LIBIA: OPINIÓN DE CEDECH
PEDRO GODOY
(CEDECH)
Los colosos del planeta vulneren la soberanía de repúblicas de la
periferia. Hoy la víctima es Libia. Podremos -y debemos- quejarnos de la
violación de los DDHH y de la ausencia de mecanismos de alternancia en el poder
en casos como Mugabe o Fidel, pero la amenaza externa proveniente del
Centro obliga a un Frente Nacional. Así es en la Argentina de 1982 con respecto
a Malvinas. Así no es, al finalizar 1986, cuando Washington boicotea las
exportaciones de uva de Chile, luego interviene su embajador en nuestros
asuntos internos y -peor aun.- se rumorea que una flota de la US Navy se
estaciona frente a Valparaíso. Eso es recibido con soterrado júbilo por la
oposición. Imagina que los los marines son libertadores. A rostro
descubierto se manifiesta entonces que ese camino implica el cipayaje. La misma
postura se exhibe al arrestarse a Pinochet por 500 días, en Londres (*).
Kadhafi podrá ser objeto de enjuiciamiento, pero eso corresponde a los libios mismos. Sabemos que no es un carmelito descalzo. Sin embargo, la VI flota de EEUU y la OTAN operan como bucaneras. Lo único que lo motiva es el petróleo de esa república. Ahora el pretexto son los DDHH Ayer -respecto a Irak- las armas de destrucción masiva. El terrorismo permite bombardear a Afganistán. La autodeterminación de los pueblos es pretexto para arrasar la Yugoslavia de Pasic y Tito. Las investigaciones nucleares implican amenazas a Irán. El narcotráfico justifica la invasión a Panamá y el humillante encarcelamiento del Presidente Noriega. Estas son pruebas que el imperialismo existe y es poderoso. Ha conseguido -previa campaña cultural- erosionar el nacionalismo con la hipnosis de la "globalización" a sectores estratégicos del III mundo: la academia, las comunicaciones y las FFAA.
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(*) ver de Godoy, P.:"FFAA: reflexión permanente", págs.47 a 55.
Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECH
www.premi9onacionaldeeducacion.blogspot.com
QUIÉNES SON LA OPOSICIÓN A KADAFI
Facundo Arrieta
Es muy importante que Kadafi continúe resistiendo el golpe proimperialista que intenta derrocarlo, puesto que con el transcurso del tiempo van saliendo a la luz datos concretos que desmienten las informaciones falsas de las agencias internacionales de noticias.
Una pregunta clave que pocos se han hecho: ¿quiénes dirigen la oposición a Kadafi?
Pues bien, parece que hay dos grupos principales, hegemónicos. Son:
a) El llamado Frente Nacional por la Salvación de Libia. Se trata de una organización de derecha financiada por la CIA, que viene recibiendo armas, por vía de contrabando, desde hace años, desde el Egipto de Mubarak.
b) La llamada Conferencia Nacional del a Oposición Libia, dentro de la cual opera Muhamad Sanussim, quien es un pretendiente al trono. Esta coalición de fuerzas reaccionarias tiene como bandera la insignia tricolor que identifica a la monarquía depuesta en 1969 por los militares antiimperialistas y democráticos dirigidos por Kadafi.
Estas organizaciones están solicitando abiertamente la intervención norteamericana y de la OTAN. Con la puesta en actividad del llamado Tribunal Penal Internacional, los imperialistas instruyen a sus abogadillos "derechohumanistas" para que empiecen a montar otro show mediático contra un "dictador genocida". (El derechohumanismo muestra, una vez más , la función política reaccionaria que cumple en la actual etapa de dominación imperialista).
