HAYA Y LA POLITOLOGIA CRIOLLA

Por:
Pedro Godoy

Publicado el 01/03/2010

El antimperialismo y el APRA” de Víctor Raúl Haya de la Torre es un clásico de nuestra politología. Cuando digo “nuestra”, obvio, aludo a Iberoamérica concebida como Patria Común. Constituye tal texto un desmentido rotundo a quienes, ubicados en la barricada cipaya, proclaman que padecemos de esterilidad doctrinaria. Tal denuncia la formulan para legitimar plagios de  teorías exóticas y trasplante de experiencias forasteras. Estas –a veces- en las remotas patrias donde son engendradas ya han sido superadas por la bullente realidad. Otra carga negativa es que contribuyen a vulnerar el ethos nativo acentuando un proceso desnacionalizor que favorece la penetración imperialista.

La  obra  brilla con luz propia pese a los virajes del autor y las volteretas de quien hoy se proclama discípulo y es Presidente del Perú. Pocas veces un volumen reducido en páginas contiene tan alto número de enfoques originales, de interpretaciones lúcidas y anticipaciones atrevidas. Se publica en Santiago de Chile   en 1936. Hasta entonces la nación iberoamericana carecía de una teoría orgánica de la unidad de la veintena de repúblicas provincianas. A estos –como se sabe- la miopía de las plutocracias lugareñas y la codicia metropolitana precipitaron al desmembramiento, la pobreza y la desidentificación. El autor rescata el programa de los libertadores y proporciona textura de militancia a las intuiciones de José Vasconcelos y a las precursoras tesis de Manuel Ugarte así como a la insurgencia reformista de la Universidad Nacional de Córdoba.

Hay quienes juzgan añejo el texto. Estiman que 1936 es el paleolítico. Estiman pasados de moda incluso a Laski, Popper y Marcuse. Habrá que extirparles el snobismo manifestándoles que “La República” de Platón” es del siglo V aC, Tomás de Aquino teoriza en el XIII, Maquiavelo en el XVI, en el XIX Marx igual que León XIII. Son los mismos que pese a proclamarse “tomistas” o “neotomistas”, “nacionalistas”, "marxistas" o “socialcristianos”  estiman que Bolívar es sólo un militar. Como tal incapaz de generar doctrina política. Posee dos factores adversos: uno, es personaje del ayer y no "moderno". Eso se disculpa sólo a los “clásicos” anotados porque son europeos y, por ende, inmortales. El otro, es  venezolano y la politología para los cipayos  sólo florece en Europa y constituye siempre, para el Nuevo Mundo, artículo importado.

“El antimperialismo y el APRA” ha sido vivero fecundo de ideas y actitudes desplazadas a través de canales diversos. Es cierto que su autor animó la iniciativa de constituir Partidos Apristas en cada república. En los 30 se organiza el APRA cubano cuyo órgano de expresión es la revista “Atuey”, en Chile influye sobre el PS a través de Eugenio Matte Hurtado y también se funda el APRA argentino. Sin embargo,  –por motivos que se ignoran- Haya y su entourage opta por vigorizar sólo el Partido Aprista Peruano. Las tácticas para alcanzar el poder van de la revolución popular al  complot castrense pasando por procesos electorales en que siempre la oligarquía le birla la victoria. Con Alán García llega a Casa de Pizarro, pero ya es una caricatura. Un abismo separa a Gorbachof de Lenín, a Chiang Kai Shek de Sun Yan Sen. Igual ocurre ente el I Víctor Raúl y el Alán de hoy.

El aprismo si bien en lo político institucional se repliega a lo exclusivamente peruano en lo ideológico influye poderosamente. Sin duda, sus tesis palpitan en "el pequeño ejército loco" de Sandino, en la 3ª Posición que Perón  intenta cristalizar en el ABC y en los EEUU andinoplatenses, en el arevalismo impulsor de la integración de Centroamérica, en los postulados primigenios de la revolución que impulsa el MNR en Bolivia, en el elán bolivarista del fidelismo de la hora prima, en la pugna de la Legión del Caribe contra los déspotas locales, en el impulso dado por Eduardo Frei Montalva al Pacto Andino antes que lo sedujera Kennedy y lo abrumara el vuelco de La Habana a un marxismo extranjero, en las obras –entre otros- de Joaquín Edwards Bello y Felipe Herrera...

