UNASUR: LA MAYORIA DE EDAD DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE

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Publicado el 01/01/2009

La firma del tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) por 12 presidentes el 23 de mayo de 2008 y la primera Cumbre de dignatarios de 33 naciones de América Latina y el Caribe (CALC) el 16 y 17 de diciembre demuestran que los pueblos de la región superan por primera vez en 200 años la inercia que les impidió integrar un bloque político, económico y cultural con estatus de actor global con creciente influencia en el nuevo mundo multipolar.


Sudamérica tiene una población de 400 millones de habitantes, 80 millones más que Estados Unidos y 83 millones menos que la Unión Europea. Es la primera región productora y exportadora de alimentos del mundo, una de las mayores reservas de agua dulce (27 por ciento de las reservas del planeta) y alberga 8 millones de kilómetros cuadrados de bosques. La potencialidad energética sudamericana y sus significativas reservas de hidrocarburos para un siglo son elementos centrales en la geopolítica internacional.


A casi dos siglos de vida independiente, los países de América Latina se miran por dentro y encaminan la integración real del continente a partir de procesos de integración ya consolidados como el Mercado Común del Sur, la Comunidad Andina de Naciones y el ALBA.


El 8 de diciembre de 2004 los presidentes de América del Sur reunidos en la ciudad del Cusco decidieron conformar la Comunidad Sudamericana de Naciones, espacio de convergencia de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela en base a una estructura compartida de integración política, social, cultural y económica.


En las Cumbres de Brasilia (30 de septiembre de 2005) y de Cochabamba (9 de diciembre de 2006) los Presidentes otorgaron mandatos claros para profundizar la integración y el 17 de abril de 2007 en Venezuela nominaron a este esfuerzo como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).


Dejamos atrás una historia de aislacionismos recíprocos, dice el presidente de Brasil Inacio Lula Da Silva. "En Cochabamba (2006) pusimos la piedra fundamental para la integración de nuestros pueblos y en Brasilia (2008) estamos levantando los cimientos de una América del Sur plurinacional y diversa con el Tratado Constitutivo de Unasur", afirma el Presidente de Bolivia Evo Morales.


La creación de UNASUR es un paso histórico, un avance en el proceso de integración y un catalizador del desarrollo de la región, asegura la presidenta de Chile Michele Bachelet.


Los órganos de UNASUR son el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno; el Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores, el Consejo de Delegadas y Delegados y la Secretaría General. Los Estados Miembros decidieron conformar un Parlamento Suramericano con sede en la ciudad de Cochabamba, Bolivia.


Se aprobó la creación de un consejo suramericano de defensa fundado en valores y principios comunes como la no intervención en asuntos internos, con la convicción de que los países de la región serán más soberanos si se alían.


Los principios rectores de Unasur son el irrestricto respeto a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial de los Estados; autodeterminación de los pueblos; solidaridad; cooperación; paz; democracia; participación ciudadana y pluralismo; derechos humanos universales, indivisibles e interdependientes; reducción de las asimetrías y armonía con la naturaleza para un desarrollo sostenible.


Sus objetivos: El fortalecimiento del diálogo político entre los Estados que asegure un espacio de concertación; el desarrollo social y humano con equidad e inclusión para erradicar la pobreza y superar las desigualdades en la región; la erradicación del analfabetismo, el acceso universal a una educación de calidad y el reconocimiento regional de estudios y títulos; la integración energética para el aprovechamiento integral, sostenible y solidario de los recursos de la región.


Unasur busca desarrollar una infraestructura para la interconexión de la región de acuerdo a criterios de desarrollo social y económico sustentables; la integración financiera con mecanismos compatibles con las políticas económicas y fiscales de los Estados Miembros; la protección de la biodiversidad, los recursos hídricos y los ecosistemas, así como la cooperación en la prevención de las catástrofes y en la lucha contra las causas y los efectos del cambio climático; y el desarrollo de mecanismos concretos y efectivos para la superación de las asimetrías en una integración equitativa.

Unasur dio señales claras del rol que tiene que cumplir en temas regionales. Emitió comunicados de solidaridad por los terremotos en Perú (agosto de 2007) y Chile (noviembre 2007); rechazó la decisión de la FIFA de prohibir la práctica del fútbol en estadios a más de 2.500 mts. sobre el nivel del mar (junio 2007), y desactivó una intentona golpista de ultraderecha en Bolivia (septiembre de 2008).


La primera cumbre soberana de América

La mayoría de edad de América Latina se demostró con el llamado a impulsar herramientas de cooperación y solidaridad, trato diferenciado a las economías más vulnerables y el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales en la primera Cumbre soberana de los países de la región celebrada en noviembre.


Lo más significativo de la CALC fue la ausencia de potencias extrarregionales (Estados Unidos, España y Portugal), el retorno de Cuba al Grupo de Río y la inconfundible aspiración histórica de integración política, económica, social y cultural.


La Cumbre exigió a Estados Unidos que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba, incluida la aplicación de la llamada Ley Helms-Burton


La CALC desnudó la falta de credibilidad en mecanismos manipulados por Estados Unidos como la Organización de Estados Americanos (OEA), incapaz de propiciar una salida al conflicto tras la incursión militar de Colombia en Ecuador, que obligó a la mediación del Grupo de Río.


El presidente cubano Raúl Castro señaló que el momento es claramente propicio para proponernos un paradigma regional que rebase las diferencias, privilegie nuestra comunión de intereses y necesidades, promueva la acción solidaria y amplíe la cooperación.


La región experimenta un renacer del espíritu y la fuerza de sus pueblos dispuestos a asumir los destinos de sus respectivos países para defender las riquezas nacionales, luchar por la justicia y hacer valer la prioridad de los programas sociales en beneficio de la gran mayoría de los 550 millones de personas que habitan desde el Río Bravo hasta la Patagonia.


La moneda común del ALBA

Expertos de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) analizarán en Caracas el 8 de enero la propuesta de una moneda común, informó el ministro venezolano de Finanzas Alí Rodríguez.


El funcionario precisó que luego de los primeros intercambios, los especialistas resaltan la necesidad de una moneda común de intercambio representada por valores reales.

En distintas regiones se están buscando fórmulas sustitutivas del dólar como unidad de referencia e inclusive se ha propuesto la creación de una moneda universal y un Banco Central Mundial, que elimine el patrón de un país para pasar a estimar el valor de las monedas del resto del mundo.


El ALBA integrado por Bolivia, Dominica, Honduras, Cuba, Nicaragua y Venezuela toma en cuenta esos procesos y asume la necesidad de crear una moneda única o Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), que recibió luz verde en una reciente cumbre del ALBA.


Seis comités analizan el proyecto y presentarán propuestas concretas en la próxima Cumbre del ALBA-Petrocaribe que se realizará en el primer trimestre de 2009.