Construyendo nuevos gasoductos, el Kremlin, planifica reducir la producción industrial rusa y al nivel de vida de la población. El gobierno comunicó alegremente a la población que ha sido firmado un acuerdo con compañías extranjeras sobre la construcción del gasoducto “corriente sur”. ¿Acaso es necesario para los ciudadanos de Rusia, alegrarse por el lanzamiento del consiguiente proyecto que refuerza la orientación de abastecedora de materia prima desde la economía rusa?. Sobre este tema nos habló el secretario del CC del PCFR, sobre asuntos de relaciones exteriores y económicas Leonid Ivanovich Kalashnikov.
Leonid Ivanovich, ¿será positivo para Rusia el nuevo gasoducto para exportación?
Tengo un tema opuesto: ¿les agradaría a Uds. la reducción de su salario en una tercera parte? Y con ello de las pensiones y beneficios para todos los miembros de su familia? Verdad que no? Así pues, la realización de los proyectos de los nuevos gasoductos para exportación, sin falta presupone la reducción en una tercera parte de la producción industrial rusa y del nivel de vida de la población.
¿Y esto de qué manera?
Lo explico. Hoy, Rusia extrae mas de 600 millardos [i] de metros cúbicos anuales, de ellos un tercio va a exportación y alrededor de 400 millardos para consumo interno. Existen tres nuevos proyectos de gasoductos:
- "Corriente azul” que va desde el sur de Rusia por Turquía y el fondo del Mar Negro, se lo entregó para explotación en el 2005. En el 2007, a través de él, se transportó 9.5 millardos de metros cúbicos de gas, pero, se planifica ampliar su capacidad a 24 millardos.
- “Corriente norte” en el 2011, atravesará el fondo del Mar Báltico, desde Viborg hacia Alemania, capacidad proyectada – 55 millardos de metros cúbicos por año.
- “Corriente sur” un tubo mas de gas, que continua por el fondo del Mar Negro, que va desde Rusia hacia Bulgaria y mas allá – hacia Europa occidental. Lo piensan construir para el 2015, se afirma ya que su capacidad no será de 31 sino de 63 millardos de metros cúbicos.
Sumemos la capacidad de los nuevos gasoductos: mas de 140 millardos de metros cúbicos por año, esto es un tercio del consumo interno de Rusia, con esto es preciso comprender claramente: ningún crecimiento de las extracciones de gas se preveen, ya que el volumen de exploraciones de petróleo y gas, incluso antes de la crisis en el 2007, fue de 4 veces menos que en el año 1988, y al contrario, en los años venideros se espera una reducción de la extracción de gas, por supuesto que una parte del volumen de gas para los nuevos tubos será reorientada y que irán a través de Ucrania, evidencia que para completar las nuevas “corrientes de gas” será necesario recortar fuertemente el consumo interno de gas¡
¿Cómo se planifica reducir al consumo interno?
A cuenta de un fuerte aumento de precio sobre el gas, para los consumidores internos casi al nivel de los precios de exportación. En consecuencia del crecimiento en varias veces del precio, las empresas industriales y el consumo casero deberán reducir sustancialmente el uso del gas.
¿Qué significa esto para cada ruso?, ante todo, el crecimiento de todas las tarifas comunales, esto quiere decir que la gente estará obligada a soportar el frio invierno en departamentos con mala calefacción y temerosas de desperdiciar agua caliente, y con dificultad para poder cumplir con los pagos comunales, desde otro lado, al dispararse los precios del gas, irán a la bancarrota y cerrarán muchas empresas industriales. Crecerá el desempleo, y aquellas empresas que logren sobrevivir, deberán aumentar significativamente los precios de su producción ya que el precio del gas soporta prácticamente al precio de cada mercancía rusa.
Todo esto en conjunto, traerá como consecuencia una caída del nivel de vida de la gente. En general, en el mundo, el nivel de vida en cada país, es casi directamente proporcional al nivel de consumo energético, los ciudadanos de USA, por ejemplo, consumen cinco veces más energía que los campesinos medios, por eso si el gobierno ha planificado que nosotros debamos consumir un tercio menos de gas (el gas, es la principal fuente energética en Rusia), entonces, de hecho, está planificado, que nosotros viviremos un tercio más pobremente.
¿Y cómo están las técnicas de ahorro energético?, es que precisamente sobre la necesidad de su desarrollo, el gobierno, explica el aumento de los precios internos de las fuentes energéticas a nivel mundial?.
Las capacidades de las fuentes energéticas no son ilimitadas, ninguna tecnología, transformará a Rusia - el país más grande y más frio del mundo – en líder de producción energética. Lo principal: la introducción de estas tecnologías, exige enormes inversiones. En particular, es necesaria una completa modernización en la esfera del SUH. ¿Qué hay en la realidad?, hoy, por año, se cambian los tubos de calefacción, siete veces menos que en la época soviética. A cuenta del progresivo desgaste de la infraestructura comunal, las pérdidas energéticas sólo crecen. En general, las declaraciones del gobierno acerca del ahorro energético, se parecen al cuento gitano: “enseñó al caballo a no comer, casi lo logra, sino que se murió”.
Nuestros economistas clásicos, tradicionalmente declaran que la orientación de la economía rusa básica, es una pesada herencia de la época soviética…..
Sí, hay algo de verdad aquí, es que la URSS, extraía mucho petróleo y gas. Y sólo en el socialismo se distribuyó estos recursos muy de otra manera. En la Unión Soviética, el petróleo y el gas servían al crecimiento de la economía soviética, así, la exportación de gas en los años 80 del pasado siglo no rebasaba 10 – 12% de la extracción (hoy, es un tercio) lo mismo con el petróleo. El año 1990 de 571 millones toneladas de petróleo, al consumo interno se destinó tres cuartos – 412 millones de toneladas y a la exportación 159 millones de toneladas. Hoy, es exactamente al revés: en el año 2008, de 488.1 toneladas extraídas, se ha exportado como materia prima, 244,4 millones de tn. Y como productos del petróleo: 118 millones de tn., a la economía rusa le quedó solo 126 millones de tn. o un cuarto.