¿Hay en el seno de la coalición opositora sectores que no sean abiertamente reaccionarios y proimperialistas? Evidentemente, no puede descartarse que los haya. Al fin y al cabo, absolutamente todas las causas reaccionarias y proimperialistas cuentan con una suerte de "ala izquierda" que intenta inútilmente conferir un carácter más o menos popular a lo que constituye una operación de signo inocultablemente antipopular. Los argentinos lo sabemos bien: en 1930, en 1955 y en 1976 la oligarquía y el imperialismo contaron con el apoyo de vastos sectores de clase media y de los partidos socialista y comunista. Pero lo decisivo es saber quién dirige una coalición político-social. Eso es lo que permite predecir en qué dirección avanzará. Así, por ejemplo, en 1976 Videla quería derrocar al gobierno peronista para acabar con la "subversión marxista", y Santucho y el PRT-ERP querían derrocarlo para abrir el camino a la revolución socialista. ¿Habría que decir, entonces, como dicen los extraviados del Partido Obrero o del PTS respecto de la coalición opositora a Kadafi, que el golpe de 1976 debía ser apoyado primero y luego había que tratar de encaminarlo en "buena dirección". Evidentemente, sólo un ingenuo o un agente pago del imperialismo podría decir tal cosa.
En Libia no asistimos a un enfrentamiento entre un "dictador sanguinario" y un "pueblo rebelde sediento de libertad", como dicen la televisión, los diarios y la vocinglería ultraizquierdista de la Universidad de Buenos Aires. Asistimos a un intento descarado por parte del imperialismo de derrocar a un gobierno que encarna, independientemente de cuáles sean sus fortalezas y debilidades actuales, la resistencia de un país oprimido a sus opresores. Este es el aspecto decisivo de la cuestión. Todo lo demás es secundario. Por tanto, exigir que se vaya Kadafi significa lisa y llanamente apoyar al imperialismo. Porque, ¿quién sino el imperialismo va a tomar el control de libia si hoy se va Kadafi?
Facundo Arrieta
www.izquierdanacional.org
Ulises Canales |
2-3-11 (PL) |
02 de marzo de 2011, 09:04Trípoli.- El líder Muamar El-Gadafi emplazó hoy a las potencias mundiales a crear una comisión investigativa y viajar a Libia para constatar que los muertos en las revueltas eran efectivos policiales en cumplimiento de su deber. "Llamo a la comunidad internacional a formar una
comisión de verificación para que venga y vea que quiénes murieron fueron
hombres en defensa de sus posiciones", subrayó El-Gadafi en su tercer
discurso televisivo desde el inicio de las revueltas en este país
norafricano. |
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23 de febrero--De todas las luchas actuales en África del norte y el Oriente Medio, la más difícil de dilucidar es la de Libia.
¿Cuál es el carácter de la oposición al régimen de Gadhafi, que según se informa ahora controla la ciudad de Benghazi en el este?
¿Es pura coincidencia que la rebelión comenzó en Benghazi que está al norte de los yacimientos de petróleo más ricos de Libia, así como cerca de la mayor parte de sus óleo y gasoductos, de refinerías y de su puerto de transporte de gas líquido natural (LNG por las siglas en inglés)? ¿Hay un plan para dividir el país?
¿Cuál es el riesgo de una intervención militar imperialista que representaría el peligro más grave para los pueblos de la región entera?
Libia no es como Egipto. Su líder Moammar al-Gadhafi no ha sido una marioneta del imperialismo como Hosni Mubarak. Por muchos años Gadhafi fue aliado de países y movimientos que luchaban contra el imperialismo. Cuando tomó el poder en 1969 a través de un golpe militar, él nacionalizó el petróleo de Libia y utilizó mucho de ese dinero para desarrollar la economía libia. Las condiciones de la vida mejoraron dramáticamente para el pueblo.
Por eso, los imperialistas estaban decididos a destruir a Libia. Estados Unidos lanzó ataques aéreos en Trípoli y Benghazi en 1986 que mató a 60 personas, incluyendo la pequeña hija de Gadhafi – lo cual es raramente mencionado por los medios corporativos. Se impusieron devastadoras sanciones por EEUU y la ONU para arruinar la economía libia.
