A UN AÑO DEL GOLPE AL ESTADO DE YPFB

Por:


Publicado el 01/02/2010

Por Redacción Día D, para ¡OH! - ¿El asesinato de Jorge O´Connor Dárlach y el descalabro que desató en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) fue una fatalidad del destino? ¿Se trató tan sólo de un audaz golpe delincuencial a la mayor empresa del país? ¿O fue una conspiración del más alto nivel político? Pero, fatalidad o complot, existe una pregunta más importante: ¿quiénes ganaron y quiénes perdieron con las consecuencias políticas y económicas de aquel trágico 27 de enero de 2009?

 

 

En términos económicos, si de pérdidas se trata, el país todo perdió mucho. Suman los 229.200 dólares del atraco que quedaron en manos de tres ya olvidados delincuentes fugitivos. Suman más los 13, 3 millones de dólares que la Fiscalía ha calificado como imposibles de recuperar de los anticipos a la empresa Gulsby.  Otros  3,3 se fueron con la Catler-Uniservice,  el consorcio que debía construir la Planta Separadora de Líquidos (1). Pero sobre todo cuenta la suma que aquella separadora debía aportar al país ya desde hace siete meses, que es el valor de los licuables del gas (propano, butano, hexano)  más sus efectos multiplicadores por ser materia prima básica para la petroquímica. Se trata de un monto que en el Gobierno se estima en 100 millones de dólares anuales, pero que analistas independientes han llegado a calcular hasta en 500 millones. Es el caso del químico Justo Zapata quien, tablas de valores en mano, demuestra la holgada diferencia entre lo acordado y lo debido.

 

La importancia de dicha obra fue celebrada con un desafiante optimismo por el propio presidente Evo Morales el 14 de julio de 2008. “Seguramente esta instalación de una planta va a causar algunos celos en algunas empresas y de algunas naciones de la región. Pero queremos decirles: como bolivianos tenemos la obligación nosotros de resolver nuestros problemas, y no siempre depender de algunas transnacionales de algún país vecino…”, decía el Presidente en una clara indirecta a Petrobras y Brasil (2).

 

Se expresó así en la zona de Río Grande. ¿Premonición? Ese día se firmó el contrato con el consorcio Catler - Uniservice. Al acto asistieron, junto con Morales, el entonces presidente de YPFB, Santos Ramírez y el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas. Allí los esperaron los ejecutivos Agustín Melano y Miguel OConnor en representación de Catler - Uniservice.  Al empezar su alocución, Evo le dijo a Santos: “Primera vez, compañero Santos, habrá una exportación de GLP (…) Pasos importantes que Bolivia da para una cuestión de dignificación” (2).

 

Pero siete meses más tarde, una bala calibre 38, disparada sobre la humanidad de Jorge O´Connor, silenció el optimismo del Primer Mandatario. Ni Petrobras ni Brasil tendrían, por mucho tiempo, motivo alguno para sentir celos de la Planta Separadora de Líquidos. A casi un año del atraco, el sucesor de Santos Ramírez, Carlos Villegas recién anunció una nueva licitación.  "En el año 2009 hemos agotado todos los esfuerzos para evitar mayores daños económicos al Estado a través de la planta de Río Grande. Por eso es que la planta de separación empieza su licitación de cero en enero del 2010", declaró Villegas este 2 del primer mes del año. Vale decir que, en el mejor de los casos, la separadora y los potenciales celos de Petrobras, entrarían en actividad a fines de 2011, aunque, también según Villegas, el 2015, cuando el actual período de gobierno de Evo concluya.

LAS GUERRAS DENTRO DEL MAS

 


Más perdedores. El balazo a O´Connor dejó también gravemente herida una de las políticas emblemáticas de las movilizaciones sociales que impulsaron el cambio que vive Bolivia: la industrialización de los hidrocarburos. El sangriento atraco a la coima que iba a beneficiar a los ejecutivos de YPFB se constituyó en el último de una serie de proyectos abortados.

 

No se construyeron los grandes ductos que gasificarían el país, por ejemplo el Gasoducto al Altiplano Boliviano (GABO) (3).

