"NACIONALISMO Y COLONIAJE", UN TEXTO VIGENTE PARA ENTENDER LA BOLIVIA ACTUAL

Por:
Carlos A. Ramírez

Publicado el 01/12/2008

A 105 años del nacimiento de Carlos Montenegro (26 diciembre 1903), su vida invalorable y obra múltiple sigue siendo una fuente inagotable de enseñanzas que merece interpretaciones renovadas por sus intensas y perdurables revelaciones. Montenegro, además de su permanente contemporaneidad, es temerariamente actual, por ello la premiosa necesidad de su estudio y comprensión, por ello la obligación de su acercamiento y clarificación.

Carlos Montenegro inauguró un espacio de reflexión y denuncia, removió y saco a la superficie los vericuetos de la dependencia y la política, aunque proclamó el orgullo de la emancipación le era triste disimular la falta de soberanía o sea descubrió que la independencia no siempre es sinónimo de liberación y que a veces los viejos amos son sustituidos por otros tan venales y atrabiliarios como los anteriores; participó activamente en la creación de un clima intelectual de combate y de periodismo punzante que tuvo por meta la Revolución Nacional boliviana. En síntesis trabajó apasionadamente-y soñó mucho-en un escenario de tensiones políticas y sociales con la huella de la fresca derrota de la guerra del Chaco y fue, sin duda, un gran actor dentro de un elenco de hombres que pretendían una patria distinta y mejor para los tradicionalmente humillados y excluidos de Bolivia.
Los inconformes, teniendo a Montenegro en su comité pensante, iban detrás de los cambios trascendentales-seamos honrados y evitemos la ponzoña de minimizar su importancia-que fueron muchos, profundos y decisivos para modificar positivamente la imagen de la nación. Sin embargo, también es justo reconocerlo, todas las conquistas no fueron suficientes porque deberían tocar la mente y el corazón de los bolivianos y no lo hizo-aunque lo intentara-porque para mejorar al hombre no basta desencadenar una revolución, modificar la Constitución Política, ni suscribir decretos supremos para ingresar al alma del ser humano.
Algunos, entre ellos Montenegro y no muchos más, estudiaron las causas básicas del atraso y la pavorosa pobreza, especialmente en los cerrados grupos étnicos que estaban convertidos en estatuas de sal-no por su gusto y culpa-mirando el pasado mientras la vida corre veloz en pos del futuro. ¿Quienes fueron los pensadores y los libros claves que marcaron una ruptura con el pasado y permitieron meditar en cómo y cuándo el país debería promover un nuevo rumbo en su orientación?, Montenegro es uno de ellos y su libro "Nacionalismo y Coloniaje" un hito que pone sobre el tapete boliviano un tema que hoy es de nuevo tarea pendiente.
Montenegro fue uno de esos visionarios y rebeldes que sembraron la semilla y con ella las ideas y las inspiraciones para entender el pasado histórico-político, la sociedad en crisis por exclusión de sus mayorías, y la toma de una decisión para movilizar una energía colectiva que definiera su destino. También es cierto que nos hemos embriagado con las grandes palabras-como "destino"-, que acabo de utilizar, para retratar una ansiedad nacional de liberación, olvidándonos de dolorosas y reales servidumbres y sometimientos externos que modelan y deciden, lo admitamos o no, la vida de los pueblos.
En su libro, Montenegro bordea lo filosófico mientras procura rescatar la forma del impulso vital específicamente boliviano mediante la rigorosa exposición de los opuestos-nación y antinación-que constituyen la dialéctica de la formación nacional que durante más de cien años (que abarca el relato) el pueblo boliviano se enfrenta a las élites oligárquicas, ensaya la revolución ante sucesivas reacciones, intenta la emancipación frente a la continuidad del dominio, plantea la justicia social ante la explotación abierta, defiende la nación autónoma respecto de la transfigurada continuidad de la colonia; todo esto narrado en "Nacionalismo y Coloniaje" un texto polémico con vigencia teórica para entender a la Bolivia contemporánea y presente.

En su obra cumbre, Montenegro exige que al hacer historia de su patria se diera el rol que corresponde al pueblo y de manera particular al pueblo campesino-indígena ya que la interpretación de la Bolivia sumisa y despreciada por Arguedas desaparece, ante el realismo objetivo y crítico de Montenegro, pues lo nacional es revalorizado; él plantea ante la historia reaccionaria una historia reivindicacionista, en si nace la verdadera teoría del nacionalismo revolucionario, la cual se ha constituido en la sabia que nutrió la formación ideológica de los militantes de la Revolución Nacional Boliviana que provocó y dirigió en 1952 la más trascendental transformación estructural que sufrió Bolivia en toda sus vida republicana.