Después de que EEUUA invadió a Iraq en 2003 y destruyó gran parte de Bagdad con una campaña de bombardeo que el pentágono exultantemente llamó “choque y temor,” Gadhafi intentó proteger a Libia de una adicional amenaza de agresión otorgando grandes concesiones políticas y económicas a los imperialistas. Él abrió la economía a bancos y corporaciones extranjeras; accedió a las demandas del FMI sobre “ajuste estructural”, privatizó muchas empresas propiedad del estado y recortó los subsidios del gobierno para necesidades como alimentos y combustible.
El pueblo libio está sufriendo de los mismos precios elevados y desempleo que son la base de las rebeliones en otras partes y que fluyen de la crisis económica mundial del capitalismo.
No hay duda de que la lucha que recorre el mundo árabe por la libertad política y la justicia económica también ha resonado en Libia. No hay duda de que el descontento con el régimen de Gadhafi está motivando a una sección significativa de la población.
Sin embargo, es importante que los/as progresistas sepan que muchas de las personas que están siendo promovidas en el oeste como líderes de la oposición son agentes experimentados del imperialismo. El 22 de febrero la BBC mostró imágenes de muchedumbres en Benghazi bajando la bandera verde de la república y sustituyéndola por la bandera del derrocado monarca, rey Idris quién había sido una marioneta de los EEUU y del imperialismo británico.
Los medios occidentales están basando muchos de sus reportajes en hechos supuestos proporcionados por el grupo en el exilio, el Frente Nacional para la Salvación de Libia, que fue entrenado y financiado por la CIA estadounidense. Si usted busca en Google el nombre del Frente más la CIA, encontrará centenares de referencias.
En el editorial del 23 febrero, el periódico The Wall Street Journal escribió que “EEUU y Europa debían ayudar a los libios a derrocar el régimen de Gadhafi”. No hay mención en los salones o en los pasillos de Washington sobre una intervención para ayudar a la gente de Kuwait o de Arabia Saudita o de Bahrein a derrocar a sus dictadores. Incluso, con toda la hipocresía con la que hablan a favor de las masas en lucha de la región ahora, esto sería inconcebible. En cuanto a Egipto y a Túnez, los imperialistas están haciendo todo lo posible por conseguir que las masas salgan de las calles.
No se habló de una intervención estadounidense para ayudar al pueblo palestino de Gaza cuando millares murieron por el bloqueo, el bombardeo y la invasión de Israel. ¡Todo lo contrario! Estados Unidos intervino para prevenir la censura del estado sionista.
El interés del imperialismo en Libia no es difícil de encontrar. Bloomberg.com escribió el 22 de febrero que mientras que Libia es el tercer productor de petróleo más grande de África, tiene las reservas probadas más grandes del continente - 44.3 mil millones de barriles. Es un país con una población relativamente pequeña pero con el potencial de producir ganancias enormes para las gigantes compañías petroleras. Así es como lo ven los súper ricos, y la base de su supuesta preocupación por los derechos democráticos del pueblo de Libia.
Conseguir concesiones de Gadhafi no es lo suficiente para los imperialistas señores del petróleo. Desean un gobierno que puedan poseer abiertamente. Nunca han perdonado a Gadhafi por derrocar la monarquía y nacionalizar el petróleo. Fidel Castro de Cuba en su columna “Reflexiones”, toma nota del hambre del imperialismo por el petróleo y advierte que EEUU está sentando las bases para una intervención militar en Libia.
En EEUU algunas fuerzas están intentando movilizar una campaña que promueve tal intervención. Debemos oponernos a esto firmemente y recordarle a las personas bien intencionadas y sinceras, las millones de personas matadas y desplazadas por los EEUU por su intervención en Iraq.
La gente progresista siente lo que ve como movimiento popular en Libia. Podemos ayudar más a ese movimiento apoyando sus justas demandas al tiempo que rechazamos la intervención imperialista, en cualquier forma que ésta pueda tomar. Es el pueblo de Libia el que debe decidir su futuro.
