Sobre la Argentina‏
De: Julio Fernández Baraibar
([email protected])
Enviado: lunes, 03 de noviembre de 2008 05:39:24 a.m.

Para:    [email protected]

 

Estimados amigos:

 

 

Nunca en mi vida me metí a opinar en materia de política boliviana interna. Siempre he considerado que los riesgos que existen en equivocarse son demasiado grandes. Uno carece de los detalles necesarios, de la cotidianeidad que implica salir a trabajar diariamente en el país, de los antecedentes, de todo eso que hace que, más allá de algunas consideraciones generales y con el debido cuidado, un argentino no puede hacer mucho más que apoyar o no a Evo Morales, estar en general a favor de su gestión, pero no corresponde ventilar públicamente opiniones críticas que pueden ser más fruto de la distancia que del conocimiento.

 

Me ha sorprendido, por ello, la publicación en Patria Grande de una nota a todas luces crítica a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a partir de las declaraciones de un diputado minoritario y sedicentemente de izquierda, como el señor Claudio Lozano.

Ese señor estuvo con su voto y su punto de vista del lado de la insurrección sojera de hace unos meses, votó a favor del privilegio financiero de los pools de siembra y formó parte del ambiente destituyente que implementaron los sectores del interés oligárquico en la Argentina.

 

Ello es aún más incomprensible cuando los principales sectores de la Izquierda Nacional argentina, los seguidores del pensamiento de Jorge Abelardo Ramos y de Jorge Enea Spilimbergo mantienen una posición de apoyo independiente al gobierno de Cristina, sosteniendo la progresividad de algunas de sus medidas como las retenciones al campo, la nacionalización de Aerolíneas, la reestatización de las AFJP, el impulso dado al sector productivo nacional, la independencia lograda de los organismos financieros internacionales,etc.

Caen ustedes, en la Argentina, en la posición que la Izquierda Nacional en los escritos de sus fundadores tanto criticó, cuestionó y debatió. La simple coincidencia con la Sociedad Rural, los grandes medios de prensa y la embajada norteamericana debería ser motivo de reflexión, antes de poner en sus páginas, sin ningún comentario crítico, la opinión a la que me refiero.

 

Sepan ustedes comprender el espíritu de colaboración y fraternidad que este comentario conlleva.

Un abrazo

 

Caracas, 3 de noviembre de 2008-11-13

 

 

 

 

NUESTRA RESPUESTA

 

 

Si deseamos que los procesos nacionales del Cono Sur se profundicen deberíamos admitir que son contradictorios y que la Izquierda Nacional debería estar interesada en apoyar sus aciertos y criticar sus errores.

 

 

La nota del diputado Lozado, “Los Kirchner concentran el poder económico” tiene preguntas que las consideramos válidas. Reproducimos las mismas: “¿Por qué nosotros no transformamos a los dólares en un bien esencial?, ¿por qué hay dólares de los argentinos que quedan afuera?, ¿por qué las petroleras pueden dejar el 70 por ciento de las divisas afuera?, ¿por qué las mineras pueden dejar un ciento por ciento de lo que exportan en el exterior?, ¿por qué no centralizamos las operaciones en divisas en el Banco Central y hacemos que las divisas tengan como uso principal el financiamiento de las importaciones, que nosotros necesitamos, y el financiamiento del desarrollo o el pago de la deuda que corresponda pagar?”

 

En el mismo número que Fernandez Baraibar critica, “Patria Grande” ha publicado la nota “Evidencias: La Defensa del Estado Nacional en la Argentina” en la que se asume la defensa de la nacionalización de los fondos de las AFJP, lo que demuestra nuestro afán de apoyar aciertos y censurar errores. Es ofensivo sostener que “Patria Grande” asume una posición similar a la Sociedad Rural porque difundió una posición del diputado Lozano, quien es parte del movimiento que encabeza Pino Solana. Con ese mismo simplismo, podríamos afirmar que Fernandez Baraibar se ha convertido en aliado de George Soros, debido a que Soros recibe ventajas de los Kirchner.

 

Las columnas de “Patria Grande” están abiertas a debatir todos sus materiales, sin restricción alguna. No podemos, sin embargo, detenernos a incluir “comentarios críticos” a aquellos que no son del agrado de nuestro lector, a quien tendríamos que preguntar su opinión sobre cada uno de ellos. Por otra parte, no es bueno pedir a “Patria Grande” que imite conductas de nadie. Se cita, por ejemplo, el caso de Jorge Abelardo Ramos: ¿Cuál es la parte de Ramos que le gusta a Fernandez Baraibar? Su extraordinario legado contenido en su “Historia de la Nación Latinoamericana” o su defensa de Carlos Menem cuando fue embajador de ese régimen neoliberal?

 

Lo malo no es que los latinoamericanos opinemos sobre lo que acontece en nuestros países. Si así fuera, Jorge Abelardo Ramos no hubiera escrito su famoso libro. Lo malo es querer imponer (así sea por la vía de sugerencias) criterios stalinistas. “Patria Grande” reitera su derecho a pensar con cabeza propia, aunque existan compañeros de la Izquierda Nacional argentina o de cualquier otro país que asuman posiciones que no coincidan con las nuestras.

 

LA DIRECCION DE “PATRIA GRANDE”