EVO HABLA AHORA DEL ESTADO NACIONAL

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Publicado el 01/06/2009

Debemos, primero, precisar, que esto no es en broma sino totalmente en serio. Luego hay que aclarar que serio no es lo mismo que “adusto”. Muchísimas personas que presumen de ser serias, porque viven con el ceño fruncido, no sonríen ni por casualidad, se visten con ropa oscura y gruñen habitualmente, no son serias; probablemente tienen mala digestión.

 

 

Roberto Gomez Bolaños, el escritor, actor y director de cine y televisión mexicano, es un hombre serio y, sin embargo, inventó algunos de los personajes más graciosos –antihéroes- de la comedia televisiva latinoamericana. El Chavo del 8, el Chapulín colorado, el profesor Girafales y varios más, entre ellos la Chimoltrufia.

 

 

Estos personajes han caracterizado frases que resultaron más institucionalizadas que las académicas. (No contaban con mi astucia… semiológica). La de Chimoltrufia es “yo lo mismo digo una cosa que la otra”.

 

 

Eso, en la boca del pintoresco personaje chapulinesco, es gracioso. Pero, si lo dice oficialmente un gobernante, refiriéndose a políticas de Estado, deja de ser gracioso y es, por lo menos, desconcertante.

 

 

Es que habían martillado tanto con que este es un Estado “plurinacional”, que en Bolivia existen 36 nacionalidades, que esa era la matriz conceptual, filosófica, ontológica y teleológica que determinaría nuestro futuro, que ya estábamos comenzando a creerlo. Seriamente.

 

 

Anteayer, sin embargo, el presidente Evo Morales, exponente máximo de la “plurinacionalidad” (si los pudiera haber), según la agencia informativa Erbol, que no es (que nosotros sepamos) portavoz de la oposición radical y separatista, reprodujo ésta afirmación presidencial:

 

 

“No puedo entender, si no asisten (los opositores) deben ser parte del grupo separatista, así puedo entender. Somos distintos, tan diversos, pero somos una nación, una patria donde hay diferencias, es un derecho tener diferencias programáticas, es un derecho oponerse a un gobierno, pero no hay ningún derecho a dividir Bolivia”.

 

 

Pedimos disculpas anticipadas al autor de la frase, el señor Presidente de la República, Evo Morales, y que no vaya a creer que violamos su copyright, pero nosotros tampoco “podemos entender”.

 

 

¿Tendremos que deducir o inferir que el señor Presidente cambió rotundamente de opinión, girando 180 grados, desde la posición que tenía y desde la cual defendía con terquedad la supuesta “lógica” de 36 naciones?

 

 

Será que finalmente los consejos, las reconvenciones, las invitaciones a reflexionar, los editoriales, las caricaturas, etc, lograron modificar su visión de la realidad boliviana?

 

¿O será que, simplemente, dice tanto una cosa como la otra?

 

Y que quede claro que no es chacota, que es otra palabreja que ahora están utilizando algunos políticos. Esta es una preocupación seria (pero no adusta), por la credibilidad residual que aún  nos queda a algunos sobre la lucidez con la que se está manejando “nuestro” país.

 

 

Si mostraran claridad  conceptual, tanto los unos como los otros en este empalagoso diálogo de sordos que es el menú político diario, hasta podríamos escoger y orientar nuestros propios conceptos, hacia el lado que nos sea más afín. Pero con chimoltrufiadas definitivamente no se puede.

 

 

Y, como diría Quico (no confundir con ningún ex presidente): Me doy