¿A QUE NACIONALIDAD ETNICA PERTENECEN LOS NIÑOS BOLIVIANOS?

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Publicado el 01/01/2012

Tiene ocho años, se llama Luis Idelvaldo Navajas Villarroel. Nació cerca de Sanandita y es hijo del chapaco Candelario Navajas Vaca Diez y la cochabambina Idelvalda Villarroel Quispe. Éstos, a su vez, son hijos de un tarijeño y una cruceña, y de un cochabambino y una paceña de raíces aimaras, respectivamente.

Ha llegado el día del Censo 2012 y al pequeño Luisito los encargados de recabar la información le preguntan: “¿Nacionalidad étnica?”. Tras advertir la expresión dubitativa del pequeño, los empadronadores le brindan una amable explicación. El despierto Luisito responde entonces “Weenhayeke”.

 

Ese mismo día, en el otro extremo del país, el norte amazónico, otro equipo del censo le hace la misma consulta a Joao Carlos Quisberth Da Souza, de 10 años de edad.  Este hijo del potosino Donato Quisberth Villca y la brasileña Perla Da Souza Ferreira deduce que la respuesta correcta es “Pacahuara”.

 

Aquellas hipotéticas situaciones del futuro cercano son altamente probables.

Así, pese a las sorpresas y dubitaciones que afecten a los empadronadores, se trabajará la nueva radiografía boliviana. No hay otra. De acuerdo a lo dispuesto por las autoridades, se consultará a los niños sobre su nacionalidad étnica o a la que consideren pertenecer. Esa decisión fue ratificada por el propio director ejecutivo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ramiro Guerra Beltrán.

 

La autoridad, en declaraciones a la Red Erbol, dijo que antes la nacionalidad étnica “se preguntaba a mayores de 14 años”, pero en el próximo censo la consulta se hará toda la población y por los niños que aún no puedan responder, lo harán sus padres.

 

“A un niño se le preguntará a qué  nacionalidad pertenece; si no responde, se le preguntará al padre. Pero si hay una contradicción entre el niño y el padre, se hará respetar la decisión del menor”, explicó Guerrero.

Dados los flujos migratorios y los extraordinarios procesos interculturales, es seguro que las contradicciones se multiplicarán en progresión geométrica. Si consideramos que hay 36 posibles respuestas y diversos factores que pueden condicionar las declaraciones de jóvenes y niños, seguramente habrá muchos resultados sorpresa.

 

En ese contexto, quién sabe con cuanta seriedad se pueda tomar en cuenta aquella información. Lo que si cobra cada día más seriedad es saber si se han tomado los debidos recaudos que eviten las series de trampas y conflictos que podrían desatarse en y entre los municipios. La guerra por la distribución de recursos en función a la proporción demográfica podría acentuarse a medida que la fecha del censo se acerque. Las disputas de límites tendrían días críticos en el cercano 2012 por la misma razón.

 

Ojalá las autoridades hayan razonado con más cuidado estos aspectos que el referido a la declaración de la “nacionalidad étnica”. En todo caso, así como Luis y Joao, estarán en problemas millones de niños y jóvenes, fruto del amor y la exquisita hibridez que marca nuestra tierra. Esperemos que la inflexible, irrenunciable y contundente respuesta de ellos sea simplemente: “Boliviana”.