CAMBIO CLIMATICO: ESTADOS UNIDOS CHANTAJEA A BOLIVIA Y ECUADOR

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Publicado el 01/05/2010

EE.UU. actúa como un "matón" que obliga a los países más vulnerables a firmar un acuerdo inefectivo e injusto, critican las ONGs

 

 El gobierno de Estados Unidos decidió castigar a los gobiernos de Bolivia y Ecuador porque rechazaron el acuerdo cocinado por los países ricos en la fracasada cumbre de Copenhague. El embajador de Bolivia en la ONU Pablo Solón dijo que la potencia intenta chantajear a las naciones en desarrollo para que suscriban un acuerdo inconsulto, ilegítimo e "insuficiente".

Un grupo de no más de 30 naciones a la cabeza de Estados Unidos negoció y redactó en secreto y a puertas cerradas un texto inconsulto, ilegítimo y no vinculante para que sea aprobado por 192 países del mundo como el acuerdo final de la Cumbre de Copenhague celebrada en diciembre del año pasado. El documento apócrifo apareció de repente, fue puesto a consideración del plenario, se dio una hora de plazo para que los países en desarrollo lo estudien, para luego someterlo a votación.
"Nos sentimos sorprendidos y ofendidos por la metodología usada. No nos parece respetuoso que 25 ó 30 naciones decidan sobre la vida de millones de personas excluyendo a la mayoría de las 192 naciones presentes en las discusiones desde el 7 de diciembre. Hemos estado negociando durante meses sobre una de las crisis más graves de nuestra era, ¿nuestras voces no valen nada? Si este es el modo en el que los acuerdos mundiales se van a hacer, la ONU y el multilateralismo no tienen sentido", reclamó en Copenhague el embajador Solón.
Las naciones ricas advirtieron que era esencial que se apruebe el acuerdo para activar los 30 mil millones de dólares de ayuda comprometidos a los países en desarrollo en 2010, pero finalmente la Conferencia de Copenhague sólo "tomó nota" del pretendido acuerdo, el cual terminó como una simple "declaración política" no vinculante y meramente "informativa".
Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países rebeldes, a la cabeza de Bolivia, explicaron que el acuerdo auspiciado por Estados Unidos no satisface en lo más mínimo las necesidades de los países más afectados por el calentamiento del planeta, libra de obligaciones a los países desarrollados y sepulta el protocolo de Kioto, el único instrumento internacional que fija metas de reducción de emisiones de gases efecto invernadero.
Nuevas negociaciones
En el primer foro internacional sobre cambio climático luego de la Cumbre de Copenhague celebrado la semana pasada en Bonn, Alemania, tampoco se alcanzaron acuerdos ni se acercaron posiciones, pero se acordó realizar al menos dos reuniones de coordinación antes de la COP 16 de México en diciembre de 2010.
Martin Nesirky, portavoz oficial del secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-Moon, confirmó la celebración de dos rondas de discusión entre junio y noviembre de este año, con el objetivo de limar desacuerdos antes de la cumbre de Cancún. El secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático Yvo de Boer advirtió que otro fracaso en Cancún generará una grave pérdida de confianza en el proceso de negociación de un acuerdo definitivo.
En la reunión de Bonn, el delegado de Estados Unidos Jonathan Pershing confirmó que su gobierno cancelará el apoyo económico a los países que no firmaron el acuerdo de Copenhague, apoyado hasta ahora por 110 de las 192 naciones de la Convención. El Departamento de Estado decidió suspender un financiamiento de tres millones de dólares para Bolivia y de 2,5 millones para Ecuador, decisión que debe ser ratificada por el Congreso.
La medida norteamericana es "una forma de castigo" y un intento de chantaje a los países en desarrollo para que suscriban un acuerdo considerado "insuficiente" por la comunidad científica, interpretó el embajador boliviano Pablo Solón.
Varios activistas y ONGs del mundo comentaron que es una "mala idea" cortar la ayuda a los países que más sufren por las emisiones de Estados Unidos y de otros, que se presentan a los ojos del mundo como "los malos de la película".
"Nadie puede cuestionar a la gente pobre en Bolivia y Ecuador que tienen una extrema vulnerabilidad a los impactos del cambio climático. Tomaremos estas decisiones basándonos en la verdadera necesidad de las comunidades de nuestra ayuda, no en otros factores", opinó el director del programa de cambio climático de Oxfam América David Waskow. "Estados Unidos está actuando como un matón, obligando a la fuerza a los países más vulnerables a firmar un acuerdo inefectivo e injusto", dijo Kate Horner de Amigos de la Tierra.