Haya siempre reivindica los afluentes nativos que generan sus textos perdurables y su otrora pujante movimiento. Maneja una frase que cito de memoria: el APRA posee como Padre: el México revolucionario; la Madre es la Córdoba insurgente de 1918 y el Espiritu Santo fluye del solemne Cuzco, corazón del Incanato. De los dos primeras fuentes proviene la vocación bolivariana –Haya prefiere manifestar “indoamericana”- y de la alusión a lo incaico generaría la utopía de un mundo con justicia social y vocación continentalizadora. De esto derivan no pocos analistas una vertiente indigenista. Sin duda la hubo, pero también se exalta lo afro, lo asiático y lo hispano. En lo racial, promociona la mestizofilia.

 

En lo sociológico se opone al  monoclasismo que, como dogma, impone la COMINTERN. Sostiene: “Los países nuestros son preindustriales. El proletariado fabril a la europea, inexistente. Las muchedumbres campesinas constituyen latente fuerza revolucionaria y en las capas medias  se reclutan líderes del proceso libertador. En consecuencia el APRA es tan multirracial como policlasista”. Tempranamente     Haya rechaza la tutoría del Kremlin. Difunde la consigna “¡Ni Washington ni Moscú, sólo el APRA salvará al Perú!”. Con ello se anticipa a Tito, Mao o Togliatti y, por cierto, al tardío eurocomunismo de Berlinger, Marchais y Carrillo. Cosecha la acusación de "socialfascista" con que también se etiqueta al PS de Chile encabezado por el coronel Marmaduqe Grove. Es el momento en que la excomunión de los sovietólatras se expresa en el opúsculo “¿Qué es el ARPA?” de Julio Antonio Mella. 

 Al exaltar el Tahuantinsuyo los adversarios creen ver la misma inspiración de Mussolini respecto a la Roma imperial. En la milicia aprista –apodados “búfalos”- imaginan “camisas pardas”. En la estructura piramidal, verticalista y compartimentada sostienen se esconde el totalitarismo. El mismo Jorge Abelardo Ramos –no sin ocultar simpatía- aludía al stalinismo incaico que representara el autor de “El antimperialismo y el APRA”. Este logra –algo poco frecuente- ser, de modo simultáneo, ideólogo y conductor de masas. El deterioro de su doctrina comienza con su deceso en 1979. No obstante, ya durante la II Guerra Mundial se desplaza a una postura “aliadófila” argumentando la urgencia de cooperar con la victoria de las democracias sobre el nazifascismo. Luego se adscribe a la II Internacional y el PAP se hace socialdemócrata. Alán García administra aquella "cuesta abajo la rodada” .

 Al cumplirse el centenario del estallido de la Guerra del Pacífico, en 1979, CEDECH proclama a Víctor Raúl postulante al Premio Nobel de la Paz. Sin duda una manifestación opositora no armada contra el régimen del  general Pinochet. Simultáneamente, no sin sacrificios pecuniarios y dificultades con la censura, se reedita la obra magna que comentamos. Recuerdo que se hizo un canje semiclandestino de cien ejemplares que viajan a Buenos Aires y la retribución son cien de “Historia de la nación latinoamericana” editada por Peña y Lillo. Mientras “El antimperialismo y el APRA” –hoy- continúa resplandeciente, la estructura partidaria generada con tanta creatividad por Haya apenas si respira asfixiada en el sarcófago de una democracia inspirada por el modelo neoliberal.

 Prof. Pedro Godoy P.

 

    LA AUTENTICA BEATA LAURA VICUÑA PINO

 |

 

 

Imagen auténtica / Imagen conocida hasta ahora

 

