinchasuyo
(noroeste), el Antisuyo (noreste), el Cuntisuyo (suroeste), y el Collasuyo
(sureste).
El ama sua, ama llulla y ama quella son principios milenarios que sintetizan de
manera extraordinaria la moral que todos los hombres debemos sostener y que
durante siglos fueron transmitidos de generación en generación por las
comunidades andinas y hoy simbolizan un paradigma para el mundo globalizado de
principios del siglo 21.
En ese contexto, los tres principios andinos asumidos por la ONU como una
trilogía universal de conducta moral de la función pública, se constituyen en
una obligatoria referencia que necesitan hombres y mujeres llenos de
desidia, de avaricia, de violencia, de maldad y de egoísmo.
Es decir, la ahora trilogía universal de conducta moral asume la solidaridad y
el compromiso de los hombres y mujeres con sus semejantes, más allá de las
fronteras naturales y artificiales, más allá de la miseria humana que intentar
globalizar incluso la indiferencia.