 

Tampoco cristalizaron las 24 termoeléctricas (prometidas por Brasil), menos las plantas industriales ni miles de redes domiciliarias (4). Ahora tampoco habría las separadoras de esos combustibles líquidos que gratuitamente van agregados al gas que se exporta a Argentina y Brasil.

 

Con el asesinato a O´Connor, también perdieron varios políticos del cambio. Precisamente, el debate sobre la industrialización del gas y otros referidos al tema hidrocarburífero marcaron desde un comienzo distancias entre los principales grupos que conforman el Gobierno. La izquierda nacionalista y las organizaciones sociales, denominadas “fundadores”, impulsaron vivamente la industrialización y las medidas duras frente a las transnacionales del petróleo. Mientras el enfoque negociador es la característica del grupo conformado por intelectuales académicos, juristas, militares y operadores políticos invitados al proyecto, y conocidos como “advenedizos” (5).

 

Disputas así como treguas internas se establecieron en función al manejo que cada sector obtuvo tanto de Yacimientos como del Ministerio de Hidrocarburos.  De hecho, la primera crisis ministerial se desató tras duros desacuerdos entre la izquierda nacionalista y los “advenedizos” en septiembre de 2006. Entonces el grupo liderado por Andrés Soliz Rada dejó el Gobierno y cuestionó especialmente al sector encabezado por el vicepresidente Álvaro García Linera. ¿El motivo? La decisión de Soliz de aplicar el decreto nacionalizador 28701, limitando el enriquecimiento excesivo de Petrobras en las dos refinerías y la prohibición a la brasileña para que exporte petróleo reconstituido desde esas industrias que operaba en Bolivia desde 1999 (6).

 

Dos semanas antes de aquella ruptura, García Linera había visitado Brasil. "Hemos decidido reencauzar el conjunto de las relaciones de cooperación con Brasil", dijo en rueda de prensa, tras una serie de entrevistas con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, directivos de Petrobras y los ministros de Energía, Silas Rondeau, y Relaciones Exteriores, Celso Amorim (7).

 

Tras aquella crisis, se desató una dura disputa entre los “advenedizos”, liderados por García Linera y los “fundadores”, dirigidos por Santos Ramírez. La pugna por tener el poder sobre el Ministerio de Hidrocarburos y sobre Yacimientos generó una etapa de intrigas y renuncias sucesivas.  La fórmula de equilibrio se definió en base a un control mutuo: Ramírez juró, el 13 de marzo de 2008, como presidente de YPFB y Villegas, hombre de confianza del Vicepresidente, consolidó su posición como Ministro (8).

 

En el escenario externo el Gobierno vivía sus momentos de más dura confrontación con los prefectos y cívicos opositores de la denominada “media luna”. La pugna se iría a dirimir en un Referéndum Revocatorio de mandatos, en agosto. El Movimiento Al Socialismo de Evo Morales estaba otra vez en campaña. Se precisaban anuncios de obras de impacto y Santos le recordó al Presidente el proyecto de la Planta Separadora de Líquidos.

 

“Fundadores” y “advenedizos” se encontraron frente a una delicada misión conjunta. En función a la orden del Presidente, “Fundadores” y “advenedizos” debían trabajar juntos el proyecto.

UN CONTACTO CLAVE EN TARIJA

 


El resultado de aquella compleja ingeniería, semejante a un pacto de lobos prestos a atacarse, resultó en extremo intrigante: Catler - Uniservice, un consorcio conformado por una empresa ligada al sector más opositor al Gobierno de Evo Morales y un escurridizo socio argentino.  Se articuló un vínculo legal con uno de los principales líderes de los movimientos sociales a través de un conocido proxeneta, Luis Córdova. Éste formaba parte de un turbio, pero poderoso e influyente clan familiar.

 

Una de las partes más delicadas consistía en contactar a los hermanos O´Connor (dueños de Uniservice, una empresa constructora y allegados a la opositora prefectura tarijeña) con el entorno masista. ¿Quién pudo hacerlo? Varias fuentes consultadas por DíA D identifican como el “contacto chapaco” a Jorge Blacud Martínez, un amigo muy cercano de la familia O´Connor.

