EVO, ENTRE SANCHEZ DE LOZADA, MARINCOVIC Y FELIPE QUISPE
Andrés Solíz Rada | Publicado el 01/02/2013

Desde que tenemos uso de razón, los bolivianos, en su inmensa mayoría, aceptamos, con pocas objeciones, que nuestro país es caótico, inmaduro, ingobernable y con escasa viabilidad. En tanto Alcides Arguedas atribuye lo anterior a razones biológicas y geográficas, sistematizadas en su “Pueblo Enfermo”, Carlos Montenegro, en su lúcido “Nacionalismo y Coloniaje”, encuentra las raíces del problema en la Asamblea Constituyente de 1825, de la que fue excluida alrededor del 98 % de la población indo mestiza, lo que provocó que los herederos del poder colonial se apropiaran del sacrificio de los guerrilleros y mártires de la  independencia. Los usurpadores pretendieron encubrir el colonialismo interno importando la Constitución Política de EEUU y el Código Civil de Francia. Creían posible ocultar la continuidad de la servidumbre con el fino tul de la los derechos del hombre y del ciudadano, mientras mantenían la mita y el  “pongueaje”, base económica de la rosca minero-latifundista.