LIBIA: NO A LA INTERVENCION, NO AL FALSO DERECHO A LA INJERENCIA
26-2-11
Traducido para Rebelión por Caty R. |
Los pueblos árabes se están sacudiendo las
dictaduras, en efecto, pero las potencias occidentales no tienen ninguna buena
lección que impartir a esos pueblos. No siento una particular simpatía por
Gadafi. Es un fantoche. Las noticias que llegan de Libia informan de muchos
muertos. Hasta el punto de que los «virtuosos» de la Liga Árabe han prohibido a
cualquier representante libio sentarse entre ellos… El embajador libio (en
Estados Unidos) describe escenas horrorosas… Se puede pensar cualquier cosa de
ese excéntrico personaje, pero miremos las cosas de frente, lo que no soportan
los occidentales son sus deseos de independencia.
La realidad es que los occidentales están dispuestos a olvidar su apoyo al
terrorismo si Gadafi les entrega las riquezas de su subsuelo. Es de ahí, y sólo
de ahí, de donde debemos partir. La conmoción que están viviendo los pueblos no
es más que un señuelo por medio del cual Occidente prepara una intervención
para defender los intereses de sus capitalistas. Es triste, ¡ojalá fuese de otra
manera!, pero no debemos perder de vista la realidad.
En el cataclismo que sacude los países árabes cada cual juega sus cartas, y los
medios de comunicación occidentales no se quedan atrás defendiendo su campo.
Esos medios sólo son la voz de su amo. Todos trabajan por una recomposición del
mundo árabe que convenga a sus intereses.
Controlar las riquezas del subsuelo libio no está fuera de sus esperanzas. Las
noticias que circulan sobre las relaciones privilegiadas que existirían entre
Gadafi y Chávez, incluso con Fidel, son falsas. Aunque entiendo que la política
antiimperialista de Chávez acaso podría considerar que los enemigos de nuestros
enemigos son nuestros amigos. Sin embargo en este caso son las políticas de
Estados Unidos y las potencias occidentales las que han creado relaciones poco
virtuosas. La defensa de las soberanías nacionales frente a los saqueadores da
lugar a las alianzas más inverosímiles.
No sólo Gadafi no está en Venezuela, sino que además el sistema libio de tribus
y las luchas entre ellas no tienen nada que ver con Egipto o Túnez, y todavía
menos con Venezuela. Lógicamente eso impone que Gadafi permanezca con los suyos
e incluya hasta lo que calificaríamos de guerra civil. Y cuando veo a los
medios de comunicación occidentales difundir noticias falsas, me pregunto qué
es exactamente lo que buscan.
Esto rompe con las expectativas que los mismos medios mantienen frente a Túnez
y Egipto; sólo faltan Kouchner y su derecho de injerencia, no tardaremos en oír
a Bernard Henri Lévy llorar por los pobres libios. Lo que nos corresponde a
nosotros, los franceses, es oponernos a cualquier intento del gobierno de
participar en una intervención. Y tengo la impresión de que muchas cosas van en
ese sentido, incluida la descripción de las «hordas de emigrantes» que amenazan
el suelo francés pasando por Italia (la Italia que hace fructíferos negocios
con Libia en los que Berlusconi tiene mucho interés).
Michèle Alliot-Marie ya nos explicó que fue en nombre del pueblo tunecino que
sufría por lo que ofreció [al gobierno de Ben Alí, N. de T.] el «savoir-faire»
de la policía francesa… Está claro que lo hizo movida por la «compasión»…
Si preparan una intervención hay que oponerse siendo muy conscientes; las
experiencias afgana e iraquí demuestran que los pueblos no tienen nada que
ganar con la entrada de la OTAN en la guerra, cuyos únicos intereses son los de
las empresas petroleras.
Lo mismo que el anuncio de Israel sobre los dos barcos iraníes [que cruzaron el
Canal de Suez el día 22, N. de T.]. Irán pretende implantarse en Barein e
intenta aflojar el bloqueo establecido desde hace tiempo por Estados Unidos e
Israel en el Golfo Pérsico. Barein agotó su petróleo y continúa siendo una base
estadounidense. Hay que recordar que hace poco Hillary Clinton, en Barein,
alabó los progresos de este país en materia de derechos humanos. Hoy el New
York Times lo cuestiona, a la vista de la sangrienta represión… Nosotros
también.
