¡UNA BOMBITA (NUCLEAR) POR NUESTRAS RESERVAS!

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Publicado el 01/03/2012

Uno de los principios seguramente más elogiados de la Constitución Política del Estado (CPE) que impulsó el actual régimen es el pacifismo. La Ley de Leyes consagró esta vocación nacional en su artículo 10, parágrafos i y ii. En el iii sumó además una postura complementaria de corte antiimperialista porque allí se prohíbe la instalación de bases extranjeras en territorio nacional.

 

De aquellos textos seguramente se halla orgullosa la inmensa mayoría de los bolivianos. Tan orgullosa como suelen estarlo frecuentemente las autoridades del actual Gobierno por algunos de sus “logros”. Una de esas sus razones de orgullo, por ejemplo, es el récord en la acumulación de reservas internacionales (RRII): más de 12 mil millones de dólares. Sin embargo, nuestras actuales autoridades, autodeclaradas “pacifistas”, “antiimperialistas” y “anticolonistas”, frecuentemente caen en notorias contradicciones. 

 

Hace 14 meses una investigación de la revista DíA D develó que algo no cuajaba entre lo proclamado en la CPE y el manejo de las RRII. Las autoridades, normalmente celosas cuando se las alude en temas económicos, optaron por no realizar aclaraciones ni desmentidos.

 

El caso radica en que una nada desdeñable suma de nuestras reservas internacionales fue confiada, por ejemplo, al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). A este banco español se le mandó 1.290 millones de dólares entre enero y junio de 2010. Habrá que recordar además que esta entidad es, nada más ni nada menos, propietaria del 80 por ciento de las acciones de una de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) boliviana, llamada BBVA Previsión. Actualmente, controla más de 2.750 millones de dólares de fondos gestionados con el ahorro de los bolivianos.

 

DÍA D reveló que el BBVA, junto a otros prestamistas, entregó el año 2005  más de 2.200 millones de dólares a la empresa Raytheon. Se trata de una de las contratistas de defensa militar más grandes de Estados Unidos. Así Bolivia, curiosamente, ha financiado la política internacionalizadora de España y, ¡vaya sorpresa!, hasta a empresas que potencian el poderío militar estadounidense.  Sería interesante saber cuánto dinero más se depositó en esa entidad belicista en estos últimos semestres.

 

El BBVA no se constituyó en la excepción ni mucho menos. También otras arcas dignas de crédito (para nuestras autoridades) recibieron nuestras RRII y las invirtieron en el negocio de la muerte. El Barclays Bank PLC de Inglaterra ha sido otro destinatario afortunado. Durante el primer semestre del año 2010 el Banco Central de Bolivia (BCB) le prestó 4.480 millones de dólares.

 

Algo similar sucedió además con el State Treet Bank, Chase Manhatan, JP Morgan, Citogropu, Deustche Bank, Comerzbank y, especialmente con el Banco Santander. Todos ellos han merecido durísimas críticas tanto de entidades pacifistas e incluso de gobiernos como Noruega y Bélgica.

 

Pero de pronto las cosas no quedan solo ahí. Hace unas horas nos enteramos que el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y el Banco Santander fueron duramente cuestionados.

¿La razón? La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, (ICAN) publicó su informe Dont Bank on the Bomb, sobre las entidades que invierten en empresas vinculadas con la producción de las armas nucleares. Según el informe, el Banco Santander y el BBVA financian empresas implicadas en la producción de armas nucleares norteamericanas, británicas y francesas. Los dos bancos españoles han concedido créditos o han participado en la emisión de bonos de 10 empresas extranjeras que fabrican armas atómicas.

 “Cualquier uso de armas nucleares violaría la ley internacional y tendría unas consecuencias humanitarias catastróficas. Invirtiendo en productores de armas nucleares, el Banco Santander y el BBVA están facilitando la acumulación de fuerzas nucleares. Esto socava los esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y aumenta el riesgo de que un día, estas armas extremas de destrucción masiva vuelvan a ser usadas.” Asegura Tim Wright, el director de ICAN en Australia y coautor del informe.

Así el Estado boliviano pone su aporte a la inversión más belicista, imperialista y colonialista de la historia. Valga apuntar, por si existan algunos lectores ferozmente capitalistas e inescrupulosos, que el país recibe por ese aporte un interés del 0,25 por ciento anual, o menos.