GAS: BRASIL (ENRON) GANA LA PARTIDA

Por:
Editorial Periódico “El País” (Tarija)

Publicado el 01/02/2009

"Es fundamental preservar los ingresos en Bolivia, donde el 40 por ciento de los recursos provienen del gas", dijo paternalmente el asesor de Lula, Marco Aurelio García, luego de que autoridades energéticas de ese país anunciaron "apagar" sus termoeléctricas que funcionan con gas boliviano y pocos días antes de que el presidente de Brasil arribe a Bolivia para acordar el financiamiento de varios millones de dólares destinados a la construcción de carreteras troncales con empresas brasileñas.

Es la expresión del ya caracterizado subimperialismo brasileño. Entretanto, tres ministros bolivianos, que protagonizaron una vergonzosa sumisión, pretenden hacernos creer que han torcido el brazo al vecino.


Lo que ha logrado Brasil con el sólo anuncio de paralizar sus turbinas (no podrían hacerlo aún queriendo), es hacer firmar de rodillas a las autoridades bolivianas el compromiso de vender gas a la termoeléctrica de Cuiabá, de propiedad de Enron (controladora también del gasoducto que va desde Bolivia hasta esa región), paralizada hace algún tiempo por falta del energético boliviano por el que pagaba 1 dólar por millón de BTU, gracias a un perjudicial contrato por casi 20 años, suscrito por Repsol YPF/Andina. Eso es todo lo que ha pasado en los hechos. Para eso, las autoridades bolivianas se han comprometido, presurosos, a firmar cuanto antes un contrato nuevo de provisión de gas a esa termoeléctrica. ¿No era que Brasil iba a apagar la mayor parte de sus termoeléctricas?


En el hipotético caso de que Brasil mantenga una demanda sostenida menor a los 20 millones de metros cúbicos diarios, la diferencia entre 24 (que es por lo que mínimamente tienen que pagar a Bolivia) y 20, beneficia a YPFB, porque cobra por un energético que no usará, sin obligación, además, de pagar regalías a las regiones. El posible déficit de hidrocarburos líquidos puede transitoriamente ser compensado con la importación de estos utilizando parte de los recursos percibidos sin enviar gas. A corto plazo, en previsión a que se repitan estos eventos, YPFB deberá desarrollar un plan de contingencia para almacenar gas o, en su defecto, si técnicamente es posible, reinyectarlo, que es otra forma de almacenarlo, así como desarrollar reservas de hidrocarburos líquidos en vez de exportarlos vía Recon u otros.


Una autoridad departamental ha dicho que la disminución de volúmenes de exportación afectará al presupuesto departamental. ¿Por qué no acelera la concreción de los proyectos de industrialización del gas, la masificación de su uso interno, las zonas francas industriales y todos esos proyectos que, de haberse materializado aún en parte, constituirían la mejor respuesta para evitar la profundizacón de nuestra dependencia de mercados externos?.


Lo que corresponde es asumir una posición nacional respecto al agresivo e intolerable  control brasileño de nuestra economía mediante prácticas abusivas, como la experimentada recientemente. Bien valdría la pena que la receta evista de "socios, no patrones", la practique y aplique con Brasil. No es por la vía de persistir en buscar otros mercados de exportación (el ahora ministro de "Planificación del Desarrollo", Carlos Villegas, pretende buscar resquicios para enviarlo a Chile, siendo que en su gestión, aparte de un voluminoso "estudio", no hizo prácticamente nada por ejecutar proyectos de industrialización y masificación del uso del gas dentro del país). El camino es el consumo interno, la inversión de las reservas internacionales en la industrialización y el tendido de gasoductos dentro del territorio nacional y la aplicación de incentivos para el asentamiento de industrias que utilicen el gas con ventajas comparativas de precio.


 Entretanto, Cuiabá (Enron), se anotó otro gol a su favor. El primero fue cuando se apropió de la fundamental red de ductos de YPFB, en los primeros años de Sánchez de Lozada. Entretanto también, al presidente Evo Morales se lo ve muy sólo en su iniciativa de invertir el ahorro interno para financiar el desarrollo nacional.