
Este lunes el presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó en una rueda de prensa que se debería enjuiciar al Fondo Monetario Internacional (FMI) por causar daños a la economía del país mediante la imposición de políticas de privatización durante la década pasada. "Tarde o temprano debe resarcir los daños económicos que ocasionó", afirmó el mandatario. |
El presidente de Bolivia, Evo Morales, sugirió este lunes
llevar a juicio al Fondo Monetario Internacional (FMI) por destrozar la
economía boliviana mediante la aplicación de políticas de privatización en
gobiernos anteriores.
Morales precisó que el organismo internacional implantó políticas de
privatización que significaron un grave daño a la economía boliviana.
"En la gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997/ 2002-2003) nos
impusieron políticas económicas privatizadoras (...) Esas fueron sus recetas
para descapitalizar al país", recalcó.
Reiteró que el FMI debe indemnizar a su país por los daños económicos que le
causó con esas medidas, que terminaron "agudizando la pobreza de
Bolivia".
"Eso (el FMI) nos perjudicó el crecimiento económico del país (...) en
algún momento, tendrán que resarcir los daños que hicieron a Bolivia y a
Latinoamérica con sus políticas económicas de privatización y saqueo de los
recursos naturales", puntualizó.
Ratificó que desde que el país en su primer gobierno (en 2006), "no siguió
las recetas del FMI" y se centralizó en "exportar políticas y
programas económicos y sociales", se dio un repunte en la economía
boliviana y las reservas internacionales aumentaron a 9 mil millones de
dólares.
"Este es el mejor nivel que han tenido en la historia del país",
destacó.
Las declaraciones surgieron como respuesta a los reclamos de la Asociación de Víctimas
y Heridos de octubre de 2003, que denunció a Morales por no querer ir a
declarar como testigo en contra de Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ministros,
quienes se encuentran residenciados en Estados Unidos (EE.UU.) y son acusados
por la muerte de más de 60 personas y cerca de 500 heridos.
Ante la imputación, el mandatario expresó que si bien el llamado Octubre Negro,
trajo luto y sangre al país, es también urgente el "nuevo amanecer"
de Bolivia.
Las políticas económicas aplicadas por Morales han logrado la nacionalización
de varias empresas importantes del país, incluidas las de los hidrocarburos, la
riqueza gasífera y varias distribuidoras de gas y gasolina, así como de
telecomunicaciones, electricidad y fundidoras de minerales.
Durante el 2009, la economía de Bolivia experimentó un aumento de cuatro por
ciento y su inflación no superó el dos por ciento.
En abril de este año, el Presidente afirmó que la economía de su país era una
de las que más se había fortalecido a pesar de la crisis financiera que
afectó a gran parte de las economías mundiales.
Morales, destacó que para ese momento, Bolivia mostró el índice más alto en
recuperación y crecimiento entre los países de Latinoamérica.
El 8 de octubre de 2003, en la ciudad de El Alto, (oeste de Bolivia), se inició
un paro cívico decretado por la
Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), con el apoyo de la Central Obrera
Regional (COR) y la
Federación de Trabajadores Gremiales.
La protesta fue convocada para defender los recursos naturales en respuesta a
un proyecto gubernamental de Sánchez de Lozada para la exportación de gas hacia
Estados Unidos a través de puertos chilenos.
Por los sucesos, que dejaron un total de 68 muertos y más de 400 heridos a lo
largo de varios días de protestas, el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y
sus ministros José Carlos Sánchez Berzaín, Jorge Joaquín Berindoagüe y el Alto
Mando de las Fuerzas Armadas, están imputados por los delitos de genocidio,
lesiones graves, entre otros