 

Es más, dos personas cercanas a los O´Connor recuerdan que, durante el funeral, el progenitor del empresario encaró a Blacud con aproximadamente estas palabras: “¡Mirá dónde hemos llegado! Tú los has metido a esto, ¡y el Jorgito está muerto!”.

 

Jorge Blacud confirmó a DÍA D que solía visitar frecuentemente a las principales autoridades de Gobierno. En una entrevista realizada la mañana del 27 de febrero de 2009 en el restaurante del Hotel Europa, aseguró que era uno de sus roles como dirigente cívico. En aquella oportunidad, en plena etapa de investigaciones del caso Catler, desayunaba con Miguel O´connor.

 

Blacud Martínez, hijo de Vito Blacud Trigo, ex hombre de confianza de Hugo Banzer Suárez cuando éste era dictador, es un empresario constructor y ex dirigente cívico tarijeño que optó por aliarse al MAS. Lo hizo a través de las entonces ejecutivas de la Administradora Boliviana de  Carreteras (ABC), quienes forman parte del grupo que encabeza García Linera.

 

Su perfil empresarial tiene una particularidad: el año 2005 fue uno de los directores de YPFB. Paralelamente, y violando estatutos, ocupaba la cartera de Hidrocarburos en el Comité Cívico. Y, al mismo tiempo, su empresa, INCICO, prestó servicios a Petrobras, por los que reclamó una paga de más de 449 mil dólares (9).

 

El acercamiento a los O´Connor obedecía a que Blacud y el ministro Villegas debían aprovechar los esbozos de un proyecto prefectural del año 2006. Ya en ese tiempo, la autoridad reconoció aquel perfil. El 6 de noviembre de 2006, Carlos Villegas anunciaba la intención de construir dos plantas separadoras de líquidos en el Chaco. En aquella ocasión el  ministro Villegas “destacó la predisposición del prefecto de Tarija, Mario Cossío, para conformar una sociedad con la estatal petrolera” (10). En ese tiempo, también, Uniservice se aprestaba a realizar varias obras para la Prefectura (11).

 

Como es sabido, la sorprendente sociedad entre respingados empresarios de la “media luna”, proxenetas y YPFB se abrió a un millonario juego de coimas. Un departamento ubicado frente al Estado Mayor, en la zona de Miraflores, sirvió para tres pagos de “diezmos”, correspondientes a adelantos que recibía Catler-Uniservice. (12)

LA HORA DE SANTOS

 


En la disputa intragubernamental, las cosas iban de maravilla para el sector de Santos Ramírez. Dirigía la empresa eje de la economía boliviana  con amplias libertades. Había desatado una multimillonaria maquinaria de proyectos y leyes. Emergían voces entre los movimientos sociales que lo postulaban para candidato a la Vicepresidencia de la República en las elecciones previstas para diciembre (13).

 

Es más, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, una de las cabezas de los “advenedizos” había caído en desgracia. Protagonizaba el hasta entonces mayor escándalo de corrupción del Gobierno. Su ex compadre, ex camarada y ex presidente de Aduanas, César López, lo había acusado de ser parte del contrabando de mercadería embarcada en 33 camiones en Pando.  En diciembre de 2008 la acusación llegó al Congreso y varios líderes de los movimientos sociales empezaron a pedir la cabeza de Quintana (14).

 

El Mayor de Ejército (r), Juan Ramón Quintana es también un hombre muy afín a Petrobras. Según el periódico la Folha de Brasil, la negociación sobre el espinoso asunto de las refinerías en 2006, y que podría haber desencadenado en un conflicto internacional, era dirigida por el Ministro de la Presidencia. Folha asegura que Quintana  tiene contactos con el principal asesor del presidente Lula da Silva, Marco Aurelio García. (15)

 

Pero, adicionalmente, el Ministro de la Presidencia ha sido relacionado, por varias personas y deducciones, al multimillonario húngaro-estadounidense George Soros. Se asegura que representa a los intereses del magnate en el país. Incluso se recuerda una célebre cena entre Evo, Quintana y Soros en Nueva York a mediados de 2006 (16). Soros es, a su vez, desde hace algo más de 11 meses, el segundo mayor accionista de Petrobras en la bolsa de Nueva York. “¿Por qué Soros sigue comprando en Petrobras?”, se preguntaron los analistas de Latin Forme, luego de que el 20 de febrero de 2009 se supiese que el multimillonario adquirió 16 millones de acciones en un tiempo de malas cotizaciones.

