¿DOBLE RECESION EN EEUU?

Por:
Germán Gorraiz López

Publicado el 01/12/2010

ALAI AMLATINA, 06/12/2010.- La euforia de Wall Strett (y por
extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los
llamados "test de estrés" de las entidades financieras llevadas a cabo
por la Administración USA y el goteo de datos económicos negativos
inferiores a las más pesimistas previsiones, habrían ayudado a la
sobreponderación de los brotes verdes de la economía (aumento estimado
del 3% del PIB para 2010 y notable mejora de resultados de la Banca y
Wall Strett).
 
Se habría así producido un cambio en las expectativas del mercado,
existiendo ahora la convicción de que las políticas de rescate
financiero (Programa de Apoyo para activos con problemas, TARP) llevado
a cabo por las Administraciones y las sucesivas bajadas de tipos de
interés de la Fed habrían aliviado los problemas de liquidez de las
entidades financieras, pero no impedirán que los bancos se sigan
descapitalizando y necesiten más inyecciones de capital, debido a la
existencia de emisiones del sector inmobiliario (cédulas hipotecarias) y
de activos tóxicos (hipotecas subprime) que deberán ser comprados por
los bad banks ( bancos malos) o continuar con el goteo de
nacionalizaciones bancarias, prácticas que en ambos casos suponen una
pérdida de la libre competitividad .
 
Ello unido al incesante aumento de la Deuda externa contribuirá a que la
prima de riesgo aumente y el crédito siga sin fluir con normalidad a
unos tipos de interés reales, lo que aunado con el hecho de que los
diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre
los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses
(lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener
financiación exterior), la ralentización de las exportaciones debido a
la fortaleza del dólar frente al euro conjugados con la crisis de deuda
que se vive en la Unión Europea podría agudizar el riesgo evidente de
Double Dip en la economía de EEUU.
 
Dudas de la Fed sobre la recuperación económica: Las autoridades de la
Reserva Federal expresaron una mayor cautela sobre la economía
estadounidense, lo que sugiere que las tasas de interés de corto plazo
podrían permanecer en un mínimo histórico hasta el próximo año para
apoyar el crecimiento y mantuvo la banda para la tasa interbancaria
federal en el rango de entre cero y el 0,25% y dibujó un escenario más
pesimista de las futuras condiciones financieras y el mantenimiento de
escenarios de baja inflación debido al todavía insuficiente aumento del
consumo interno (un 3,6%) y a que la adopción de medidas extraordinarias
como implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing) para
incrementar la base monetaria no se trasladaron a una presión sobre los
precios en Estados Unidos, debido a la capacidad ociosa de las empresas
y la resistencia a prestar del sistema financiero.
 
Severo estancamiento del mercado inmobiliario: El sector bancario de
EE.UU. podría soportar pérdidas de hasta 250.000 millones $ por
inmuebles comerciales en esta crisis y más de 700 bancos podrían quebrar
debido a su exposición a los bienes raíces comerciales, con la
aparición de un stock de 2 millones de viviendas que no encontrarán
comprador hasta el 2012. Por ello, las entidades bancarias intentarán
mediante subastas, la creación de sociedades de gestión de activos
inmobiliarios y la aplicación de medidas agresivas, dar salida a los
pisos embargados que acumularán en sus carteras (considerados bienes
ilíquidos), lo que originará drásticas caídas de los precios de los
inmuebles que rondarán el 60% respecto al 2007 ( precios artificialmente
revalorizados debido a la especulación inmobiliaria de la última década.).
 
Así, la aparente reactivación del mercado inmobiliario estadounidense en
el primer trimestre del 2010 habría sido sólo un espejismo provocado por
los estímulos fiscales, pues el departamento de Comercio informó que la
venta de las viviendas nuevas en ese país cayeron 32,7% en mayo, (el
mayor descenso mensual registrado desde 1963), por lo que comparado con
el alza del 15% registrada en abril, es fiel reflejo de la tendencia que
marcará el resto del 2010 y además, las ejecuciones hipotecarias se han
disparado y alcanzan niveles récord (durante la primera mitad de año,
nada menos que 1,65 millones de viviendas recibieron en EEUU
notificaciones de embargo) y el 10% de los propietarios de vivienda
dejaron de pagar al menos una de sus cuotas durante el primer
cuatrimestre de 2010 .
 
Tras el inesperado batacazo de la ventas, el miedo al W (Double dip) o
recaída en la recesión podría terminar apoderándose de los parquets
mundiales con caídas generalizadas que fruto de la psicosis y aunado con
el elevado endeudamiento de las empresas podrían terminar por producir
un nuevo crash bursátil que tendría como efectos benéficos el obligar a
las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar
sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en
la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de
millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la
estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente
efecto dominó en la declaración de quiebras (1.41 millones de americanos
lo hicieron en 2009, un 32% más que en 2008).
 
Incremento de las tasas de paro: El empleo en Estados Unidos se
incrementó mucho menos de lo esperado en noviembre y la tasa de
desocupación trepó a un máximo de siete meses del 9,8 por ciento,
golpeando las esperanzas de una recuperación económica creíble.
 
Además, según el presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Ben
Bernanke " el mercado laboral, a pesar de la mejora iniciada este año,
necesitará un tiempo "significativo" para recuperar los 8,5 millones de
empleos perdidos en 2008 y 2009" y podría finalizar el año en tasas
cercanas al 10%, aunado con unos previsibles incrementos del déficit
Público hasta los 1.6 billones de $ ( 9% del PIB) y de la Deuda Externa
hasta los 12,5 Billones de $ para el 2.010, (el 90% del PIB), una cifra
histórica sobrepasada sólo durante la 2ª Guerra Mundial.
 
Finalmente, como consecuencia del seguro descenso de los ingresos de los
Estados y del bestial incremento de las prestaciones de Desempleo (8
millones de parados sin cobertura de desempleo), no sería descartable en
varios estados la aparición de agujeros financieros (en diciembre el
estado de New York habría entrado en déficit por primera vez en la
historia reciente al sufrir un déficit de 600 millones de dólares), la
declaración de bancarrota de los organismos federales y a la progresiva
desaparición de las clases medias.
 
En consecuencia, asistiríamos a una severa agudización de la fractura
social del país que obligaría a amplias capas de la población a depender
de los subsidios sociales.(el programa de Cupones para Desempleados
estaría alcanzando cifras récord con cerca de 37 millones de personas
inscritas en comparación a los 29,4 millones que reciban esta ayuda
mensual en el 2008), lo que unido a la drástica reducción de los
subsidios sociales, al renacer de sentimientos xenófobos en los Estados
Sureños y las soflamas incendiarias de líderes religiosos como Jeremías
Wright podrían terminar por reeditar los violentos disturbios raciales
del verano de 1.963.