¿EL FUTURO DE BOLIVIA ES EL MIR?

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Publicado el 01/08/2012

¡Está vivo! Sí y hasta empieza a copar el protagonismo. El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), aquel partido político que en 2006 fue considerado muerto paulatinamente ha recobrado presencia en el espectro nacional. Esta operación retorno toma características particulares. El MIR pausadamente ha vuelto por partes.


El más reciente pedazo en salir a escena corresponde al sector que hace seis años detentaba la agonizante sigla que luego eliminó la Corte Electoral. Su líder, Jaime Paz Zamora, sumó su cuarta aparición ante los medios cerca del presidente Evo Morales. Más de una voz apuesta a que en los próximos meses volveremos a verlos juntos.

La aparición de Paz Zamora este lunes en los actos oficiales de celebración de la independencia acentuó una percepción extendida: hay tratos entre el MIR y el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Quizás no se trate de una alianza, pero sí de acuerdos estratégicos. Los desmentidos, escasos y breves, han resultado hasta hoy más intrigantes.


Por alguna razón ha surgido una especie de interés por acostumbrar a la población a la presencia de Paz Zamora cerca de Morales. No muy juntos, pero cerca. Ya van cuatro en nueve meses. La lista suma una charla en el Picacho, una invitación a Palacio, otro encuentro en San Lorenzo, otra invitación esta vez a Oruro. Marca una relación muy
distinta de aquella que resonó en 2006 con un Evo hiriente en su posesión y un Paz Zamora abochornado.


Todo un cambio y muchas incógnitas. ¿Qué paso para que después de seis “6 de agostos” a Evo se le ocurra invitar a Paz Zamora a la celebración Patria? ¿Cómo se le ablandó el corazón? “No hay ninguna alianza”, dijo lacónicamente este lunes Jaime Paz. Puede que no la haya, ¿pero tampoco hay ningún acuerdo o trato en ciernes?

Al margen de este ya evidente acercamiento, no deja de sorprender que la política boliviana hoy tenga como segundo actor al viejo MIR. De hecho, las dos principales fuerzas de oposición hoy son desgajamientos de aquel polémico partido. El Movimiento Sin Miedo (MSM) de Juan del Granado salió del Movimiento Bolivia Libre (MBL), el primer retoño mirista. Por su parte Unidad Nacional (UN) de Samuel Doria Medina, fue
fruto de la ruptura final de 2006.


En los años 80 también hubo una fracción que se autodenominó MIR – masas. Sus más importantes dirigentes acabaron con el tiempo en el MAS. De ellos, por ejemplo, Wálter Delgadillo, llegó a ser Ministro de Obras Públicas. Pero también han sido parte del Gobierno masista decenas de burócratas otrora ligados al MIR de Paz Zamora. Es decir,
que hallamos MIR por dentro y MIR por fuera en un creciente ambiente de armonía partidaria.


Si Paz Zamora y su MIR retornan al ruedo electoral en 2013 y logran algún rédito parlamentario o regional, sobrevendría un fenómeno singular: un nuevo sistema de partidos de corte mirista. Con una baja en la votación masista y un limitado avance de UN, MSM y MIR, los políticos volverían al sistema de pactos.


Pero, especulaciones al margen, lo cierto es que hay una resurrección del MIR por pedazos, resurrección de un polémico y conocido estilo de política. La filosofía de llegar o mantener el poder a cualquier precio, sea cruzando ríos de sangre, bilis, saliva y hasta estiércol.


¿Volveremos a un sistema de partidos? ¿Los guiños del MAS con uno o los tres pedazos miristas se corresponderán con los actos del viejo estilo mirista? ¿Los articularán los operadores del gobierno ex miristas o de escuela mirista en ejercicio? ¿Quiénes reaparecerán luego? ¿El MBL? ¿Goni?


Si el futuro del “cambio” es el MIR, entonces ¿qué cambio hubo?