 

Durante la crisis de los 33 camiones, Juan Ramón Quintana tuvo un notorio defensor: el ministro de Defensa Walker San Miguel.  Se trata de un destacado abogado que en 1995 formó parte del Directorio de Petrobras Bolivia, en tiempos  en que se privatizaba el gas.  Un documento expuesto por el senador Carlos Borth el 8 de septiembre de 2006 demostró aquello (17). Eric San Miguel, el hermano de Walker, funge como estrecho asesor de Quintana en Palacio de Gobierno.

 

En el marco de la crisis de los 33 camiones y de propio auge personal, aquel final de diciembre de 2008, Ramírez se reunió con Evo Morales. En el encuentro le transmitió las demandas internas que exigían cambios  en el Gabinete, en especial de Quintana y Carlos Villegas, en general de los “advenedizos” (18). También conversaron sobre las alternativas del binomio masista para fines de 2009. Todo quedaría definido en una reunión cumbre a realizarse en el Hotel Flor de Liz de la población rural de Huajchilla, aledaña a La Paz. La fecha clave era el 27 de enero de 2009.

LA GUERRA DE LAS INTRIGAS

 


Al finalizar la mañana de ese 27, cuando la reunión entraba en sustancia, llegó la noticia: O´Connor  había sido asesinado en puertas de la casa del cuñado de Santos Ramírez. Cambió no sólo el curso de la cumbre masista, sino, en breves semanas, hasta el destino político del país.

 

Equipos de inteligencia como el Grupo de Tareas de Investigaciones de Delitos Especiales (GTIDE)  fueron de inmediato movilizados. Sin tregua, día tras día de febrero, datos sobre la relación entre Santos, los proxenetas, los O´Connor  fluían con extraordinaria soltura hacia los medios. Entre la lluvia de datos y trascendidos, surgió una llamativa revelación: el 10 de febrero  el fiscal Sergio Céspedes aseveró que los delincuentes “no tenían motivo para asesinar al empresario. ¿Por qué no llevarlos (a OConnor y sus acompañantes) al interior de la casa (ubicada en la avenida Tejada Sorzano) con amenazas y luego llevarse el dinero? Había la aparente intención de que se descubra el tema”, explicó (24).

 

En una guerra de intrigas, “advenedizos”  y “fundadores” empezaron a quedar enredados en los detalles del contrato y los tratos oscuros de la Separadora de Líquidos. La oposición en el Senado implicó primero a tres ministros. Luego empezó a plantear la posibilidad de procesar al Presidente Evo Morales.

 

La Policía actuó con una efectividad sorprendentemente rápida. En menos de dos días atrapó al asesino de O´Connor quien confesó el hecho. Se trataba del ex policía Rufino Rodríguez. Según una fuente cercana a Palacio, en menos de tres jornadas el GTIDE llevó al Presidente información detallada de las movidas más secretas de Santos Ramírez descubiertas en una especie de doble fondo de su propia oficina. “Tras el informe, Evo estalló en ira, hasta arrojó un vaso a la pared”.

 

Para aplacar el escándalo y dispersar la atención, el Ejecutivo inventó una  disparatada versión sobre una infiltración de la CIA en YPFB contra el policía Rodrigo Carrasco. Toda la causa se basaba en recortes de diarios y fotocopias, pero se la publicitó en separatas a todo color en los diarios. Luego el tema se archivó. Paralelamente, el MAS negoció con la oposición del Senado para que no se implique al Presidente en el caso (19).  El escándalo empezó a declinar no sin sorprender con furtivos bombazos o jugadas legales de cuando en cuando.

