TRAMPAS IDEOLOGICAS DE LOS PACHAMAMICOS

Por:
Andrés Solíz Rada

Publicado el 01/03/2012

Presentarse como los únicos defensores del medio ambiente y exclusivos
portadores de un nuevo modelo de convivencia humana es el  recurso
favorito de los Pachamámicos o indigenistas a ultranza. A partir de su
auto alabanza, se sienten con derecho a coadyuvar en la destrucción de
Estados nacionales no consolidados, en contubernio con los centros de
poder mundial. No importa que existan tantas corrientes ultra
indigenistas como ideólogos que las defienden. En el momento de cobrar
emolumentos del capitalismo, se olvidan que la única coincidencia de
todas las culturas precolombinas fue justamente la de no haber
accedido a la propiedad privada. Hablan del “rescate de usos y
costumbres”, sin aclarar si se trata de usos y costumbres actuales, de
hace 100, 200 ó 500 años. ¿O es que estos se mantuvieron estáticos?
Tampoco les interesa precisar los datos históricos. Raúl Prada,  uno
de los portavoces de los pachamámicos nativos, ya advirtió que ante la
imposibilidad de reconstruir el pasado de los pueblos andinos (porque
no tenían escritura), se debía recurrir a la “imaginación de los
antropólogos” (“El Diplo”, 20-XI-09).



La invocación a la “identidad indígena” abarca todos los matices
imaginables. Veamos uno de ellos: Félix Patzi, primer Ministro de
Educación de Evo Morales y uno de los más influyentes ideólogos
aymaras, sostiene que “la identidad indígena aquí en Bolivia está
definida más a partir de la continuidad biológica, no a partir de
contenidos culturales. En los contenidos culturales, este indígena es
totalmente moderno. Ha acoplado operacionalmente toda la
globalización, toda la modernidad. Hoy el indígena no habla un idioma
(nativo), entonces no puede medirse al indígena a partir del idioma.
Ni puede medirse a partir de su poncho o vestimenta, ni a partir de su
vivienda, ni a partir de su música. El indígena hoy es rapero,
rockero, está en la discoteca, con sus cabellos parados, ese es el
indígena de hoy. El indígena de hoy no puede ni siquiera
autodefinirse. En términos de autodefinición, puede hasta
autodefinirse como mestizo, y se autodefine como mestizo (ya que),
nadie puede definirse como indio ni como indígena” (Fundación
Comunidad: “El Cambio del Péndulo Político en América Latina”. La
Paz-Bolivia, 2008)



Entender la identidad indígena a partir de “continuidades biológicas”,
es decir del color de la piel, es una evocación al nazismo. Es
subjetivo, inclusive en Bolivia, ya que el 70 % de su población habita
en ciudades, en las que se mezclan a diario orígenes y culturas. No
obstante, todo lo que divide, enfrenta y fractura es bueno para los
Pachamámicos. El invento de 36 naciones precolombinas en la Nueva
Constitución Política del Estado (NCPE), del año 2009, con sus 36
cosmovisiones, 36 territorios ancestrales imposibles de delimitar, y
36 sistemas de justicia, ha provocado un irremediable caos
institucional, alimentado también por quienes están llamados a
contenerlo. Tal el caso de “Cambio”, “El Periódico del Estado
Plurinacional de Bolivia”, que dedica su editorial del 04-03-12, al
enfrentamiento que sostienen las comunidades de Coroma (Potosí) y
Quillacas (Oruro), en el que, de acuerdo al matutino, “los combates
datan de 1830”, según un “documento militar” (¿Por qué el
editorialista no tiene la honestidad de precisar la fuente?)



