EL GOLIAT MONSANTO

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Publicado el 01/02/2010

En esta avalancha de información que se disemina, se difunde y se divulga sin pausa, diferenciar lo que es realmente relevante, lo que tiene interés social es compromiso arduo y resulta inevitable que algunas noticias pasen poco atendidas, sepultadas por las otras, banales, repetitivas, espectaculares pero inconsistentes.

 

Esta, es muy importante: “Los ministros de Agricultura de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) aprobaron la creación de una empresa “gran nacional” de procesamiento y distribución de alimentos”

 

"Sería la primera gran nacional, que ya tiene su arquitectura jurídica, que le va a permitir actuar en cada uno de los países del ALBA para desarrollar proyectos agrícolas, agroindustriales y de distribución de alimentos.

 

Entre tales proyectos está la  producción insumos agrícolas tales como semillas, fertilizantes, biofertilizantes, bioplaguicidas… y ahí nos detenemos.

 

La actividad a la cual proyectan dedicarse nuestros países es una de las estratégicas para cualquier país y está casi monopolizada por un puñado de grandes corporaciones transnacionales, entre las cuales destaca la Down, Cargill y principalmente Monsanto.

 

Monsanto es una empresa que provee de productos para la agricultura. Es conocida por producir el herbicida más vendido en el mundo bajo la marca Roundup. También es productor líder de semillas genéticamente modificadas (los transgénicos).

 

A lo largo de su historia, Monsanto ha ido evolucionando en sus negocios. En sus inicios, en 1901 distribuían sacarina, para 1938 tenían negocios químicos como plásticos y resinas, en 1976 incursionaron en el negocio de los herbicidas y en 1981 se sumaron a la carrera biotecnológica. En el año 2000 contribuyó a descifrar el código genético del arroz.

 

En el año 2007 Monsanto fue multado por anunciar que su herbicida Roundup era biodegradable y no tóxico para los animales domésticos y los niños, y la Unión Europea ha clasificado al herbicida de Monsanto como no biodegradable.

 

De todo eso tenemos experiencias propias, muy cercanas pero también muy desconocidas.  El herbicida Roundup se utiliza en los cultivos extensivos de soya, que tienen millones de hectáreas  de tierras agrícolas ocupadas en Brasil, Paraguay, Argentina y, por supuesto, Bolivia.

 

Son cultivos extensivos, muy poco generadores de empleo, que desplazan a otros que al desaparecer ya están poniendo en peligro la seguridad alimentaria en varios países. Bolivia ya figura en la tabla de “grandes productores” de soya, junto a Brasil, China, Argentina y otros que en total lanzaron al mercado mundial el año pasado 246,7 millones de toneladas de esa leguminosa. Bolivia aportó 2.7 millones de toneladas.

 

Son, por supuesto, intereses capitalistas multimillonarios que están en juego y que crecen a pesar de severos cuestionamientos al modelo de “agro negocio” y a sus inescrupulosos y desalmados métodos para crecer. No les importa afectar la salud, el equilibro social ni la seguridad alimentaria de los países donde operan.

 

A todo eso tendrá que enfrentarse el proyecto de la ALBA para no solamente recuperar soberanía en el ámbito crucial de las economías de nuestros países, todavía fuertemente agrícolas, sino para velar por la vital seguridad alimentaria.

 

Y tendrá en frente, como un Goliat, entre otros, a Monsanto. La misma que en currículum tiene el haber fabricado el escalofriante “agente naranja”, para devastar Viet Nam.

 

Sinceramente estamos del lado del ALBA y este su monumental desafío.

 

¡Cuánto no daríamos porque gane!