SUPUESTA INGERENCIA NAZI EN FUNDACION DE EMPRESA PETROLERA BOLIVIANA

Por:
Eduardo Paz Rada

Publicado el 01/02/2009

No es casual que Xavier Iturralde, en su condición de asesor del Banco Central (gobierno de Evo Morales) continúe siendo el mayor defensor del envio de las reservas monetarias del país a Bancos foráneos y al Tesoro de EEUU. Esa inclinación antinacional se refleja también en su nota cargada de odio contra la empresa estatal del petróleo boliviano, la que ha sido respondida por el Director de “Patria Grande”, Eduardo Paz Rada

 

¿YPFB, PRODUCTO DEL NAZISMO?

Francisco Xavier Iturralde J. *

Incluso, Busch había otorgado una concesión a Alemania para la construcción de una base aérea en Trinidad a cambio de armamentos...


Leí el libro de Sergio Correa da Costa, Nazismo en América del Sur, concentrado en la formación de una Alemania hitleriana en América del Sur y su íntima relación con el peronismo. En las pocas líneas dedicadas a Bolivia, indica que Hitler tuvo la intención de implantar una base en el corazón de Sudamérica, lo que explicaría la venida de Ernst Röhm.


Le parecía importante controlar el altiplano boliviano como intersección de las rutas aéreas del continente, lo que motivó la creación del Lloyd Aéreo Boliviano. Pero es el coronel Germán Busch quien se convertiría en verdadero muñeco del III Reich, porque el petróleo y el estaño boliviano interesaban particularmente a Alemania. Lo que lo llevó a nacionalizarlo, copiando el modelo argentino, bajo la influencia del representante de la empresa petrolera estatal alemana de Hitler. Incluso, Busch había otorgado una concesión a Alemania para la construcción de una base aérea en Trinidad, cuyos derechos debían ser pagados en armamentos, municiones y aviones. Su intempestivo suicidio habría finiquitado ese plan. Sobre este hecho, personas allegadas políticamente al héroe de la Guerra del Chaco lo atribuyen a un negociado de arroz de su señora en Argentina (¿?).


Sin embargo, bajo su influencia, el petróleo boliviano, en manos de la privada estadounidense Standard Oil, pasa al control del Estado con la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), influenciado por una Alemania que buscaba garantizarse una fuente más de aprovisionamiento. El autor refiere al capitán de los SS Johann Siegfried Becker, ex asistente de Joseph Goebbles, enviado a Buenos Aires y conectado directamente con Perón; igualmente relacionado con Paz Estenssoro y Dionisio Foianini, uno de los creadores de YPFB y miembro del golpe militar planeado por el mayor Belmonte, quien termina trabajando para la radiodifusión nazi, una vez que ascendió al poder el general Peñaranda en 1941, dando fin a la influencia hitleriana en Bolivia. En contrapartida, los Estados Unidos dieron inicio al Plan Bohan, punto de partida del desarrollo agroindustrial del oriente boliviano y en el aspecto social con la construcción del Hospital Obrero y las viviendas sociales levantadas detrás del cerro de Laikakota, las que terminaron en poder de la clase media paceña. Ni duda que Paz Estenssoro tuvo destacadas relaciones con el peronismo, del que incluso trajo sus SS rumanos Otto Radel y Blaguea Dagea, figuras relevantes en la organización de sus campos de concentración, además de su amistad con el entonces representante en Bolivia de la Telefunken, quien habría estado a cargo de parte de las 95 toneladas de oro que constituían el tesoro nazi, a cargo de la famosa Odessa (Organization der Entlassene SS Angehorige), la misma que habría trasladado a Klaus Barbie de Argentina a Bolivia.


¿Es notoria la influencia nazista en la creación de YPFB a cargo de los militares socialistas, los que la izquierda nacionalista revolucionaria y su entronque histórico dan a entender como precursores de una línea nacionalista?


* Economista




YPFB PRODUCTO DEL PATRIOTISMO DE GERMAN BUSCH Y DE LOS SOLDADOS DEL CHACO


Eduardo Paz Rada


(Homenaje a 70 años de su muerte)


Germán Busch Becerra, el joven soldado que se convirtió en coronel a poco de cumplir treinta años y es el máximo héroe de la Guerra del Chaco, consiguió recuperar y sembrar la riqueza de la que hemos gozado al menos las cinco generaciones de bolivianos posteriores con su titánica tarea de nacionalizar a la transnacional petrolera Standard Oil y fundar YPFB.


Si bien la Resolución Suprema de 7 de junio de 1936, que declara la caducidad de las concesiones de la Standard, lleva la firma del general David Toro, para nadie es un secreto que el alma de esas medidas antiimperialistas fue el coronel Busch, quien, en su gobierno, controló las divisas generadas por los grandes empresarios de la minería de Bolivia: Hoschild, Patiño y Aramayo.


Hijo de alemán y española, pero boliviano hasta el límite de entregar su vida tanto en la fratricida guerra con Paraguay por defender los campos petrolíferos y su territorio, como en la paz con su suicidio frente a los dilemas que enfrentaba su Patria.


Junto a Gualberto Villarroel, es la figura figura descollante de la afirmación de la nacionalidad boliviana. Ambos nos permiten afirmar nuestra identidad y son las figuras que marcan el largo periodo de la historia que pasó por la nacionalización de las minas, la distribución de tierras a los productores directos, las nacionalizaciones del petróleo, la integración territorial y la afirmación de la dignidad nacional.


Busch fue el alto precursor de la derrota de la oligarquía minero-terrateniente y del orden político, social y económico que fundaron con el objetivo de conseguir grandes beneficios particulares y dejar migajas para el país, del que extraían grandes fortunas. Fue, además, el forjador, junto a los soldados del Chaco, de una conciencia nacional capaz de poner por encima de todo la defensa del destino soberano de Bolivia.


El Socialismo Militar, el Constitucionalismo Social, la defensa de los Recursos Naturales, la Integración Nacional son las herencias que recibimos de este héroe nacional. Ingresó a la Guerra al primer llamado, destacándose como satinador que araño las entrañas del Ejército paraguayo, como gran compañero de soldados cambas, collas, pandinos y chapacos, como conductor de tropas en la defensa y el ataque y como estratega geopolítico para firmar el fin definitivo de la guerra entre pueblos hermanos en la Patria Grande.


Las mentalidades colonizadas, como la de Francisco Xavier Iturralde J., quien en nota de opinión de La Prensa del 11 de enero de 2009, de manera “inocente” titula “¿YPFB, producto del nazismo?”, pretenden derribar a este monumento de la dignidad boliviana.


Iturralde, asumiendo las posiciones y argumentos del libro “Nazismo en América del Sur” del brasileño Sergio Correa da Costa, dice “es el coronel Germán Busch quien se convertiría en verdadero muñeco del III Reich, porque el petróleo y el estaño bolivianos interesaban particularmente a Alemania”, “Busch había otorgado una concesión a Alemania para la construcción de una base aérea en Trinidad cuyos derechos debían ser pagados en armamentos, municiones y aviones. Su intempestivo suicidio habría finiquitado ese plan”,


La desvergüenza y la mentalidad antinacional se ocultan en los términos (subrayados nuestros) que se utilizan para intentar validar una “inocente” pregunta.