Añade que ambos pueblos están embarcados en una guerra total desde
hace 181 años. Su objetivo es la “aniquilación del adversario”, en
batallas en las que los contrincantes “se despedazaban por vengar
agravios o por disputar pedacitos de tierra estéril”. Las palabras
“rencor”, “enemigo”, “venganza” afloran en el irresponsable editorial
oficialista. ¿No corresponde a un periódico del Estado allanar
conflictos en lugar de difundir sus ángulos más morbosos?  El poder
mundial ha cumplido en Bolivia su mejor tarea. Aquí las poblaciones se
han convertido en pueblos. Los límites en fronteras. Las tierras en
territorios. Los adversarios en enemigos. Las nacionalidades en
naciones. Los combatientes ya no desean sólo acuerdos sino “tratados”.
¿Qué otro resultado podía tener el haber proclamado el derecho de
libre determinación, que abarca también a pueblos nómadas? Tal vez lo
más grave resida en que la NCPE ha creado derechos a los que ningún
pueblo indígena, región o comunidad agraria está dispuestos a
renunciar, razón por la que los considera irreversibles. Las ONG
vigilan para que ello ocurra, las que observan con indiferencia la
inexistencia de seguridad jurídica, acompañada por crueles
linchamientos (¿“La Pena de Muerte o la Muerte de Pena”?. Editorial de
“El Nacional”, Tarija, 09-03-12).



LA OPTICA DE ALVARO GARCIA LINERA



En declaraciones a “La Jornada”, de México (09-02-2012), el
Vicepresidente Álvaro García Linera (AGL) sostiene que, gracias al
gobierno de Evo Morales, los indígenas que estaban predestinados a ser
siervos o asalariados, ahora son legisladores, magistrados, ministros
y, uno de ellos, Jefe del Estado. AGL cosecha en beneficio del
gobierno un largo proceso de resistencia que se inició hace 500 años y
que fue obteniendo logros sucesivos, que alcanzaron, con la Revolución
Nacional, de 1952, el voto universal, la reforma agraria y la
eliminación del pongueaje (servidumbre de la gleba).

Pese a lo anterior, la Revolución del 52, no había llegado al oriente
boliviano, donde más bien hubo una expansión de propiedades agrarias y
agro industrias, que engendró una oligarquía a la que se insertaron
provocadores separatistas. Con Evo, esa Revolución llegó por fin a
Santa Cruz, de manera que, desde su ascenso al gobierno, la palabra de
los terratenientes ya no es la única en la región. Ahora existe la voz
de sus intelectuales comprometidos con el país, de los migrantes
collas y la de sus pueblos originarios. Infelizmente, esta cruzada
patriótica fue llevada a cabo mediante un indigenismo excluyente, que
no tuvo en cuenta la demanda de unidad nacional.



AGL se resiste a ver la realidad cotidiana (observada por Patzi), que
muestra cómo en una sola persona conviven diversos mestizajes, que se
presentan simultáneamente. Se trata, en realidad, de la afirmación de
lo indo mestizo. A manera de ejemplo, una persona puede sentirse al
mismo tiempo quechua, cochabambino, boliviano y latinoamericano, sin
problema de identidad de ninguna naturaleza. El vicepresidente, por su
parte, afirma, sin ningún respaldo fáctico, que existe una “expansión
de lo comunitario urbano”, lo que no sucede ni en Cuba, donde,
infelizmente, el ideal de Ernesto Ché Guevara de avanzar en la
retribución de incentivos morales, está dando paso a formas crecientes
de propiedad privada. El uso de palabras sin contenido sirve al
entrevistado para asegurar que el “proceso boliviano” marcha ahora por
la senda del “post capitalismo y el “post neoliberalismo”, sin
explicar el alcance de estas expresiones. El Instituto Nacional de
Estadísticas (INE) pretende que no se incluya la posibilidad de
declararse boliviano en el censo de población y vivienda del presente
año, sometiéndose, de esta manera, a las presiones del sacerdote
catalán Xavier Albó y de AGL. Imaginemos lo que ocurriría en España si
se pretendiese eliminar la posibilidad de declararse español, a fin de
auto identificarse sólo como gallego, castellano, andaluz o
valenciano.



La NCPE no ha impedido que el país siga siendo un territorio vacío
para las oligarquías vecinas. Fue el propio AGL quien propició la
legalización de 110.000 vehículos obsoletos que ingresaron de
contrabando desde la frontera chilena y que están atorando las
ciudades e incrementando el deterioro del medio ambiente. Chile, con
una simple táctica dilatoria, logra que las aguas de las vertientes
del cantón Quetena (Silala) le beneficien gratuitamente, desde hace
más de un siglo. Bolivia está más cerca de conquistar Júpiter que de
lograr que le devuelvan su cualidad marítima. AGL falta a la verdad
cuando dice que el país ha recobrado el control de sus recursos
naturales y que marcha por el camino de la industrialización. Silencia
que el gas boliviano está siendo industrializado en San Pablo desde
hace 23 años y que esta situación se mantendrá gracias a una adenda al
contrato, de diciembre de 2009, por la que Bolivia continuará
vendiendo gas al Brasil con 9.400 kilo calorías en lugar de entregar
sólo metano (8.900 kg), es decir con un plus de licuables que logrará
que el poderoso vecino sea autosuficiente en fertilizantes desde el
2015, en tanto que Bolivia será reatado con la prolongación del
contrato por otros 20 años.



