No puede pasar desapercibida la noticia publicada en un matutino paceño respecto al descubrimiento de una fórmula o procedimiento científico para la obtención de carbonato de litio de alta calidad proveniente de las sales de Uyuni, por parte de científicos bolivianos.

 

Simultáneamente, las autoridades han informado que la Planta Piloto para aplicar el procedimiento descubierto está con un avance del 75% y se prevé ponerla en marcha a principios del año que viene.
Son, a no dudarlo, logros esperanzadores y que, además, se los debe atribuir con orgullo a los científicos bolivianos y al propio gobierno actual, que atinadamente ha impulsado la conformación del denominado Comité Científico y la construcción de la planta piloto.
El Director de Minería, Freddy Beltrán, al informar lo anterior, ha precisado que la planta piloto tendrá una capacidad de producción de 40 toneladas de litio por mes y que las fórmulas y descubrimientos serán patentados y protegidos como propiedad boliviana.
Anteriormente autoridades del sector informaron que el gobierno prevé producir carbonato de litio industrialmente desde el año 2014, aplicando sus propios descubrimientos tecnológicos y sin recurrir a socios.
Sin embargo, el director de Recursos Evaporíticos de Comibol, Saúl Villegas, ha precisado que bancos estatales de Japón, China y Brasil están interesados en financiar esas operaciones.
Como se sabe, al menos en el caso brasileño, sus entidades otorgan créditos sujetos a condiciones incluso más antinacionales que el propio Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. El caso del financiamiento de carreteras es emblemático, tanto por la modalidad de contratación (directa, sin licitaciones), los exorbitantes precios y la condición de que sean ejecutadas sólo por empresas constructoras brasileñas. Todo un combo.
El riesgo evidente de que por intermedio de financiamientos se pretendan apropiar del negocio es, en consecuencia, muy alto.
Será entonces imprescindible que, para no perder control sobre el negocio potencial del litio, Bolivia decida el uso racional y estratégico de sus reservas internacionales y ahorro interno para financiar la producción industrial de carbonato de litio. Este debiera ser parte central del debate político entre candidatos presidenciales.