La excitación de los medios de comunicación occidentales por la noticia del
paso de dichos barcos por el Canal de Suez sólo se debe a que estamos
acostumbrados a ver a las armadas occidentales que van a provocar al Golfo
Pérsico, donde en realidad no tienen nada que hacer, y se arriesgan a una
explosión bélica en cualquier momento. Sin embargo es normal en el plano
internacional que Irán, un país que forma parte de la ONU y está reconocido
internacionalmente, pueda hacer que dos de sus barcos crucen el Canal de Suez.
Por lo tanto Irán ejerce un derecho y, al contrario que la armada desplegada en
el Estrecho de Ormuz, no amenaza a nadie aunque Lieberman, gritando como él
sabe hacerlo, intente jugar una vez más al regador regado para hacer que se
olviden los escándalos de corrupción en los que está implicado.
Todo el mundo sabe que Irán es una dictadura, y me gustaría que el pueblo iraní
se liberase ÉL MISMO de sus mulás y sus torturadores. Pero la amenaza
occidental es un factor peor que la represión para sujetar a los pueblos. Por
añadidura es obvio que, también ahora, Occidente, Estados Unidos e
Israel actúan para aumentar su control en esa región. Así pues debemos
mantenernos en una línea de no intervención y no ceder ante aquéllos que
quieren que intervengamos en nombre de pueblos que en realidad no les importan
en absoluto. Lo que ocurre en Irak y Afganistán, las desgracias que las
intervenciones acarrean a los pueblos de cualquier lado, deben mostrarnos que
nos quieren llevar a combatir, una vez más, en nombre de los intereses
petroleros de las grandes empresas.
DANZA MACABRA DEL CINISMO
26-2-11
La política de saqueo impuesta por Estados
Unidos y sus aliados de la OTAN en el Oriente Medio entró en crisis. Esta se
desató inevitablemente con el alto costo de los cereales, cuyos efectos se
hacen sentir con más fuerza en los países árabes donde a pesar de sus enormes
recursos petroleros, la escasez de agua, las áreas desérticas y la pobreza
generalizada del pueblo contrastan con los enormes recursos derivados del
petróleo que poseen los sectores privilegiados.
Mientras los precios de los alimentos se triplican, las fortunas inmobiliarias
y los tesoros de la minoría aristocrática se elevan a millones de millones de
dólares.
El mundo arábigo, de cultura y creencia mayoritariamente musulmana, se ha visto
humillado adicionalmente por la imposición a sangre y fuego de un Estado que no
fue capaz de cumplir las obligaciones elementales que le dieron origen, a
partir del orden colonial existente hasta fines de la Segunda Guerra Mundial,
en virtud del cual las potencias victoriosas crearon la ONU e impusieron el
comercio y la economía mundiales.
Gracias a la traición de Sadat en Camp David el Estado árabe palestino no ha
podido existir, pese a los acuerdos de la ONU de noviembre de 1947, e Israel se
convirtió en una fuerte potencia nuclear aliada a Estados Unidos y la OTAN.
El Complejo Militar Industrial de Estados Unidos suministró decenas de miles de
millones de dólares cada año a Israel y a los propios estados árabes sometidos
y humillados por éste.
El genio ha salido de la botella y la OTAN no sabe cómo controlarlo.
Van a tratar de sacarle el máximo provecho a los lamentables sucesos de Libia.
Nadie sería capaz de saber en este momento lo que allí está ocurriendo. Todas
las cifras y versiones, hasta las más inverosímiles, han sido divulgadas por el
imperio a través de los medios masivos, sembrando el caos y la desinformación.