Los dirigentes de la economía soviética, entendían que para compensar nuestras pérdidas productivas, relacionadas con el frio clima nuestro y con las enormes distancias, el productor debía obtener energía barata. Por eso, en la Unión Soviética, los precios internos de las fuentes energéticas fueron especialmente bajos y de ninguna manera dependían de la coyuntura mundial. En consecuencia el TEC, fue locomotora que movilizaba al crecimiento de todo el país. Y en general, la economía no era básica. En 1990, la participación del TEC en la estructura empresarial de la producción industrial era del 12%, hoy, es de 34%. Esto es más que en tiempos de Yeltsin. Desde otro lado, la construcción de máquinas que relieva el perfil científico – técnico de cualquier país- cayó en dos veces –desde 31.5% en 1990 al 14,6% en el 2008.
Estas cifras, por completo, refutan al mito de que Rusia depende de los pozos petroleros, aún en el periodo soviético.
¡Por supuesto! Esos pozos, ya en la economía rusa tránsitaron del TEC a manos privadas. Los capitalistas no quieren ocasionarse daño vendiendo al interior del país, combustible que en el mercado externo es más caro. Y he aquí la adivinanza de una paradoja asombrosa: en el capitalismo, los altos precios mundiales del combustible prácticamente destrozan a la economía rusa ya que en adelante el crecimiento de los precios mundiales, los propietarios duplican el precio de las fuentes energéticas en Rusia. Nuestro gobierno, al cual se lo puede llamar: “ comité de asuntos de la burguesía del combustible”, activamente impulsa este proceso.
Y el componente energético, en el valor de todo lo que se produce aquí, es mucho mas alto que en los países occidentales y más aun que Asia sur oriental. En esas condiciones, cualquier producción rusa será poco rentable y poco competitiva.
Precisamente, el tránsito a la exportación energética en la economía, alentó en Rusia a un pesado flujo de crisis, que en otros países, aun mas, la caída económica, comenzó en Rusia, antes que en la escala mundial, una persistente caída de la producción industrial, se dibuja desde diciembre del 2007, aun cuando sobre la crisis mundial, nadie pensaba todavía¡.
Reconocer la dependencia energética de la economía rusa ya le corresponde al poder: se habló sobre diversificación, avances innovadores.
Hablar, no significa hacer, a pesar de las potentes declaraciones sobre “diversificación” , “avances innovadores”, el gobierno continua construyendo la infra estructura para la exportación de combustible. Miren: prácticamente todas las grandes inversiones del capitalismo ruso se planifican y ejecutan precisamente en el sistema de transporte de petróleo tras las fronteras rusas.
Sobre los nuevos tubos para exportación de gas, ya hablamos, pero además se construyen para petróleo. El año 2001, se entregó la primera parte del “sistema báltico de producción de tubos”, ubicado en el puerto de Primorsk, en la región de Leningrado. En los planos está el aumento de la capacidad de ese sistema hasta 100 – 110 millones de tonn. se proyecta un tubo mas- VTS-2 hasta el puerto de Ust – Luga, la capacidad de esta primera tanda: 35 millones de tonn. Sobre el Báltico se construyen nuevos terminales petroleros.
Todo esto, ha permitido ya al gobierno ruso, lograr el ansiado resultado: la exportación de petróleo desde el 2000 hasta el 2008, creció un 1,6 veces y de los productos del petróleo en dos veces.
El nuevo proyecto petrolero para exportación: “Siberia Oriental – Océano Pacifico” (VSTO), en primer lugar, la capacidad de construcción de tubos, alcanza a 30 millones de tonn, que se promete para finales de este año.
Les recuerdo: ya hoy la economía rusa se queda sólo con un cuarto del petróleo extraído. Para llenar del “oro negro” a los nuevos tubos, se hace necesario colapsar al consumo interno de petróleo, casi hasta la nada.
A cambio se ha imaginado un bello nombre: “superpotencia energética” como que vamos a gobernar al mundo abriendo y cerrando las válvulas de la tubería.
Ilusiones no pueden haber. Ni en un solo mercado regional fuerte, el aporte de las fuente energéticas rusas, es decisivo. Incluso en el mercado de gas europeo occidental, constituye solamente el 25 – 30%. Y en el balance común europeo, la aportación rusa solo es del 6%, ante eso, los europeos, se esfuerzan por diversificar las entregas de gas: construyen nuevos ramales desde África del norte, proyectan un gasoducto “Nabucco” desde la región del Mar Caspio.
¡Qué importa Europa! Un claro ejemplo de la inconsistencia del concepto “Superpotencia energética” es la situación en Ucrania y en los países bálticos. La dependencia de los suministros del gas ruso no impide al Kiev “naranja” [ii] marchar junto a la OTAN, y los regímenes bálticos, discriminan a cientos de miles de rusos “no ciudadanos”, rehabilitan a miembros del SS y arrasan con los monumentos al soldado soviético.
Y esta “superpotencia” que compra la mitad de sus alimentos en el mercado mundial y posee menos del 1% de alta tecnología….. Esto sería cómico, si no fuera tan triste. Por ahora solo queda constatar que el gobierno no desea aprender ninguna lección de la crisis económica y que como antes conserva el curso de convertir a Rusia en una colonia de materias primas para los países capitalistas desarrollados.