La comercialización del gas a la Argentina tiene similares
características. Las petroleras, mediante acuerdos con los guaraníes,
en cuyo territorio se hallan los mega campos de gas, está en
condiciones de in viabilizar la industrialización del hierro del Mutún
y del litio del salar de Uyuni, así como la construcción de gasoductos
internos. El indigenismo garantiza ahora que las reservas de gas
estarán, como hasta ahora, destinadas a la exportación. El Estado
“pluri nacional” se está convirtiendo en sinónimo de tergiversaciones.
Habla de antiimperialismo y entrega el control de las reservas
monetarias internacionales a Bancos de Europa y EEUU, a un interés de
menos del 0.25 % anual, los que, a su vez, usan esos recursos en
empresas que fabrican armas nucleares (“El Nacional”, Tarija,
08-03-12). Habla de soberanía y se somete a la presión de EEUU para
enviar soldados a Haití, como parte de tropas de Naciones Unidas.
Enarbola la defensa ambiental y deja que la empresa minera San
Cristóbal saquee los recursos hídricos. Tolera el incremento de la
fabricación de cocaína, al no impedir la proliferación de cultivos de
coca, pese a que en la obtención de la pasta básica el uso de
precursores químicos envenena el aguas de los ríos.



LOA ESTADOS PERIFERICOS Y LOS INDIGNADOS



Los Estados nacionales no consolidados tienen importantes
coincidencias con los movimientos de indignados que emergieron en
EEUU, Europa y los países árabes. En todos ellos se quiere rescatar la
política y el poder estatal de manos de los banqueros y de sus
paraísos fiscales, de los traficantes de drogas y de los fabricantes
de armas nucleares y convencionales. Esos mismos Bancos financian, a
través de sus ONG, a los pachamámicos. Los Estados nacionales
periféricos y los indignados buscan conciliar los derechos humanos
individuales con los colectivos. En América Latina, el derecho
colectivo más importante sigue siendo la autodeterminación de los
pueblos que ha permitido en el pasado y permite ahora defender su
soberanía y recursos naturales. Pero Latinoamérica valora también los
derechos humanos individuales, ya que esa conquista de la humanidad,
que tuvo sus mayores expresiones en la Revolución francesa y en la
independencia de EEUU, hizo posible enfrentar a dictaduras genocidas,
amparadas por transnacionales y el Pentágono norteamericano.



En la periferia del Planeta, se necesita reflexionar sobre los puntos
de equilibrio entre la preservación del medio ambiente y el desarrollo
sustentable, socialmente justo y ambientalmente correcto (como dicen
los documentos de “Río más 20”), que proteja a la madre tierra, pero
que, al mismo tiempo, impida que millones de niños, carentes de salud
y educación, continúen muriendo de hambre y de sed por falta de
caminos y oportunidades económicos. La defensa del ser humano no es
antagónica con la socio bio diversidad, pese a que, en opinión del
canciller Choquehuanca, las hormigas valen más que la especie humana.
En América Latina, se requiere, preservar, sin necesidad de
fundamentalismos, los idiomas nativos, los saberes medicinales, los
tejidos y las cosmovisiones destinadas a enriquecer el patrimonio
cultural y político de nuestros países y de la Nación continente.  La
América morena puede y debe, gracias a su enorme tradición teórica,
que abarca desde Simón Rodríguez hasta Abelardo Ramos, pasando por
José Martí, Manuel Ugarte, Franz Tamayo, Vasconcelos, Mariátegui y
Methol Ferré (para citar sólo unos cuantos nombres), ser el espacio en
el que sus hombres y mujeres esbocen alternativas al capitalismo y
propugnen un socialismo propio, impregnado de respeto a la naturaleza
y al ser humano.