EL NUEVO ORDEN

 


A prácticamente un año del golpe que cambió el estado de cosas en YPFB, se vive un nuevo orden gubernamental. Con Brasil se ha marcado una etapa de reencuentro resaltada por una apoteósica visita del presidente Lula Da Silva a El Chapare en agosto. Muchos de los reclamos históricos quedaron virtualmente archivados, incluida la construcción de peligrosas represas en el norte. Otros fueron minimizados, como la paga por los licuables que pasan junto al gas. Será compensada con 100 millones de dólares anuales, pero sólo desde 2007. La deuda debía correr desde 1999, desde ese año los licuables son separados en Brasil, sin pagar nada a Bolivia. La negociación la realizó Carlos Villegas. “La primera factura está en el orden de los 100 millones de dólares por el 2007 y seguramente este año va a entrar ese cheque”, precisó el 11 de enero. Y por el 2008 dijo que el monto será superior a los 100 millones. “Va a ser una factura alta” aseguró, ignorando a los críticos (21).

 

Por lo demás, Petrobras ha anunciado inversiones en una Bolivia sedienta de divisas para sus reservas gasíferas paralizadas.

 

En casa, los “advenedizos” detentan más poder que nunca. García Linera ha sido reelecto en la Vicepresidencia y gente de su confianza maneja el aparato económico y productivo del Gobierno. Walker San Miguel, más allá de sus propias funciones ministeriales, se ha mostrado como el principal estratega jurídico del Ejecutivo. Mientras, camaradas de la promoción militar del ministro Quintana son los coroneles que encabezan las diez divisiones del Ejército (20).

 

Los “fundadores” y sus aliados tienen fuertes bastiones  en Cancillería y el nuevo Congreso. Pero sumaron sucesivas pérdidas.

 

Desde un principio de la gestión fueron saliendo del poder. Félix Patzi, Abel Mamani, Lino Villca, Román Loayza y el otrora poderoso Santos Ramírez cuentan entre las bajas por las disputas o la lucha anticorrupción “jacobina y draconiana” (22) que embandera García Linera. Una lucha anticorrupción, sin embargo, que se muestra en extremo tolerante con los “advenedizos” de tez blancoide, y que resulta estricta con los de procedencia indígena.

 

A un año, queda claro a quiénes favoreció el golpe al estado de cosas en YPFB. Mientras, el caudillo goza de un baño de multitudes sin precedentes. Encarna ideales y ambiciones, esperanzas y coartadas de unos y otros, aunque muchas veces sean opuestas e irreconciliables y marquen la nueva gran interrogante sobre el futuro de “el cambio”.

 

(1) La Prensa 29-11-09 Entrevista al fiscal Mollinedo-

 

(2) Agencia ABI 14-07-08 y video www.youtube.com/watch?v=NNFfxx2V378

 

(3) EL NACIONAL, 15-04-08

 

(4) DÍA D,  30-08-09

 

(5) Libro Santos Ramírez, Corrupción en tiempos de Cambio, M. Zelaya/D. Espinoza, pag 16 - Ed. Gente Común

 

(6) Agencia EFE, 15-09-06

 

(7) Agencia EFE, 24-08-06

 

(8) Agencia ABI 13-08-08

 

(9) Carta oficial de Petrobras Bolivia del 21-03-05, cartas oficiales del Comité Cívico de Tarija a la Fiscalía de Distrito.

 

(10) Vespertino Jornada, 06-11-06

 

(11) Según el Sistema de Información de Contrataciones estatales (sicoes), el contrato para la construcción de la Presa el Molino se firmó el 2 de diciembre de 2006, firma el documento Miguel O´Connor. www.sicoes.gov.bo/documentos 06-0356-00-35584-2-1_CO_20090427112302.doc.

 

(12) Opinión, 28-03-09

 

(13) Libro Santos Ramírez, Corrupción en tiempos de Cambio, M. Zelaya/D. Espinoza, pag 73 - Ed. Gente Común.

 

(14) La Razón y El Deber 05-12-08

 

(15) Folha de Sao Paulo, 26-08-06

 

(16) Petroleumworld (página patrocinada por Petrobras), art de ANPB , 05-01-07; La Prensa, 05-02-07 (Artículo de A. Soliz Rada).

 

(17) Agencia ANF, 08-09-06

 

(18) Revista Datos, No 113, marzo de 2009

 

(19) La Razón, 05-03-09

 

(20) Agencia ANF, 15-01-10

 

(21) Agencia ANF, 11-01-10

 

(22) Los Tiempos, 04-01-10

 

(23) La Razón, 10-02-09