Es evidente que dentro de Libia se desarrolla una guerra civil. ¿Por qué y cómo
se desató la misma? ¿Quiénes pagarán las consecuencias? La agencia Reuters,
haciéndose eco del criterio de un conocido banco de Japón, el Nomura, expresó
que el precio del petróleo podría sobrepasar cualquier límite:
“Si Libia y Argelia suspenden la producción petrolera, los precios podrían
llegar a un máximo por encima de 220 dólares por barril y la capacidad ociosa
de la OPEP sería reducida a 2,1 millones de barriles por día, similar a los
niveles vistos durante la guerra del Golfo y cuando los valores tocaron los 147
dólares por barril en el 2008′, aseveró el banco en una nota.”
¿Quiénes podrían pagar hoy ese precio? ¿Cuáles serían las consecuencias en
medio de la crisis alimentaria?
Los líderes principales de la OTAN están exaltados. El Primer Ministro
británico, David Cameron, informó ANSA, “…admitió en un discurso en Kuwait que
los países occidentales se equivocaron en apoyar gobiernos no democráticos en
el mundo árabe.” Se le debe felicitar por la franqueza.
Su colega francés Nicolás Sarkozy declaró: “La prolongada represión brutal y
sangrienta de la población civil libia es repugnante”.
El canciller italiano Franco Frattini declaró “creíble la cifra de mil muertos
en Trípoli [...] la cifra trágica será un baño de sangre.”
Hillary Clinton declaró: “…el baño de sangre es completamente inaceptable y tiene
que parar…”
Ban Ki-moon habló: “Es absolutamente inaceptable el uso de la violencia que hay
en el país.”
“…el Consejo de Seguridad actuará de acuerdo a lo que decida la comunidad
internacional.”
“Estamos considerando una serie de opciones.”
Lo que Ban Ki-moon espera realmente es que Obama diga la última palabra.
El Presidente de Estados Unidos habló en la tarde de este miércoles y expresó
que la Secretaria de Estado saldría para Europa a fin de acordar con sus
aliados de la OTAN las medidas a tomar. En su cara se apreciaba la oportunidad
de lidiar con el senador de la extrema derecha de los republicanos John McCain;
el senador pro israelita de Connecticut, Joseph Lieberman y los líderes del Tea
Party, para garantizar su postulación por el partido demócrata.
Los medios masivos del imperio han preparado el terreno para actuar. Nada
tendría de extraño la intervención militar en Libia, con lo cual, además,
garantizaría a Europa los casi dos millones de barriles diarios de petróleo
ligero, si antes no ocurren sucesos que pongan fin a la jefatura o la vida de
Gaddafi.
De cualquier forma, el papel de Obama es bastante complicado. ¿Cuál será la
reacción del mundo árabe y musulmán si la sangre en ese país se derrama en
abundancia con esa aventura? ¿Detendrá una intervención de la OTAN en Libia la
ola revolucionaria desatada en Egipto?
En Iraq se derramó la sangre inocente de más de un millón de ciudadanos árabes,
cuando el país fue invadido con falsos pretextos. ¡Misión cumplida! proclamó
George W. Bush.
Nadie en el mundo estará nunca de acuerdo con la muerte de civiles indefensos
en Libia o cualquier otra parte. Y me pregunto: ¿aplicarán Estados Unidos y la
OTAN ese principio a los civiles indefensos que los aviones sin piloto yankis y
los soldados de esa organización matan todos los días en Afganistán y Pakistán?
Es una danza macabra de cinismo.
LA CAIDA EN DESGRACIA DE GADAFI |
La peor consecuencia posible de la crisis libia sería que EEUU encontrara una forma de intervenir
Black Agenda Report
26-2-11
Traducido para Rebelion por Mariola y Jesús María García Pedrajas |
Muammar Gadafi fue una vez la pesadilla de
Occidente, pero en la última década había buscado un “apaño” con el
imperialismo. Desde el 11 de septiembre, “Gadafi ha parecido más preocupado por
el fundamentalismo islámico…que por las maquinaciones europeas y
estadounidenses.” Los servicios secretos de EEUU puede que hayan actuado o no
contra Gadafi, pero con toda seguridad aprovecharán cualquier oportunidad.
“Gadafi claramente había alcanzado un acuerdo con EEUU y los hombres ricos
de Europa.”