·                          



Hay conmoción. Laura Vicuña no sólo posee como segundo apellido Pino, sino también es muy distinta al retrato oficial. Este la presenta blanca, de perfil caucásico, ojos celestes... El resto se lo imagina el lector: una niña "bien" que son conocidas como "pilolais" -antaño "pitucas" o "jaibonas"- son retoños de la clase alta. Copan las páginas de la sección denominada "vida social" de El Mercurio. Aquellas  entre las cuales se reclutan las Miss, las animadoras de TV  y las modelos. Sin embargo, "salta la liebre" y se verifica que tales rasgos europeos que nuestro pueblo -por efecto de la colonización cultural- juzga "elegantes", "finos" y "bellos" por ser europeos no corresponden a lo cierto.  De Junín de los Andes donde es alumna del Colegio María Auxiliadora llegan fotografías. En ellas está nuestra América con los rasgos criollos que evidencian nuestro mestizaje. Labios gruesos, boca ancha, pelo retinto, ojos tirantes -"achinados"- y negros, pigmento morenoide, vestuario modesto de alumna y apenas una niña. No olvidemos fallece a los 12 años.
Desde otro ángulo a Laura se atribuyen milagros y es venerada por la religiosidad popular igual que Ceferino Namuncura y la Difunta Correa son símbolos de la unidad chilenoargentina. Laura nace en Chile, vive y fallece en Argentina. Es posible que su padre sea un refugiado político que escapa de la contrarrevolución de 1891 aquella que tumba al Presidente Balmaceda en 1891. Un deber es congratular a los sacerdotes Ciro Bruña cuya investigación permite el rescate de fotografías de la beata y efectúa investigación biográfica. Otro prelado, Pedro de la Noi le reconoce mérito y expresa "ahora tenemos la imagen exacta de una niña latinoamericana". Se ha impuesto lo verídico por sobre ese afán europeizante. Afán que nos internaliza un Jesucristo con facha de anglosajón y una María  blancoide. Sin embargo, es nuestra fe popular la que autoctoniza las imágenes y la Virgen de Guadalupe así como la de Andacollo son morochas. Con ello se acercan al genotipo semítico que efectivamente tuvieron.
La guerra cultural por la liberación de nuestra América obliga no sólo a nacionalizar la economía -por ejemplo, petróleo o cobre-, no sólo nacionalizar la política -v.gr. reducir o suprimir el influjo de las potencias hegemónicas-, sino también nacionalizar la cultura. Este frente ha sido descuidado en parte por ignorancia y en no pequeña medida por la incapacidad -salvo la excepción de Haya y Ramos- de nacionalizar determinadas teorías políticas proveniente del Viejo Mundo o generar otras con sello propio. El mundo académico -pese a los enjuiciamientos de Simón Rodríguez y de José Martí- continúa siendo, porfiadamente, una estructura descastadora. Mayor perversión ejerce la TV. De allí la  trascendencia simbólica que posee el rescate de la verdadera Laura Vicuña Pino -medularmente nacional y popular- a quien se despoja de la postiza estampa de adolescente euroelegante y hoy resurge, tal cual fue, una niña criolla a la cual el mundo creyente popular juzga orlada de la santidad.
 
Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECH
[email protected]www.premionacionaldeeducación.blogspot.com    
 

 

ELEGIR O ESCOGER

 

Se discute sobre el sistema electoral. Hay  defensores del binominalismo y quienes proponen el sistema proporcional. Se acusan, recíprocamente, como “perversos” y “anárquicos”. Hay, sin embargo, un dato. Las “elecciones” no son tales. Lo que existe son las “escogencias”. Dicho de otro modo, no se elige, sino se escoge. “Explique ese enfoque” exige un alumno de mi Curso de Politología.  Enseño: sufragamos en el marco de un “menú” fijo, pues no es la ciudadanía la que elige, sino los partidos los que proponen los candidatos. Lejos de elegir apenas se escoge. No le echemos la culpa a la Carta de 1980. Siempre ha sido así en el marco de la denominada “democracia de los partidos”. Desde luego, es preferible a la “dedocracia” autoritarista, pero esa “dedocracia” también posee vigencia en las estructuras partidistas.

Los partidos que con mayor énfasis exigen restaurar la democracia y profundizarla una vez establecida la vulneran. Un “recuerdo del pasado” son  “las luchas internas” que se daban, en el ayer remoto, al interior del Partido Radical. En ellas –con todas sus deficiencias- cada afiliado opinaba. En cambio, las tiendas adherentes a Marx y Lenin, a Marx y Zapatero y Santo Tomás y Maritain también - deciden cupularmente. Pretextan centralismo y disciplina. Cada Comité Central es una oligarquía que decide quien es y quien no es candidato. El “menú” se presenta a las “bases” y estas aplauden. Como réplica suelen estar los “descolgados”. Postulan como “independientes” con opción “cero”. Esta burla explica, la renuencia a inscribirse en los Registros Electorales, los votos nulos y blancos y el desdén por la política.

Prof. Pedro Godoy P.

Centro de Estudios Chilenos CEDECH

[email protected]

www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com