FIDEL POR AQUÍ, EVO POR ALLÁ Y CHOQUEHUANCA PERDIDO

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Publicado el 01/03/2009

El recordatorio que hizo el presidente cubano, Fidel Castro, respecto de la demanda marítima de Bolivia a Chile causó reacciones contrapuestas dentro de este último país, entre quienes apoyan el término del enclaustramiento boliviano provocado por una guerra financiada por intereses ingleses el siglo antepasado (y que profundizó la división y desconfianza entre los países hermanos, que persiste en tanto no se restablezca una salida al mar para Bolivia) y quienes echaron el grito al cielo condenando la "intromisión" cubana en asuntos bilaterales

 

La primera reacción oficial al apoyo de Castro a la demanda boliviana provino del Canciller David Choquehuanca. De quien menos se esperaba que haga coro con la diplomacia chilena, calificó el apoyo como "opinión personal" del líder político cubano, minimizándolo y terminó recitando la receta chilena: "este es un asunto bilateral entre Chile y Bolivia".

 

 

Hace poco, luego de gestiones de su vicecanciller, Hugo Fernández, el Canciller Choquehuanca dio luz verde a un acuerdo entre Bolivia y Chile para postergar por cinco años la resolución al diferendo sobre el aprovechamiento de las aguas del Silala, cuyo manantial, ubicado en Potosí, alimenta un sistema de ductos artificiales que conducen agua aprovechada íntegramente por Chile, sin pagar un centavo a nuestro país desde hace más de cien años. El argumento de la nueva postergación es que en esos cinco años adicionales recién estudiarán aspectos climatológicos de la zona. Nuestros diplomáticos bailan el ritmo impuesto por Chile y carecen de iniciativas patrióticas que tiendan a defender nuestros intereses. Sólo así se explica la reacción del Canciller Choquehuanca a las declaraciones de Castro.

 

 

Tardíamente, ante la ola de críticas, con evidente timidez, el presidente Morales, en respuesta a la reacción del gobierno chileno, que consideró un desaire el trato que dio Castro a Michelle Bachelet, afirmó ayer que "con respeto al gobierno y al pueblo chilenos, si fuera necesario hablaríamos del asunto a nivel internacional".

 

Simultáneamente, sin embargo, el vicecanciller prochileno, Hugo Fernández, apareció sorpresivamente en Santiago de Chile, para reunirse "en reserva" con funcionarios de la cancillería de este país para ponerle paños fríos al tema, con el pretexto de actualizar conversaciones sobre el Silala y el mar.

 

 

Fernández trabajó en la ONG Unitas. El Canciller David Choquehuanca ingresó a esa ONG a instancias de Fernández. Cuando aquel fue nombrado Canciller, Fernández apareció de viceministro. Fue UNITAS la que tomó la Cancillería boliviana y ahí están  los resultados, que obligan al presidente a corregir a su Canciller y abogar "si es necesario", por el multilateralismo en el diferendo marítimo con Chile.

 

 

Parece ser que el ex presidente cubano Fidel Castro está mejor informado de las "habas" que se cuecen por acá, a tal extremo que prefirió manifestarse individualizando a los ultraconservadores grupos de poder chileno - ingles que mantienen inalterable su posición diplomática en sentido de perpetuar el estrangulamiento de Bolivia respecto del acceso al mar. Su "opinión personal" sirvió también para visiblizar el verdadero rol que juegan Choquehuanca - Fernandez o, equivalentemente, UNITAS, así como la cada vez más profunda soledad del presidente.

 

 

Para evitar sorpresas como la descrita o como el contrabando de 33 camiones en Pando, la masacre del Porvenir, la vergüenza nacional de YPFB y de la institución caminera, la olla a presión que casi no resiste ya en Comibol, entre otros casos no menores, que parecen venirse a pasos agigantados, el primer mandatario tendrá que hacer un profundo examen de conciencia y de situación y dar no ya un "golpe de timón", sino un dramático giro de 180 grados para retomar el rumbo de su gestión iniciada en enero de 2006.

 

 

El costo político de esta medida promete ser mucho menor que la factura que él tendrá que pagar en caso de mantener virtualmente inalterable su gestión. No basta con decir "si es necesario" hablaremos con todo el mundo el tema del mar si, simultáneamente, su vicecanciller va a rendir cuentas a Chile. No basta con decir que no tolerará la corrupción en su administración si, simultáneamente, persiste en nombrar a dedo a sus amigos en YPFB o en la entidad caminera.

 

 

Entretanto, ojala que Fidel siga exteriorizando sus opiniones personales.