Muammar Gadafi saltó a la escena mundial cuando él y otros jóvenes oficiales
echaron a patadas a un rey llamado Idris, quien le había cobrado a las
corporaciones extranjeras los precios más bajos a nivel mundial por succionar
la riqueza petrolera del país. Eso fue en 1969. Cuando tuve mi encuentro con Gadafi, 40
años más tarde, a finales de octubre de 2009, aún se llamaba a sí mismo un
socialista y jurado enemigo del capitalismo, e impulsaba su Libro Verde
como una guía universal a la justicia social. Pero Gadafi claramente había
alcanzado un acuerdo con EEUU y los hombres ricos de Europa. Tipos de las
corporaciones, blancos y asiáticos, se veían por todas partes en Trípoli, la
capital, la cual se encontraba rebosante hasta los topes con proyectos de
construcción llevados a cabo por extranjeros para corporaciones
extranjeras. Libia y sus seis millones de habitantes se habían vuelto un
“destino” de las corporaciones con todas las de la ley, y las fuerzas armadas
de Gadafi estaban en colaboración constante con las fuerzas de choque de la
maquina de guerra imperialista de EEUU. Gadafi podía decirles a sus visitantes
en su enorme tienda de campaña personal en el campamento militar en la ciudad
que seguía dedicado a la destrucción del “capitalismo,” pero Washington,
Londres y París no parecían muy preocupados.
Desde el 11 de septiembre, Gadafi ha parecido más preocupado por los
fundamentalistas islámicos como los de la vecina Argelia cuya supresión costó
200.000 vidas que con las maquinaciones estadounidenses y europeas. Ha
coordinado maniobras militares con los estadounidenses en la región del Sahel
en África del Norte, y trabajado estrechamente con la CIA para descubrir
elementos del tipo de Al Qaeda. En 2008, Condoleezza Rice estuvo en Trípoli.
“Estoy deseando escuchar la visión mundial del líder,” declaró. Gadafi ya había declarado su amor por la
mujer a la que llamó “Leeza,” su “querida afroamericana” quien, dijo, “se
reclina y le da órdenes a los líderes árabes.”
“La peor consecuencia posible de la crisis libia sería que EEUU encontrara
una manera de intervenir.”
En 2009, el año que visité Libia con una delegación encabezada por la antigua
congresista y candidata presidencial del Partido Verde Cynthia McKinney, Gadafi
acababa de firmar un acuerdo “histórico” sobre cooperación militar y diplomática.
El Comando para África de EEUU, AFRICOM, y Libia se comprometieron a trabajar
juntos en temas de mantenimiento de la paz, seguridad marítima,
contraterrorismo y seguridad y estabilidad africana.
Sin embargo, allí estaba Gadafi en televisión el martes, sin parecerse en nada
al más bien sereno hombre mayor que me había encontrado en la gran tienda de
campaña hacía 16 meses, bramando que estaba siendo asaltado por una combinación
de EEUU y militantes islámicos. En ese sentido sus palabras sonaban mucho como
las últimas declaraciones públicas del antiguo presidente egipcio Hosni
Mubarak, antes de fuera sacado a empujones de escena. Gadafi menospreció a sus
oponentes tachándolos de ignorantes ingratos que no sabían nada de las glorias
del país, o se trataba de personas que simplemente estaban bajo los efectos de
alucinógenos. Su hijo, Seif el Islam Gadafi, había amenazado previamente a los
libios con la guerra civil. Ambos, padre e hijo parecían fuera de la realidad,
fuera de control y obsoletos. Lo que significa que el pueblo libio está en
peligro.
Pero no hay mayor peligro para la independencia y soberanía de la gente que el
imperialismo de EEUU, que no tiene ningún respeto por los derechos de nadie. La
peor consecuencia posible de la crisis libia sería que EEUU encontrara una
forma de intervenir. Nada que Washington haga puede beneficiar de ninguna
manera al pueblo libio, que debe resolver sus propios problemas.
Fuente: http://www.blackagendareport.com/content/khadafi-outs